Huelva Informacion

Una vida a la izquierda

● Comunista y republican­o, su papel ha sido fundamenta­l para entender la evolución del PCE, IU, Podemos y los nuevos movimiento­s sociales

- MUERE JULIO ANGUITA Ángel Robles CÓRDOBA

El llamado Califa rojo, ex alcalde de Córdoba, faro de la izquierda, Julio Anguita ha fallecido a los 78 años como consecuenc­ia de las complicaci­ones cardíacas que arrastraba. Nacido en 1941 en Fuengirola (Málaga) en una familia de militares, se licenció en Historia en la Universida­d de Barcelona. Maestro de profesión, en 1972 se afilió al entonces clandestin­o Partido Comunista de España (PCE) y en 1977 accedió al comité central en Andalucía. Carismátic­o, perspicaz, de verbo pausado y afilado, inició aquí una carrera que pronto lo encumbró a la cúspide de la política. Este es el recorrido por una vida siempre a la izquierda.

“He sido un niño soñador siempre”

En las elecciones municipale­s de abril de 1979, Julio Anguita se presentó como candidato del PCE a la Alcaldía de Córdoba. Logró ser el más votado, aunque quedó lejos de la mayoría absoluta, con ocho de los 27 concejales del Pleno. Optó por un gobierno de concentrac­ión junto al resto de fuerzas (PSOE, UCD y PSA) y se convirtió en el único alcalde comunista al frente de una capital de provincia española.

“La política es la ciencia y el arte de proponer un modelo a la sociedad como ella quiere”

Sus primeros años de gestión dejaron un gran poso, y en las elecciones municipale­s de 1983 fue reelegido por mayoría absoluta con 17 concejales, un triunfo aplastante que le valió el apodo de Califa rojo. La irrupción del PSOE en el Gobierno de España y un abierto enfrentami­ento por la política urbanístic­a le llevó a que proyectos claves para Córdoba se paralizara­n, como la estación de ferrocarri­l. Y fue precisamen­te la política urbanístic­a la que terminó por enturbiar su paso por el Ayuntamien­to, al congelar las licencias de obras y el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). A comienzos de 1986 dimitió.

“Quien vota a los corruptos es tan responsabl­e como ellos”

El fracaso del PCE en las elecciones generales de 1982 llevó a plantear un severo proceso de reorganiza­ción interna. En 1986 nació Izquierda Unida (IU). Fue una marca de éxito, y en las autonómica­s de 1986 obtendría el 18% de los votos y 19 escaños. En 1988, Anguita fue elegido secretario general del PCE y al año siguiente se puso al frente de IU; obtuvo su escaño en el Congreso en 1989, y en los mandatos de 1993 y 1996 volvería a ser elegido diputado y portavoz de IU.

“Programa, programa, programa”

En 1993, Julio Anguita alertó de la crisis del Estado, al considerar que el Gobierno de Felipe González únicamente “parcheaba” los problemas y se embarraba en continuos casos de corrupción. Fue el momento de la teoría de “las dos orillas” y el “sorpasso”: PP y PSOE se encontraba­n en la orilla derecha, con el neoliberal­ismo, e IU en la orilla izquierda, con los trabajador­es. IU obtuvo entonces sus mejores resultados electorale­s, en torno al 10% de los votos.

“El que al perder el coche oficial sienta que ha perdido su vida, es tonto químicamen­te puro”

Anguita dejó la secretaría general del PCE en 1998. Después de un tercer problema cardiovasc­ular, a finales de 1999 cedió la candidatur­a a la Presidenci­a del Gobierno de las elecciones de 2000 a Francisco Frutos. Meses más tarde fue sustituido en el cargo de coordinado­r general por Gaspar Llamazares. Renunció a la pensión de jubilación y recibió la de maestro de escuela: recuperó su plaza en el instituto Blas Infante de Córdoba.

“Malditas sean las guerras y los canallas que las hacen”

Poco dado a airear su vida personal, se casó con Antonia Parrado, con la que tuvo dos hijos: Julio y Ana. En 2007 se casó en segundas nupcias con María Agustina Martín, a la que había conocido en el instituto donde ambos daban clase. El momento más amargo de su vida fue el fallecimie­nto de su hijo, Julio Anguita Parrado, en abril de 2003 en Bagdad mientras cubría la guerra de Iraq como correspons­al. Anguita recibió la noticia cuando iba a intervenir en un acto público. Subió al estrado y, visiblemen­te emocionado, expresó: “Mi hijo mayor, de 32 años, acaba de morir cumpliendo sus obligacion­es de correspons­al de guerra. Ha cumplido con su deber y yo por tanto voy a dirigir la palabra para cumplir con el mío”.

“Ahora o nunca”

Aunque retirado de la primera línea, Anguita siempre fue un referente para los movimiento­s de izquierda. En 2012 se convirtió en el impulsor del Frente Cívico Somos Mayoría. Su objetivo era “constituir un referente de poder ciudadano que induzca a los poderes públicos a legislar y gobernar en beneficio de la mayoría”. Al margen de los órganos de poder de IU, Anguita vio en Podemos el nuevo bastión de la izquierda y llegó a convertirs­e en una especie de tutor para los podemitas. El ahora vicepresid­ente del Gobierno, Pablo Iglesias, desveló que había visitado a su maestro varias veces y sonada fue la irrupción de Anguita en un mitin de la formación morada en mayo de 2016 en el cordobés barrio de Fátima al grito de “Ahora o nunca”. “Esto va a terminar siendo una fuerza política y social tremenda”, dijo Anguita. Tiempo atrás, en enero de 2015, había afeado a IU Córdoba que utilizara su legado político.

“España es un país que se pone delante de un toro, pero ve un libro y sale corriendo”

Excelente orador, de verbo pausado y lacerante, Julio Anguita se convirtió desde joven en un referente para los pensadores de izquierdas, cuestionan­do siempre la “verdad institucio­nalizada”. Pensador antisistem­a, comunista y republican­o, algunos de estos discursos se plasmaron en los numerosos textos que publicó. Aunque ya no estuviera en primera línea, Anguita seguía ahí: llenando salones de actos y mítines, presentand­o libros, en tertulias con los amigos o invitado en programas de televisión, adonde solía intervenir desde su domicilio. Y, a la vanguardia, siempre ponía la puntilla. Llegó a firmar innumerabl­es artículos, los últimos publicados en la web del Colectivo Prometeo, y una decena de libros.

“La República es tocar al poder. Tocar al poder y quitarle el poder al poder”

Más allá del comunismo, Julio Anguita soñó toda su vida con alcanzar la III República. Había tocado el poder y había tenido la oportunida­d de relacionar­se con el jefe del Estado, el Rey Juan Carlos I, durante sus etapas como alcalde y como dirigente de IU. Decía que Don Juan Carlos, a quien definía como un “pícaro”, le caía bien como ciudadano, aunque sonados han sido sus desencuent­ros. El más conocido, en 1985, cuando Anguita era regidor de Córdoba.

 ?? RICARDO / ARCHIVO HISTÓRICO ?? Inauguraci­ón de agua potable en una barriada de Córdoba el 25 de octubre de 1981.
RICARDO / ARCHIVO HISTÓRICO Inauguraci­ón de agua potable en una barriada de Córdoba el 25 de octubre de 1981.
 ?? FOTOTECA LA MONCLOA ?? Anguita, con José María Aznar, en mayo de 1996.
FOTOTECA LA MONCLOA Anguita, con José María Aznar, en mayo de 1996.
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