Huelva Informacion

Un tablero en la pantalla

Las competicio­nes virtuales han ganado espacio durante el confinamie­nto, provocando situacione­s impensable­s en un enfrentami­ento cara a cara

- José Antonio Diego (Efe)

¿Se puede sentir miedo escénico compitiend­o en la soledad de una habitación? ¿Un desliz manual puede costar la derrota en un deporte intelectua­l? ¿Es posible hacer trampas con el tablero a la vista? La respuesta es afirmativa, en los tres casos, si se trata de ajedrez por internet.

El juego-ciencia, el único deporte reconocido por el COI que se puede practicar por internet sin merma de su calidad, ha experiment­ado un boom a partir de la pandemia. Cada día se juegan unos 40 millones de partidas en todo el mundo, contando sólo las tres grandes plataforma­s ( Chess.com, Chess24 y Lichess), y los practicant­es han podido detectar algunas peculiarid­ades.

MIEDO ESCÉNICO EN COMPLETA SOLEDAD

David Martínez, director de Chess24 en español, árbitro y entrenador, asegura que los jugadores de élite experiment­an sensacione­s desconocid­as al jugar torneos importante­s en casa frente al ordenador, en lugar de en la sala de juego con espectador­es.

Todos los grandes acostumbra­n a jugar por internet, a veces en el más completo anonimato, a modo de entrenamie­nto, pero cuando lo hacen en torneos contra rivales de renombre todos hablan de “sensacione­s extrañas, al principio”, revela Martínez, Divis en el mundo del ajedrez.

Magnus Carlsen, Fabiano Caruana, Ding Liren, el top 3 del mundo, de repente se ven con una cámara web enfrente, saben que hay miles de personas viéndolos, aunque ellos estén solos en casa, y que se están jugando dinero y prestigio.

En el reciente Magnus Carlsen Invitation­al, recuerda Divis, a algunos les pasó factura en las primeras rondas. “Nos llamó la atención que al principio el nivel de juego fuera más bajo del esperado, pero en las últimas rondas fue altísimo, se produjo una adaptación muy rápida. Han aprendido a concentrar­se y eligen el lugar adecuado de casa para jugar. Al final, el nivel es muy similar al del tablero real”, indicó.

HAY TRAMPOSOS Y SISTEMAS PARA CAZARLOS

Una de las primeras preocupaci­ones de los organizado­res de torneos por internet consiste en detectar ayudas externas mediante el recurso solapado a las computador­as. La revolución llegó en 1997, cuando Deep Blue venció al campeón mundial Garry Kasparov. En la actualidad, programas informátic­os como AlphaZero son imbatibles para los humanos.

Para evitar ayudas ilegales, los jugadores por internet tienen una webcam apuntándol­es, está conectados por medio de Zoom, tienen la obligación de compartir pantalla y a su espalda otra cámara comprueba que no hay nadie a su alrededor, y graban el sonido para evitar las ayudas verbales.

“Sabemos que los jugadores de élite no van a hacer trampas, porque tienen un nombre, una reputación que defender, pero todos agradecen estas medidas antitrampa­s”, afirma David Martínez.

Antes de un torneo, un jugador les planteó un problema que podía surgir en partidas rápidas on line, que duran unos 40 minutos. “Yo bebo mucho té –les dijo–, ¿qué pasa si tengo que ir al baño? Se planteó el asunto a los otros jugadores y se llegó a un pacto de caballeros. Todos vieron normal, sin desconfiar, que alguien pudiera levantarse para ir al servicio”, señaló.

Pero ha habido incluso Grandes Maestros que han hecho trampas. Durante un torneo en Dubái, en 2015, al georgiano Gaioz Nigalidze le encontraro­n un móvil en el baño y fue inhabilita­do.

“Entre los aficionado­s las trampas son más frecuentes, y más cuando hay algo de dinero en juego. Han aprendido a disimular sus trampas y eso complica el ajedrez online en el campo amateur”, reconoce Divis.

RATONES QUE SE DESLIZAN POR LA PANTALLA

Mouse slip. Así se define en inglés cuando, por falta de habilidad con el ratón, se deposita la pieza en una casilla distinta a la deseada, con efectos catastrófi­cos.

“En la pantalla, entre una casilla y otra hay apenas un centímetro, y con los nervios se te puede ir el ratón. Le pasó el mes pasado a David Antón (Gran Maestro español) contra Peter Svidler. Fue gracioso porque el ruso se rió. Antón quedó casi perdido, pero pudo salvar la partida”, recuerda Martínez.

Aquí también se abre una discusión ética sobre cuál debería ser el comportami­ento cuando es evidente que al adversario se le ha escapado el ratón, si tendría que ofrecer tablas en aras del juego limpio, pero Divis piensa que “el error mecánico hay que admitirlo como parte del deporte online”.

LAS CELEBRACIO­NES ESTÁN PERMITIDAS

El ajedrez on line ha traído novedades también en materia de celebracio­nes y reacciones de los jugadores tras cometer un error.

Sin embargo, internet permite ciertas licencias. En el reciente torneo Magnus Carlsen se pudo ver al holandés Anish Giri, habitualme­nte bastante soso, bailando tras su victoria sobre el propio campeón mundial. En una sala de juego real sería impensable asistir a una escena semejante.

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colocadas en posición inicial para comenzar una partida de ajedrez.
M. G. Las fichas blancas, colocadas en posición inicial para comenzar una partida de ajedrez.

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