Bruselas ve carencias en la sanidad española y pide más inversión
La Comisión Europea detecta deficiencias en infraestructuras y en la contratación del personal sanitario
España es muy vulnerable a la crisis al tener muchas pymes y trabajadores temporales
La Comisión Europea ha recomendado a España que refuerce su sistema sanitario después de que el brote de coronavirus haya revelado “problemas estructurales”, así como que tome medidas para proteger el empleo y la renta de las familias para hacer frente a la pandemia e impulsar la recuperación en 2020 y 2021.
El Ejecutivo comunitario publicó ayer sus recomendaciones de política económica para los países de la Unión Europea que, debido a la crisis sin precedentes, no se centran en evaluar el cumplimiento de las metas fiscales, como es habitual, sino en darles orientaciones para paliar el impacto inmediato de la pandemia y relanzar el crecimiento.
La Comisión pide a España “reforzar la resiliencia y capacidad del sistema sanitario” en lo que respecta a la salud de sus trabajadores, los productos médicos críticos y la infraestructura. Destaca que su desempeño, bajo una “presión sin precedentes”, está siendo bueno “a pesar del bajo nivel de inversión”.“La pandemia ha revelado problemas estructurales existentes, algunos de ellos derivados de la falta de inversión en infraestructuras físicas y defectos en la contratación y condiciones laborales de los trabajadores sanitarios”, dice el informe.
Bruselas subraya que habrá que seguir garantizando el acceso a cuidados médicos y sociales para las personas con discapacidades y los mayores en residencias, así como asegurar que la disminución de recursos por la recesión no afecta a la cobertura sanitaria de los ciudadanos.
La Comisión recomienda además adoptar medidas para impulsar el empleo, preservar puestos de trabajo e incentivos efectivos a la contratación y formación ante una crisis que hará que el PIB se contraiga hasta un 9,4% y el paro escale al 18,9% este año. Bruselas reconoce que el impacto sobre el empleo se ha mitigado por el uso de los ERTE, pero advierte de que “las consecuencias de la pandemia se verán agravadas en España” por el alto número de pequeñas y medianas empresas, el peso en la economía de sectores muy afectados, como el turismo y el comercio minorista; y por la elevada proporción de empleados temporales (26,3%).
El informe le insta a proteger los ingresos de los hogares, reforzando la protección por desempleo de los trabajadores temporales y autónomos, y mejorando tanto las ayudas a las familias como los esquemas de ingresos mínimos. La Comisión subraya que la protección social se está orientando sobre todo a los mayores, a través de las pensiones, mientras que la pandemia requiere “una solidaridad intergeneracional en favor de los jóvenes”.
Por otra parte, la Comisión pide a España que implemente de forma rápida y eficiente las medidas aprobadas para dar liquidez a las empresas, y subraya que deben evitarse retrasos en los pagos y mantener el esfuerzo por reducir trabas burocráticas.
Para impulsar la recuperación económica, añade el informe, “será importante adelantar proyectos de inversiones públicas ya maduros y promover la inversión privada, a través de las reformas relevantes”.
En general, la Comisión considera que en España, como en el resto de países, está “justificado” mantener por ahora las políticas fiscales de apoyo, con gasto público o rebajas fiscales, para hacer frente al coronavirus.
Sin embargo, advierte de que “cuando lo permitan las condiciones económicas, las políticas fiscales deberían perseguir lograr posiciones fiscales prudentes a medio plazo y asegurar la sostenibilidad de la deuda, mientras se fomenta la inversión”.