Huelva Informacion

“Muchos olvidan que, en el mejor de los casos, ellos también serán viejos”

ANDRÉS VÁZQUEZ DE SOLA Caricaturi­sta y pintor

- Andrés Cárdenas

–¿Me imagino que usted está de acuerdo con esa teoría que dice que en los peores tiempos es cuando más necesario es el humor?

–No sólo necesario, sino imprescind­ible. En cualquier circunstan­cia debemos reírnos de todo. Pero mirándonos al espejo.

–Veo que usted no para. Con 93 años y todos los días dibuja dos o tres viñetas humorístic­as sobre el coronaviru­s que reparte por la red. Al menos es elogiable lo que hace.

–El mérito no es mío, es de quienes se ridiculiza­n cada día haciendo declaracio­nes

Cuando acabe el confinamie­nto saldré a pasear en una caja de pino”

mendaces, absurdas y groseras contra el Gobierno. O glosando el papel prepondera­nte de los mandos militares y policiales en el esfuerzo terapéutic­o. Esto es una pandemia y quienes más tienen que decir son los epidemiólo­gos y los médicos en general, no los políticos ni los militares.

–Por lo que veo, ni la vejez le ha restado espíritu crítico.

–Mire, he hecho todo lo posible por no venderme nunca y eso me ha acarreado muchos problemas. Pero yo siempre digo que trabajo para ser odiado por la gente odiosa y amado por la gente amable.

–¿Cómo está pasando usted el confinamie­nto?

–En una inesperada feliz segunda luna de miel con mi esposa Angélica. ¡Al fin solos!

–Tiene usted en su esposa una buena aliada.

–Ella me organiza y me ayuda a llevar a cabo mi trabajo.

–¿Está usted en Monachil, en donde se instaló, o en San Roque, en donde nació?

–Sigo, confinado y confiado, en Monachil, rodeado de amigos que me alegran con sus llamadas y sus mensajes. Y con mi esposa, que me da vida.

–Usted es un republican­o reconocido… ¿qué le parece que este virus tenga corona?

–Lo grave no es que el virus tenga corona, sino que la corona tenga virus.

–Dado que este virus se ceba con la tercera edad, ¿ha sentido miedo usted en algún momento de esta crisis por creer que está infectado?

–El coronaviru­s es terrorífic­o, pero lo que menos infecta es el virus. Se lo digo yo. –Dicen que hay una crisis personal cuando cumples cuarenta o cincuenta años. ¿Cómo se siente cuando se cumplen 93 años?

–Sinceramen­te, no lo sé: no los cumplo hasta julio.

Cuando los cumpla me llama y se lo digo. Jajajajaja. –¿Quién o quiénes más se merecen ser caricaturi­zados en esta sociedad?

–La caricatura, a mi entender, es un homenaje. Si te refieres a ridiculiza­r, cada cual se ridiculiza a sí mismo. –¿Piensa a menudo en la muerte?

–La muerte no existe: es una noche prolongada. Lo que existe realmente es la vida.

–¿Qué merece la pena guardar en la vida?

–Las ansias de vivir hasta el último suspiro y el deseo de comprender a los demás. –¿Y de qué hay que desprender­se?

–De egoísmos exclusivis­tas y de prejuicios aberrantes. –¿Cómo ve lo que ha pasado en las residencia­s de ancianos, donde ha habido una gran mortalidad por la pandemia?

–Ello es debido a la inconscien­cia de quienes olvidan que un día, en el mejor de los casos, ellos también serán viejos. Eso, unido al hecho de confiar en determinad­as empresas privadas, que actúan como meras depositari­as de seres humanos.

–Usted fue niño de la guerra. Quiero decir que usted ha vivido épocas en las que el mundo no era normal. ¿Cómo es esta época?

–Todos hemos vivido y vivimos esas épocas que no cesan, únicamente que ahora lo percibimos porque nos concierne directamen­te.

–Usted ha vivido en Francia y ha andado mucho por el mundo. ¿Cómo ve que haya países de la UE que sean reacios a ayudar a España e Italia en esta crisis?

–Es resultado de la política global, que ha repartido los papeles que debe jugar cada país: para enriquecer más a los ricos hay que seguir empobrecie­ndo a los pobres. Ni España ni Italia necesitan ayuda, sino rebeldía e independen­cia. –¿Cree usted en la Europa unida?

–Por supuesto: Unida sólo a los intereses capitalist­as…

–Tengo entendido que iban a crear en su pueblo una fundación con su nombre. ¿Cómo va ese proyecto?

–Lo que hubiera podido ser mi fundación me la echaron por tierra en aquel entonces unos mal llamados socialista­s. Esto de ahora sería un museo que recogería mi obra y del que no tengo la menor idea desde hace ya algún tiempo. Mucho me temo, siga el mismo camino… Los museos no dan votos. Me moriré y no se habrá inaugurado. –¿Qué es lo primero que va a hacer cuando acabe el estado de alarma? –Salir a pasear en una cajita de pino.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain