El Reino Unido impondrá una cuarentena a todos los viajeros
● El Gobierno estudia la opción de acordar “puentes aéreos” con países con bajos niveles de transmisión
El Gobierno británico anunció ayer que impondrá una cuarentena de 14 días a los viajeros que lleguen al país a partir del 8 de junio para tratar de evitar nuevos brotes de coronavirus procedentes del extranjero.
La ministra del Interior, Priti Patel, indicó en una rueda de prensa que saltarse la cuarentena estará castigado con 1.000 libras en Inglaterra (1.120 euros), mientras Escocia, Gales e Irlanda del Norte –el resto del Reino Unido– establecerán sus propias sanciones y la Policía hará controles domiciliarios aleatorios para comprobar que se cumpla.
Estarán exentos de la medida los viajeros que lleguen desde la República de Irlanda y algunos trabajadores, como sanitarios, transportistas y temporeros contratados para la agricultura.
El Gobierno revisará su estrategia cada tres semanas y contempla la posibilidad de acordar “puentes aéreos” con países que tengan “bajos niveles de transmisión”.
Los detalles del plan se conocieron en una jornada en la que el Reino Unido alcanzó 36.393 muertes por Covid-19, tras sumar 351 fallecidos, y detectó 3.287 nuevos contagios, un repunte frente a los 2.615 casos del día anterior. El país continúa siendo el más castigado en Europa por la pandemia.
Pese a las dudas que han expresado algunos científicos y decenas de municipios, el primer ministro británico, Boris Johnson, mantiene sus planes de comenzar a reabrir las escuelas en Inglaterra a partir del 1 de junio.
Todas las personas que lleguen al Reino Unido en avión, tren o barco a partir del 8 de junio deberán rellenar un formulario con sus datos personales, sus planes de viaje e informar a la Policía aduanera de la dirección donde tienen previsto aislarse. Hoteles, así como casas de amigos y familiares, serán lugares aceptados para la cuarentena, pero si el lugar elegido no reúne los requerimientos necesarios o no se cuenta con uno, estarán obligados a permanecer dos semanas en “instalaciones puestas a su disposición por el Gobierno”, afirmó Patel.
Se recomendará a los recién llegados que utilicen el transporte privado, como un coche, para desplazarse hasta el lugar de la cuarentena, que no deberán abandonar en 14 días y donde no podrán recibir visitas, salvo en caso de necesitar ayuda esencial.
No podrán salir para trabajar, estudiar, utilizar el transporte público ni los taxis, ni estar en zonas públicas como parques, y sólo podrán abandonar el domicilio o el hotel para comprar alimentos y productos básicos si no es posible que alguien se los pueda llevar.
También se les pedirá que instalen en sus teléfonos la aplicación oficial del Gobierno para detectar contagios una vez esté disponible.
“En un momento en el que el mundo comienza a salir de lo que esperamos haya sido lo peor de la pandemia, debemos mirar hacia el futuro y proteger a los ciudadanos británicos reduciendo el riesgo de que haya casos que crucen nuestras fronteras”, declaró Patel.