La epilepsia suma cada año en España unos 20.000 nuevos casos
● Es la segunda patología neurológica en años de vida potencialmente perdidos o vividos con discapacidad ● El 25% de los pacientes no responden a los tratamientos disponibles
Es una de las enfermedades neurológicas más comunes y que se caracteriza por la predisposición del cerebro para generar crisis epilépticas. Unas 400.000 personas padecen en España epilepsia, la segunda patología neurológica en años de vida potencialmente perdidos o vividos con discapacidad. Y es que, a pesar de que se trata de una enfermedad que dispone de tratamiento, su tasa de mortalidad es entre 2 y 3 veces mayor que la de la población general y el 60% de los pacientes asocian trastornos psiquiátricos, neurológicos o intelectuales. Son datos que la la Sociedad Española de Neurología (SEN) ha querido subrayar con motivo de la celebración mañana domingo 24 de mayo del Día Mundial de la Epilepsia.
Cada año se diagnostican en Europa unos 400.000 nuevos casos, unos 20.000 en España, aunque se estima que podría ser más, tanto por el alto número de diagnósticos falsos positivos (un 18%) como por la existencia de un porcentaje importante de pacientes sin diagnosticar. Esto hace que, en algunos casos, el retraso en el diagnóstico de esta patología pueda alcanzar los 10 años, principalmente porque hasta un 25% de las crisis puedan pasar inadvertidas tanto por los pacientes como por sus familiares.
“Hay que tener en cuenta que uno de los mayores obstáculos al diagnosticar una epilepsia radica en que las crisis son fenómenos transitorios que ocurren relativamente con poca frecuencia y pueden pasar desapercibidas o no ser bien identificas por los pacientes, por sus familiares o incluso por el personal sanitario. Además, existen otros eventos clínicos, como por ejemplo síncopes o crisis no epilépticas, que pueden tener una apariencia similar a las crisis epilépticas y que pueden llevar a realizar diagnósticos erróneos”, señala el doctor Francisco Javier López. “Por otra parte, cuando se piensa en una crisis epiléptica, automáticamente lo asociamos a convulsiones. Pero en realidad este tipo de crisis solo representan entre el 20 y el 30% del total. Presentar falta de respuesta a los estímulos, realizar repetidamente movimientos automáticos, tener ausencias,… son también otras manifestaciones de las crisis epilépticas que hay que tener en cuenta a la hora de mejorar los tiempos de diagnóstico actuales”.
Mientras que la enfermedad remite de forma espontánea en un 4% de los pacientes adultos al año –en niños esta cifra es aún mayor- y más de un 70% de los pacientes consiguen controlar su enfermedad gracias al tratamiento farmacológico existente, aproximadamente el 25% de los pacientes no responden a los tratamientos disponibles: es lo que se denomina epilepsia farmacorresistente.
A pesar de que en los últimos 25 años, se ha producido un importante aumento de las opciones terapéuticas para tratar la epilepsia, mejorando la tolerancia y limitando los efectos secundarios, no se ha conseguido reducir el número de personas con epilepsia farmacorresistente.
En estos casos, alrededor del 5% de los pacientes farmacorresistentes cumplen con los criterios que les permite beneficiarse del tratamiento quirúrgico y entre el 55%-85% de los casos se consiguen buenos resultados. Actualmente en España se realizan unas 300 inter venciones quirúrgicas a pacientes farmacorresistentes.
Hay síncopes y otras crisis similares que pueden llevar a diagnósticos erróneos