Incendio en la oficina de EEUU que busca armas en los contenedores de Algeciras
La puerta acorazada del despacho en llamas obligó a practicar un butrón en la pared para apagar el fuego Los agentes estadounidenses rastrean munición y material radiactivo
Lisardo Capote, el jefe del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA), se llevó un buen susto el martes de madrugada y esta vez no fueron los narcotraficantes contra los que lucha en aguas del Estrecho los que se lo propinaron. A las 04:15 de esa madrugada empezaron a arder los despachos situados debajo de su vivienda oficial, en el edificio de Aduanas del puerto de Algeciras.
La central de alarmas de la compañía Prosegur y los agentes de la Policía portuaria avisaron de inmediato a los bomberos al tiempo que los agentes despertaban a los vecinos del inmueble por si fuera necesario evacuarlo. Tres vehículos de bomberos no tardaron en llegar, pero se encontraron con una sorpresa inesperada a la hora de intentar atajar el incendio: la puerta que daba acceso a los despachos en llamas era acorazada y no podían abrirla.
Los bomberos tuvieron entonces que practicar un butrón en la pared para poder acceder al piso y apagar el incendio. Pese al tiempo que llevó abrir ese boquete, el incendio, que había prendido en una trituradora de papel, no había adquirido grandes proporciones, según fuentes del vecindario. Sí había dañado varios sofisticados equipos electrónicos, el revestimiento de algunas paredes y los techos. Bastaron 300 litros de agua para sofocar las llamas.
El local que se quemó, en el que no figura ninguna placa identificativa, pero posee probablemente la mejor puerta de seguridad de la región, es el lugar donde opera el pequeño equipo conjunto de la Customs and Borders Protection (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza) y del Departamento de Energía de EEUU.
Aunque en ese despacho de la algecireña avenida de la Hispanidad almacenan la información que recaban –desde allí viajan con regularidad a la base de Rota–, los agentes estadounidenses pasan la mayor parte del tiempo en el muelle Juan Carlos
I del puerto. Comprueban el contenido de los contenedores que viajan rumbo a EEUU y, de paso, algunos más, aunque ese no es exactamente su cometido. Buscan, sobre todo, materiales radioactivos y también armas o municiones.
La presencia estadounidense en el que es el mayor puerto español por tráfico de contenedores –algún año fue superado por Valencia– es uno de los múltiples desenlaces de los atentados del 11-S perpetrados hace 19 años en Nueva York y Washington. Para no colapsar los puertos norteamericanos comprobando todo lo que allí se desembarcaba, la Administración del entonces presidente estadounidense George Bush elaboró una lista con aquellos por los que transitaban el 70% de los contenedores con destino a Estados Unidos. Entre los 20 elegidos estaba Algeciras, por el que transitaban, años atrás, cerca del 80% de los contenedores entre Oriente Próximo y Norteamérica. Cuando más tarde amplió la lista, fueron añadidos los puertos de Valencia y Barcelona.
Washington firmó entonces acuerdos con la Unión Europea y, en España, con la Agencia Estatal de la Administración Tributaria, de la que depende el SVA, para que, primero, los hombres de su Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y, después, del Departamento de Energía pudiera operar en el puerto de Algeciras. El primer escáner que se instaló fue prestado por EEUU, pero ya en 2006 la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras adquirió el suyo.
Al año siguiente, el entonces embajador de EEUU en España, Eduardo Aguirre, viajó hasta Algeciras para comprobar in situ el funcionamiento de la Iniciativa de Seguridad en Contenedores, el nombre oficial del primer programa puesto en marcha, y de la Iniciativa Megaports, que consiste en detectar elementos radioactivos que puedan, por ejemplo, ser vir a la fabricación de una bomba sucia.
Poco se sabe de los hallazgos logrados gracias a un escáner cuya potencia es tan grande que puede dejar malherido a un polizón que se hubiera introducido en el contenedor. En 2007 sí trascendió que se detuvo un cargamento de 400 armas no declaradas que viajaban desde el puerto israelí de Haifa al de Cabezas en Nicaragua. Otros cargamentos sospechosos pueden, sin embargo, proseguir su ruta para que así las agencias de Inteligencia estadounidenses les sigan la pista.
En el local no figura una placa identificativa, pero posee la mejor puerta blindada de la región
Washington firmó acuerdos con la UE y España para que sus agentes trabajen in situ