El diseñador, de 70 años, delega la presidencia del grupo en su hija Adriana
la presencia de dos chefs famosos que, además de ayudar y aconsejar a los tertulianos, puntúan sus recetas. Cada semana dos protagonistas de las tardes de Telecinco hacen equipo y acuerdan un menú a su gusto, que pueda abastecer a sus seis contrincantes, dos cocineros y el presentador, que como no podía ser de otra manera, también será Vázquez.
Los chefs novatos tienen que ir el día antes a comprar juntos todos los ingredientes para su festín culinario, y el mismo viernes en Sálvame Diario comienzan a preparar la cena para una docena de comensales con un tiempo límite establecido. Todos ellos, además de cocinar, se encargan de preparar la mesa para sus comensales, que empiezan a llegar al finalizar el espacio diario. Tras el postre, la cena es puntuada tanto por sus rivales como por la audiencia, y ésta última tiene un papel decisivo.
La última cena arrancó por todo lo alto con Jorge Javier vestido de gala para la ocasión con un traje de lentejuelas brillante, acompañado por varios bailarines. El presentador cantó y demostró sus dotes como actor musical. Como era de esperar, la polémica se ha servido como plato principal de un menú en el que se ha comentado todo: desde el moco de Antonio Montero a lo borde que estuvo Lidya Lozano con la chef Begoña Rodrigo, la encargada de dirigir su cocinado, ganadora de la primera edición del Top Chef de Antena 3 y estrella Michelin. Pero es evidente que las estrellas no pagan las facturas, y Mediaset es generosa.