“El mayor reto, desde el punto de vista epidemiológico, es la consecución de la vacuna”
–¿El trabajo en la Secretaría se ha visto afectado por la pandemia?
–Con respecto al trabajo del personal de la secretaría general, hemos podido mantenerlo gracias al teletrabajo. Lógicamente, donde hemos tenido que volcar todos nuestros esfuerzos para que los efectos de la pandemia fueran minimizados ha sido en la coordinación con las universidades, definiendo las pautas para la docencia online, el sistema de evaluación, las prácticas, etc. Además, la situación ha provocado un importante incremento de las Conferencias de Política General Universitaria y Política Científica con los respectivos ministerios para debatir y consensuar los temas que han ido surgiendo. Es importante resaltar, además, las nuevas iniciativas de investigación contra el coronavirus puestas en marcha, desde plataformas tecnológicas para la creación de sinergias hasta líneas de ayudas específicas para proyectos científicos.
–Como bióloga, ¿cuál es el mayor reto?
–La principal dificultad es que era un virus desconocido. Los primeros momentos fueron de gran incertidumbre, que hoy aún persiste, aunque en menor grado. Es difícil hacer predicciones de la evolución con un virus desconocido. En cualquier caso, el progreso en el conocimiento de la enfermedad ha sido absolutamente espectacular. En dos meses se conocía la secuencia del virus y se habían visualizado las partículas víricas -en cualquier otro momento nos hubiera llevado diez años-. Indudablemente, el mayor reto epidemiológico es tener una vacuna, y, desde un punto de vista científico, conocer el mecanismo por el que los virus infectan las células, se reproducen y se diseminan. –Usted también es investigadora. Las ayudas económicas son esenciales. –Efectivamente, no se puede investigar sin ayudas económicas. Ni aquí ni en cualquier país del mundo. Solo en esta legislatura se han invertido desde esta consejería más de 100 millones de euros entre ayudas a la contratación de investigadores postdoctorales, incentivos para I+D+i, impulso a los Campus de Excelencia de Investigación, etc. –¿Cómo se plantea el futuro?
–Espero que esta pandemia nos haya servido para que la sociedad comprenda la importancia de la investigación. Para el futuro a corto y medio plazo tengo una actitud positiva. Se ha aprendido mucho y podremos afrontarlo con muchísimo más conocimiento, con más prevención. Esperemos que todos los avances permitan arbitrar medidas que repercutan en la mejora tanto desde el punto de vista sanitario como de investigación y, sobre todo, social.