La aldea sin el millón de personas de cada romería
La suspensión de la romería del Rocío ha supuesto un duro golpe para los rocieros pero también para la economía de muchas familias. A los establecimientos hosteleros ya no les salen las cuentas porque este fin de semana no se congregará en la aldea almonteña el millón de romeros de cada año. Las hermandades se han quedado en casa como miles de romeros y visitantes, y las pérdidas en los alojamientos, hostelería, transporte, avituallamientos o moda se empiezan a contar.