Andanzas de un policía muy bocazas
para quien un personaje público que debe de ser ecuánime con el comportamiento de los que piensan como él y no lo hacen.
No es la primera vez que Muñoz Leonisio, al que los compañeros le llaman el Pringue por el abuso que hace de la gomina en su pelo, es el centro de una polémica. “No es un mal policía, pero si hay que saltarse las normas para lograr sus objetivos, puede llegar a saltárselas”. Esto puede ser para bien o para mal. Durante los primeros días de la pandemia no paró hasta conseguir que se le hicieran los test a toda la plantilla, aunque las autoridades no tenían a los agentes locales en esta prioridad pese a estar trabajando en la calle.
Otros episodios anteriores son más oscuros. Dos de ellos los protagonizó junto a su amigo Sergio Buhigas, conocido empresario de El Puerto. Uno tuvo que ver con la documentación que se entregó para la autorización de un cotillón en el casco de bodega El Cortijo en la Nochevieja del año 2000 que acabó en un desastre organizativo. La fiesta estuvo plagada de irregularidades y se señaló a Muñoz Leonisio como el agente que había hecho la vista gorda. Se abrió una investigación de la que salió eximido de culpa porque no se pudo demostrar si fue él el autor de la falsificación de un documento.
Seis años después el policía montó una empresa con Buhígas para construir unas pistas de pádel. El Ayuntamiento le cedió unos terrenos en la avenida del Cisne y él, sin pedir permiso alguno, se lanzó a la poda de los árboles de la zona. Tuvo que pagar una multa.
En 2011 defendió que no le cobrara la tasa de la grúa a un edil del Ayuntamiento porque eso era una práctica habitual. El coche del edil fue retirado de la vía pública por estar mal aparcado y Muñoz Leonisio dejó que saliera sin que el concejal tuviera que abonar nada. Afirmó que hubiera actuado igual con cualquier autoridad. Es decir, las autoridades dejaban de ser como el resto de los ciudadanos, en este caso un concejal de Deportes.
En la policía unos le defienden y otros no le tragan, aunque fuentes de la policía dicen que tiene que ver con que es un cuerpo que está muy politizado con dos bandos muy claros. Tras los buenos resultados de Vox hubo una concentración en contra de este partido en la localidad gaditana y él escribió un post en el que llamaba a estos vecinos “70 piojosos ladrando”. Luego bromeaba con que tras la concentración había fumigado la plaza.
Muñoz Leonisio estuvo de joven en la Armada y, de ahí, a finales de los 80, dio el salto a la policía local de ElPuerto. Un concejal que durante cuatro años estuvo al frente de la seguridad le recuerda como “un hombre dicharachero. Rafa siempre ha sido un poco bocazas y cuando uno es así y tiene una herramienta como Facebook puede ser peligroso. Él es libre de pensar como quiera, pero no ha medido su papel público. Pero Rafa no tiene mal fondo”.
Muñoz Leonisio, funcionario, ha estado en la cúpula de la Policía Local desde los tiempos de Hernán Díaz con alcaldes de todo color político. Al socialista David de la Encina incluso le presentó a unos rusos que iban a hacer un gran proyecto de ocio en ElPuerto. El proyecto se resumía en un folio por las dos caras. Resultó un ‘bluf’. El viernes por la noche, a regañadientes y por orden de la concejal de Seguridad, se disculpó y pidió perdón si había ofendido a alguien. Decía que no lo había pretendido.