Un epidemiólogo pronostica que habrá brotes localizados más que una nueva oleada
● Plasència, asesor del Gobierno, apunta que volver a la situación de marzo “sería un fracaso colectivo inaceptable”
El escenario más previsible, si se mantiene la detección rápida de casos y la población respeta las medidas, es que se produzcan brotes localizados y no un crecimiento exponencial de los contagios de coronavirus, explica el epidemiólogo Antoni Plasència, uno de los expertos del comité que asesoró al Gobierno en el plan de desescalada. El virus circula y aún es un desconocido, destaca Plasència, que apunta que volver a la situación de marzo “sería un fracaso colectivo inaceptable” y aboga por un modelo de movilidad menos restrictivo que permita reactivar el turismo, siempre que se mantenga la capacidad de detección de focos y la respuesta rápida.
Director del Instituto de Salud Global de Barcelona y médico consultor de Salud Internacional del Clínic de Barcelona, Plasència cree que estamos mejor preparados para el futuro, pero alerta de que, aunque el incendio parezca controlado, puede reactivarse si los ciudadanos no son responsables y solidarios. Recalca que son más las cosas que no se saben del virus de las que se conocen, si bien cree “poco probable que el calor tenga un impacto decisivo” en su transmisión este verano, ya que en países cálidos ha habido una alta transmisión.
Aunque la incidencia de la temperatura y la humedad en la epidemia son aspectos que habrá que “seguir de cerca”, hay que asegurar que “los comportamientos sociales” del verano respeten las normas de higiene y prevención. Sobre la posibilidad de una nueva oleada en otoño, sostiene que hacer una afirmación tajante al respecto sería emitir una opinión porque nadie lo sabe.
“Sabemos algunas cosas del virus: que sigue circulando, que casi el 95% de la población española no tiene inmunidad y por tanto el escenario es que seguirá circulando y su misión en la vida es buscar a gente susceptible que no tenga defensas, multiplicarse y extenderse”, apunta el experto en medicina preventiva y salud pública .
“¿Qué pasa en otoño e invierno que no pasa ahora?”, continúa Plasència, que la gente pasa más tiempo encerrada y eso puede hacer variar las medidas de higiene y distanciamiento físico: “Lo prudente es pensar que puede haber un recrudecimiento, no necesariamente una oleada, y hay que estar preparados para poder responder”.
El experto explica que las infecciones se van reduciendo de manera lenta y que “el incendio parece controlado”, pero puede reactivarse si no se está muy encima del mantenimiento del control y la prevención. Si ese control se hace con rapidez y de manera sistemática, “más que un incendio masivo serán pequeños focos o pequeños incendios”. Asegura que con el conocimiento y las lecciones aprendidas, “volver a la situación de marzo sería un fracaso colectivo inaceptable”, lo cual “no quiere decir que colectivamente no volvamos a fracasar”.
Especial preocupación le merecen los más jóvenes, que “no sienten su salud tan amenazada”, se creen menos vulnerables, y por ello considera que deberían hacerse campañas de información especialmente dirigidas a ellos. Afirma que “nunca antes en nuestra historia hemos estado mejor preparados científica, técnica e incluso políticamente para poder obtener una vacuna efectiva y segura” que sea accesible para toda la población mundial. Sin embargo, precisa que no se deben generar expectativas infundadas. “Ciencia rima con paciencia y no con prisas”, dice.
El virólogo ve “poco probable” que el calor frene la transmisión del virus