Ambición y compromiso para una Andalucía más sostenible
La pandemia del Covid-19 no ha hecho más que evidenciar la estrecha relación entre todos los seres que habitamos el ecosistema Tierra
LA nueva normalidad poco a poco se va abriendo paso en nuestras vidas. Los comercios y bares, vuelven lentamente a subir sus persianas, las calles y plazas se llenan otra vez de vida y playas y montañas vuelven a sentir la presencia de las personas.
Pero esta vuelta paulatina se hace en un contexto de cambios. De cambios en lo social, en lo económico y también en lo ambiental, donde debemos repensar cómo hemos actuado hasta ahora y la oportunidad que tenemos de poner un nuevo rumbo al futuro de nuestro planeta.
Hoy, 5 de junio, celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente con muchos desafíos por delante, especialmente tras esta pandemia que nos ha forzado a reflexionar desde nuestras casas sobre nuestras vidas y sobre un futuro hoy más incierto que nunca.
Los retos ambientales estaban ya marcados antes de la llegada del Covid-19. Primero, el cambio climático como principal y compleja amenaza, pero también la pérdida de biodiversidad, la contaminación o la acelerada deforestación, continúan estando ahí después de esta crisis, la cual no ha hecho más que evidenciar la estrecha relación entre todos los seres que habitamos el ecosistema Tierra.
Pero también estaban ahí las posibles soluciones que hasta ahora no se han tomado con la seriedad debida. Comenzando por el Protocolo de Kioto, el impulso definitivo a las energías renovables, el fin de la obsolescencia programada y el impulso a la economía circular. Recientemente empezamos también a escuchar el término Green New Deal al que se suma en esta pandemia la Alianza para una Recuperación Verde basada en el Pacto Verde Europeo.
La pregunta crucial que nos hacemos es si la crisis económica que está ya entre nosotros va a ahondar en los problemas existentes o vamos a aprovecharla para plantear soluciones estables. Si vamos a salir con la misma mentalidad de antes o vamos a apostar decididamente por la “digitalización, descarbonización y resiliencia” como piden los proponentes del citado Pacto.
El contexto andaluz enfrenta además en lo inmediato una depresión basada en la fragilidad del turismo global. Turismo especialmente basado en el sol y playa de unas costas que sufren ya las variaciones del cambio climático como se vio tras los tornados del 2018 que devoraron casas y paseos. El 13% del PIB andaluz, ligado al sector turístico, es muy poco resiliente, como ha venido a mostrar esta crisis global, donde el turismo internacional es lo primero en recogerse y lo último en recuperarse.
Quizá una tierra tan rica en biodiversidad y ecosistemas y por tanto gastronomía y tradiciones, con más de 300 áreas protegidas en 2,9 millones de hectáreas, y la comunidad autónoma con más superficie protegida, debería migrar su turismo a nuevos nichos de mercado basados en su capital natural y cultural.
Nosotros desde Cada Lata Cuenta, programa europeo de educación ambiental que promueve el reciclaje de latas de bebidas en espacios públicos, somos conscientes de este gran reto que tenemos entre manos. Por ello, llevamos tiempo apoyando a los festivales y administraciones locales a dar ese paso a la sostenibilidad, que no es sino una de las patas para aumentar el valor añadido. El festival Etnosur en Alcalá la Real es así una de nuestras colaboraciones más preciadas, también estamos presentes en los dos Womad nacionales y un sinfín de citas musicales por todo el Estado. En ellos buscamos potenciar y asesorar en medidas de sostenibilidad, como el reciclaje de envases, a través de la educación ambiental entre la audiencia, todo ello desde la empatía y el ejemplo que dan nuestros dinamizadores, transformando y promoviendo sostenibilidad en estos eventos desde la acción.
Las playas son también un lugar excepcional para promover un turismo sostenible y de calidad, donde la gestión de residuos tiene un lugar importante.
También aquí anteriormente hemos llevado a cabo iniciativas como el RedBull Tarifa2, con el que desplegamos un dispositivo de reciclaje de latas de bebidas en la costa gaditana y logramos el 100% de reciclado de los envases consumidos en el evento.
Este verano, si la pandemia lo permite, Andalucía seguirá estando también en nuestros planes. Tras haber pasado con la campaña Circula tu lata por Canarias, Cataluña y Baleares en la pasada temporada estival, este verano nos gustaría llevar a la maravillosa costa andaluza nuestro mensaje. En esta campaña hablamos de la importancia de una economía circular, donde la recogida selectiva de materiales reciclables juega un papel crucial.
Para ello tomamos como ejemplo las latas de bebidas, un envase 100% reciclable tantas veces como entre en el contenedor amarillo. Por ello no es descabellado pensar que en 10 o 15 años podamos llegar pasar de la tasa de reciclaje del 87% actual a un 100%. Ello implicaría que la totalidad de las latas de bebidas consumidas se fundieran para formar nuevos objetos, desde sartenes que utilizamos en nuestro día a día hasta modernas placas de satélite. Esta capacidad de los metales de reciclarse y permanecer entre nosotros ha favorecido que cerca del 70% del material puesto en circulación en nuestra historia siga dando servicio en la actualidad. Ello, sumado a las constantes mejoras para reducir sus emisiones y el gasto energético durante el proceso de reciclaje, lo convierten en envases ideales en un entorno de economía circular.
Circularidad y valor agregado son términos clave para elevar la resiliencia de nuestros ecosistemas, no solo los naturales, sino los sistemas sociales y económicos, que debemos reconocer ya dentro de un sistema planetario que nos conecta e interrelaciona.
Hoy 5 de junio, no es una celebración más del medio ambiente. Saliendo poco a poco de esta etapa que nos ha dado un espacio para pensar, estamos en un punto de inflexión que traerá consigo nuevas oportunidades y también retos. Esperemos que la calmada ref lexión obligada del confinamiento nos haga tomar decisiones más pausadas e inteligentes, levantando la mirada a un futuro más incierto de lo que pensábamos y mucho más ligado a los ambientes globales en los que nos desarrollamos. El planeta no puede esperar y ello requiere grandes dosis de ambición y compromiso.
Soluciones al planeta La Alianza para una Recuperación Verde basada en el Pacto
Verde Europeo