La provincia encara su nueva normalidad con la entrada en la Fase 3
● Más aforo en los bares, zonas comunes de hoteles y viajes entre provincias son las grandes novedades ● Juanma Moreno pide prudencia en los desplazamientos a la playa
La Fase 3 ha llegado ya a Huelva, y con ella, las dos últimas semanas bajo el estado de alarma, casi tres meses ya desde que se decretara por parte del Gobierno. La luz al final del túnel es ya visible y la vuelta a la normalidad es sólo cuestión de días. Aunque sea una normalidad condicionada a partir de ahora por medidas preventivas que no llegarán a los extremos que siguen marcando el desarrollo de la vida cotidiana.
Lo más destacado del momento viene de la libre circulación entre provincias. Ya no habrá restricciones y la provincia onubense lo notará especialmente a las puertas de una época veraniega que será muy singular este año.
El Gobierno andaluz, después de una tensa espera, avanzó el viernes que pediría esa libre circulación en la comunidad sin condiciones. Y el Ministerio de Sanidad confirmó que no habría razones para impedirlo. A una semana de la apertura oficial de la temporada de playas, por tanto, se dispone ahora Huelva a recibir a visitantes y veraneantes, a todos aquellos que poseen su residencia costera en los municipios onubenses, de quienes, en buena medida, dependerá que remonte el consumo y se proporcione una necesaria inyección de fondos a la economía local.
Matalascañas se adelantó ayer y se abrió este domingo a los bañistas de forma oficial, levantando, además, la prohibición que había mantenido hasta ahora. No es de extrañar que hoy mismo se dispare el número de residentes ocasionales con la llegada de visitantes de la vecina Sevilla para revisar el estado de sus viviendas e inaugurar la época veraniega con un primer paseo playero.
El resto de playas del litoral no prohíben el baño pero será la semana que viene cuando activen el plan de playas que cada verano abre la temporada. Pero no habrá que esperar hasta entonces para que visitantes procedentes de otras provincias cercanas en Fase 3, como Sevilla o Córdoba, vuelvan a la costa onubense sin más esperas.
Fuentes sanitarias ya han advertido días atrás que la relajación en las medidas preventivas puede ser peligrosa en ese reencuentro con vecinos de otras provincias. Y ahí es donde las próximas semanas se terminarán de definir los protocolos de actuación en cada núcleo poblacional, en los que ya las directrices de la Junta de Andalucía y de los propios ayuntamientos, siempre con la supervisión del Ministerio de Sanidad, tomarán el control.
Uno de los sectores a los que se espera que beneficie más esta entrada en la Fase 3 es el de los hoteles. La movilidad entre provincias dará un motivo más para la reapertura de establecimientos, sobre todo en la costa, donde se espera que sean muchos los visitantes ávidos de dejar atrás semanas de intenso confinamiento volviendo a contemplar la infinidad del horizonte marítimo en estos momentos de buenas temperaturas que acompañan.
Por lo pronto, desde hoy los establecimientos hoteleros pueden reabrir sus zonas comunes con la restricción del 50% de su aforo. Y las actividades de dinamización que organicen, preferentemente al aire libre, tendrán un cupo máximo de 20 personas.
Más allá de eso, las actividades turísticas y de naturaleza que se desarrollen en la provincia admitirán ahora grupos de un máximo de 30 personas, que será de 20 en el caso de visitas con guías, con cita previa, como es el caso de los itinerarios para visitantes que se realizan por la capital.
Los centros recreativos turísticos también se limitan ya al 50% de su aforo (un tercio para lugares cerrados y atracciones), con limpieza, al menos dos veces al día, en todas las superficies de contacto y tránsito de visitantes.
La hostelería y restauración se suma también a los sectores que deben celebrar el cambio de fase. La nota más llamativa la da la recuperación de una imagen tradicional: vuelve el consumo a las barras de bar. Eso sí, con la condición de que se preserve la separación mínima de dos metros.
Las terrazas amplían su aforo máximo al 75%, con un tope de 20 personas, y en el interior de los locales se permitirá la estancia al 50% de su capacidad total, contemplando también la distancia social entre los clientes y las medidas de higiene ya habituales.
El comercio podrá dar paso al interior de sus establecimientos hasta la mitad de su aforo, mientras deben habilitar un horario de atención preferente a los mayores de 65 años como colectivo de población más vulnerable.
Los centros comerciales también cuentan con esa limitación de entrada en sus locales, que es del 40% en las zonas comunes de todo el recinto comercial.
Los mercadillos podrán seguir operando en los municipios pero con una reducción de sus puestos a la mitad, permitiendo salvaguardar la distancia mínima personal de dos metros y prohibiendo que la clientela pueda manipular directamente los artículos. Eso sí, los ayuntamientos se reservarán la potestad de ampliar la superficie destinada a los puntos de venta para que el cupo se amplíe y también podrán destinar nuevos días a la venta.
Esta última fase de la desescalada será la transición definitiva hacia la llamada nueva normalidad que comenzará la última semana de junio, por primera vez sin estado de alarma desde marzo. Quedará ya poco margen para que los municipios costeros de Huelva, con la Junta de Andalucía, cierren la forma en que se procederá este verano en lugares de especial aglomeración de población. Hasta entonces, queda claro que desde hoy mismo el escenario ha cambiado definitivamente.
Desde hoy se volverá a ver la imagen de clientes apostados en las barras de los bares