La cuarentena obligatoria de quienes lleguen al Reino Unido entra en vigor
El Ministerio de Sanidad registra 55 muertes por Covid-19 en un día, la cifra más baja desde marzo
La polémica cuarentena que obliga a los llegados al Reino Unido a someterse a un encierro obligatorio de 14 días entró ayer en vigor, una medida que el Gobierno británico ve necesaria para evitar la propagación del coronavirus, pero que ha puesto en pie de guerra al sector turístico y de la aviación.
La norma se enmarca en el proceso de desescalada que el Reino Unido ha iniciado a diferentes velocidades según las regiones, y que ya permite la vuelta a los colegios de algunos cursos de primaria y la apertura de tiendas de algunos bienes no esenciales, aunque bares y restaurantes continúan sirviendo sólo pedidos a domicilio.
El grupo hispanobritánico IAG (que incluye a British Airways, Iberia, Vueling, Level y Aer Lingus) y sus rivales, la británica Easyjet y la irlandesa Ryanair, han remitido una carta al Gobierno como parte del proceso judicial que han iniciado para pedir a los tribunales que cancelen la cuarentena.
En la misiva, a la que tuvo acceso Efe, las aerolíneas aducen que la medida es “desproporcionada” e “injusta” e instan al Ejecutivo del primer ministro, Boris Johnson, a eliminarla porque, matizaron, “tendrá un efecto devastador para el sector turístico con la destrucción de miles de puestos de trabajo en esta crisis sin precedentes”.
Desde ayer, cualquiera que llegue al Reino Unido en avión, ferry o tren, incluidos los ciudadanos británicos, debe rellenar un formulario para proporcionar sus datos de contacto y alojamiento en el país y, si no lo tiene, el Gobierno le facilitará uno que será costeado por el visitante.
Se recomienda utilizar un vehículo propio, siempre que sea posible, para evitar el uso del transporte público y los taxis y, una vez en la residencia elegida, no se debe salir para ir a trabajar, acudir a la escuela o a ningún lugar público, ni siquiera para comprar alimentos o medicinas, ya que se aconseja contar con alguien de confianza para hacer estas gestiones.
La medida contempla que agentes británicos realicen visitas domiciliarias aleatorias para vigilar que la norma se cumpla, aunque el sector turístico ha puesto en duda que esto sea posible aludiendo, como ejemplo, a los problemas que el Ejecutivo está teniendo para poner en funcionamiento su sistema de rastreo de contagios.
Hay excepciones que cubren a los ciudadanos procedentes de la vecina Irlanda y a los trabajadores de ciertas industrias, como la agricultura, el transporte por carretera y los profesionales sanitarios, pero para el resto se trata de una pauta obligatoria y su incumplimiento puede acarrear una multa de hasta 1.000 libras (más de 1.100 euros).
El Reino Unido registró 55 nuevas muertes por Covid-19 desde el domingo, la cifra más baja desde que se impuso el confinamiento el pasado 23 de marzo, lo que eleva el total de fallecidos por coronavirus hasta los 40.597, informó ayer el Ministerio de Sanidad.
Su titular, Matt Hancok, precisó que los lunes siempre se comunican datos más bajos debido al retraso en el registro de muertes y contagios durante el fin de semana, si bien destacó que la cifra supone prácticamente la mitad de decesos que el lunes pasado y que el mismo día de la semana anterior. El número de casos nuevos fue de 1.205, lo que también supone el registro más bajo desde el inicio del confinamiento.
Hancok afirmó que la tasa de contagio se sitúa en menos de uno en todas las regiones del país, así como que ha disminuido el número de admisiones hospitalarias y de personas contagiadas ingresadas en centros sanitarios.
Las aerolíneas instan al Gobierno a eliminar esta “desproporcionada e injusta” medida