La Junta descarta bajar la ratio y contratará a profesores de apoyo
Educación usará el fondo de contingencia para ampliar la plantilla y digitalizar las aulas Imbroda deja en manos de los centros la organización si no hay vuelta al cole presencial
Más profesores y más tecnología en el aula como medidas frente al Covid-19. La Consejería de Educación presentó ayer a los sindicatos, en mesa sectorial, las instrucciones que marcarán el próximo curso escolar, condicionado por la pandemia. La Administración autonómica se mantiene firme en su idea –que adelantó este periódico– de que la organización de las aulas continúe como hasta antes de que se decretara el estado de alarma. El departamento de Javier Imbroda deja en manos de los centros la organización si seproduce un “escenario de no presencialidad” en el curso próximo.
Inicialmente, la Junta no tiene intención de disminuir la ratio a 15 alumnos por clase, como propone el Ministerio de Educación
Se evaluará a cada alumno para conocer lo que ha aprendido este tercer trimestre
y que ayer recogía el decreto que regulará la nueva normalidad, publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Frente a dicha reducción, Educación plantea como medidas para la vuelta a las clases presenciales una mayor dotación digital y el refuerzo docente, es decir, maestros y profesores de apoyo para lograr una mejor atención al alumnado, solución que los sindicatos llevan reclamando desde hace años.
El propio consejero explicó en el programa Hoy en día, de Canal Sur Televisión, que la petición de la ministra de Educación, Isabel Celaá, de que las ratios bajen a un máximo de 20 alumnos por aula “requiere de unos recursos infinitos” con los que la Junta no cuenta actualmente, en concreto, los referidos al uso de otras instalaciones no docentes para el desdoble de los grupos.
“Hay otras maneras de reducir la ratio”, refirió Imbroda, quien detalló que una de las alternativas es la de “incorporar más docentes al aula”, que sirvan de personal de apoyo. La consejería se los asignaría a cada centro educativo y los equipos directivos se encargarían de distribuirlos según las necesidades que detecten en los colegios e institutos.
Un planteamiento, no obstante, que queda condicionado a la dotación que reciba Andalucía del fondo de contingencia estatal, de 16.000 millones de euros. De dicha cantidad, unos 2.000 son para Educación. El último criterio establecido por el Ejecutivo de Pedro Sánchez es que el reparto por comunidad autónoma vaya en función del número de alumnos escolarizados entre los 0 y 16 años, por lo que, según cálculos del Gobierno andaluz, a esta región le corresponderían 372 millones. De confirmarse esta cantidad, se invertiría en la mejora tecnológica de las aulas y en la contratación del personal de apoyo que permitiría, dado el caso, hacer “agrupamientos más f lexibles”.
La dotación tecnológica resulta necesaria para la elaboración de un plan de actuación digital que fomente la competencia en este ámbito, que se ha demostrado esencial en estos tres meses del estado de alarma, cuando las clases se han desarrollado de forma telemática y sin regreso al aula en la desescalada, una decisión que también ha sido puesta en entredicho por la ministra Celaá.
En las instrucciones, además, según advirtió el sindicato ANPE, se fijan diversas directrices para modificar los planes de organización de los centros y para la adaptación de las programaciones didácticas en función de la evolución de la pandemia y ante un posible rebrote de coronavirus. Para ello, se establecerán unos contenidos considerados “fundamentales”. Dentro de este plan de contingencia, también se advierte a los equipos directivos de la necesidad de contemplar posibles escenarios de educación presencial y a distancia, según las necesidades que surjan.
El consejero adelantó que, ante un posible caso de contagio o rebrote en un colegio, “se actuará sólo sobre ese centro, que se aislará y se someterá a cuarentena, pero no en el resto”. Imbroda argumentó que la opción de regresar al colegio con “normalidad” obedece, entre otras razones, a que “la pandemia se va dejando atrás” y a que el decreto estatal contempla dicha posibilidad cuando no sea posible mantener el metro y medio de distancia, siempre, eso sí, cumpiendo con las medidas de higiene.
Las instrucciones también recogen la necesidad de establecer un diagnóstico individualizado de cada alumno. De esta forma, se otorga especial importancia a la evaluación inicial, que será muy “relevante” el próximo curso con el fin de detectar los posibles aprendizajes imprescindibles que no se hayan adquirido correctamente en el curso que ahora finaliza, de modo que se pueda prestar un refuerzo de dichos contenidos tras las vacaciones de verano.
El nuevo curso escolar será el principal motivo de debate en la conferencia sectorial que se celebra hoy entre la ministra Celaá y los consejeros de Educación de las autonomías.