La apuesta de los viajeros por las casas rurales eleva su precio
Turismo Costa del Sol prevé una ocupación media del 40% este verano y un mayor interés a nivel nacional
Tras dos meses de confinamiento hay ganas de viajar con la familia o amigos, pero con seguridad. Las casas rurales vuelven a coger protagonismo este verano –sobre todo aquellas que tienen piscina– y eso está provocando que el precio –que hace unas semanas era muy bajo por la incertidumbre existente– se esté recuperando hasta el punto de que, según un estudio de Turismo Costa del Sol, el precio medio en el conjunto de empresas que intervienen en el turismo rural (alojamiento, guías, actividades, etcétera) podría estar entre un 10% menos y un 5% más que el verano pasado. Teniendo en cuenta que este verano es atípico y que, si no hay rebrotes, se va a ir recuperando la confianza, todo apunta a que las viviendas rurales podrían mantener los precios del año pasado, salvando así los muebles.
Hay oferta de todos los tipos y a todos los precios. Un grupo de cuatro familias con hijos pequeños, por ejemplo, han reservado una casa en Alora para el primer fin de semana en agosto por 700 euros, a razón de 350 euros la noche. “Es un precio alto para un fin de semana, pero la casa es grande, tiene piscina y lo repartimos entre cuatro por lo que no sale tanto y así estamos todos más tranquilos, con los amigos y sin aglomeraciones”, explica Antonio Sánchez, uno de los asistentes.
Normalmente los propietarios de las viviendas intentan alquilar las casas por periodos largos –con