Gracias, Paula
Me gustaría felicitar en la figura de mi nieta Paula a todos los jóvenes que, a pesar de las dificultades de los tiempos en los que vivimos, no pierden la ilusión por la vida y a los que nadie pone voz. Paula es una joven veinteañera que nos transmite mucha alegría con su personalidad y con su dedicación a sus estudios. Está estudiando un doble grado en Ciencias Políticas y Sociología; dos años hechos en Sevilla y este curso en Valencia, con una beca Sicue y todos salvados con acierto total. Tuvo que salvar el escollo del vil virus; regresó a Huelva y no se amilanó y a través del ordenador ha sacado el curso con una puntuación muy positiva, a pesar de estudiar en una rama difícil y dejando el pabellón andaluz muy alto, haciendo ver que el nivel de nuestras universidades no tiene
nada que envidiar al de otras zonas de España, más bien al contrario. Cuando se pueda viajará para recoger todo de Valencia y terminar de sacar el carnet de conducir, ya que tuvo que dejar todo a medias, como tantos otros, y sin saber cuándo podría solucionar lo que allí dejó. Conociendo su capacidad, seguro que lo consigue y se trae de allí el carnet de conducir. Está muy preocupada con todo lo del coronavirus y cómo afecta a los mayores, sobre todo a sus abuelos. Siempre tiene una frase cariñosa para pedirme: “Deséame suerte, abuelo”. Ella sabe que no depende de la suerte, que puede con todo. Ahora, si Dios quiere, regresará a Sevilla a la universidad para hacer cuarto, aunque si
gue sin saber en qué condiciones, como miles de jóvenes. Querida Paula, por todo lo que llevas conseguido a pesar de los malos momentos que hemos vivido, bien mereces unas líneas de tu abuelo. Ánimo preciosa, nosotros trataremos de seguir viviendo para disfrutar de ti, ver tus futuros éxitos y de las pequeñas Lucía y María. Lo mejor de todo es que sabes que detrás de ti, apoyándote, hay una familia unida que trata de compar tir el cariño. Juan Romero Márquez