Satisfacción en el sector del automóvil con el plan
El sector del automóvil se mostró satisfecho en términos generales con el plan del Gobierno y pidió que se implemente de forma “rápida y sencilla” para poder activar cuanto antes los mercados y la actividad en las fábricas. El presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles (Anfac), José Vicente de los Mozos, insistió en que la competitividad es lo único que nos defiende fuera de España y recordó que el problema de sobrecapacidad instalada que tiene la industria del automóvil se ha visto incrementada con la crisis generada por la pandemia. Por su parte, el presidente de la patronal de concesionarios oficiales, Faconauto, Gerardo Pérez, afirmó que el plan va a traer muy buenas noticias en los próximos meses. Gerardo Pérez, que recordó que las 2.200 empresas concesionarias de automóviles emplean de forma directa a 161.500 trabajadores, añadió que necesitan recuperar a todo su personal, que es cualificado y al que no van a “dejar escapar”. Pérez dijo también que el plan acerca más el vehículo eléctrico a la demanda de los clientes y que es un plan que “no deja a nadie atrás”, con un incentivo acelerado para las rentas bajas, al tiempo que ha agradeció al Gobierno que haya aprobado un plan Renove de ocho millones de euros para la renovación del parque de vehículos agrícola español.
Por su parte, la presidenta de la patronal de componentes de automoción Sernauto, María Helena Antolín, valoró que el plan incentive fiscalmente la innovación de procesos e indicó que permitirá traer más modelos a España y que la industria de componentes española sea más competitiva, al tiempo que señaló que sería un mecanismo muy potente la flexibilidad en la amortización de inversiones.El director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso al Vehículo Eléctrico (Aedive), Arturo Pérez de Lucia, apuntó que España cuenta con una base de fabricación de vehículos eléctricos, pero no es suficiente, y uno de los retos que hay es reforzar esa apuesta. Finalmente, CCOO y UGT también aplaudieron el plan, pero pidieron a las empresas más conciencia social y menos despidos.