Relevo en la Diócesis
● José Vilaplana se muestra agradecido y dice que ha tenido a Huelva “como una familia” ● Destaca del nuevo prelado que es un “un hombre de fe, humilde, cercano y trabajador”
● Santiago Gómez Sierra reemplaza a José Vilaplana Blasco como obispo de Huelva
Santiago Gómez Sierra Obispo preconizado de Huelva Entre los retos está la lucha contra la desigualdad social que la pandemia acrecienta”
“Tengo ganas de llegar y conocer de una manera cercana a la Diócesis”
El obispo de Huelva, José Vilaplana Blasco, a partir de ahora ejerciendo de administrador apostólico, anunció ayer que el papa Francisco ha nombrado nuevo obispo de la diócesis a Santiago Gómez Sierra, en la actualidad obispo auxiliar de Sevilla.
José Vilaplana ha dicho sentirse “muy contento” por el nombramiento de Santiago Gómez y afirma de él que es “un hombre de fe, humilde, cercano y trabajador”, e invitó a “acogerlo en nombre del Señor” con el mismo afecto que los onubenses le han tenido a él.
Santiago Gómez ha mostrado ya, en palabras trasmitidas por José Vilaplana, “sus deseos de venir cuanto antes”. Se espera su toma de posesión de la diócesis de Huelva para finales de julio.
Señala Vilaplana que el nuevo obispo “aportará mucho a la Diócesis y a lo que ya está en marcha. Conoce Huelva, tiene muchas ventajas porque ha sido vicario episcopal en Córdoba y
José Vilaplana Blasco
Administrador apostólico
En esta última etapa de mi vida que ahora comienza estoy tranquilo y agradecido”
obispo auxiliar de Sevilla”.
Destaca de él que es un gran experto en Educación y Pedagogía, lo que ve importante para todos en estos tiempos.
José Vilaplana se mostró muy contento de que su último acto como obispo fuese el pasado domingo, Festividad del Corpus Christi, en el que culminó la celebración en la Santa Iglesia Catedral con la bendición con el Santísimo a toda la ciudad.
En estos momentos José Vilaplana se muestra “muy agradecido por la acogida tenida en Huelva en estos casi 14 años de servicio pastoral”. No olvida que es ahora cuando debe afrontar “la última etapa de mi vida; estoy tranquilo y agradecido”, aunque sonreía diciendo que “no me creo este momento”. Tiene previsto trasladarse a Tierra Santa, donde estará un año en Cafarnaúm.
A la hora de la despedida, señala, que “he asumido el trabajo con mis cualidades y mis límites; no sintiéndome nunca dueño, sino servidor de todos”. Se siente satisfecho de haber podido llegar a muchas personas. Mostró su alegría por la buena acogida en Huelva, “su generosidad en estos 14 años, en los que nos ha tocado vivir la crisis económica, y he sentido la solidaridad cercana de muchas personas, que ha hecho posible poner en marcha importantes iniciativas”.
No olvidó a las hermandades, de las que dice “han sabido responder al reto planteado de profundizar en la formación y en el compromiso social”.
Una de sus mayores alegrías afirma que ha sido el Seminario, del que han salido durante este tiempo 20 sacerdotes que él mismo pudo ordenar.
Considera que durante su tarea episcopal en Huelva “ha sido una bendición estar a la sombra de don Ignacio, que ha sido como un padre y un hermano, discreto, respetando mis iniciativas, sabiendo que lo tenía al lado”.
Igualmente reconoció y agradeció la labor de su “equipo de colaboradores que han trabajado muy bien, como en familia; ese es el servicio que he querido ofrecer a Huelva, que nos sintiéramos como una familia”. Así recordó que los dos planes evangélicos han tenido como centro la familia, el primero La parroquia es mi familia y el que acaba de concluir La alegría de ser y vivir como cristiano hoy en Huelva.
Su encuentro con los periodistas que tuvo lugar a las doce de la mañana en el Obispado, a la misma hora que en Roma se hacía lectura de su nombramiento, lo concluyó José Vilaplana señalando que “nunca uno puede decir sentirse satisfecho, pero sí que estoy muy agradecido y contento”.