Pyongyang eleva la tensión rechazando el diálogo con Seúl y remilitarizando la frontera
Tras destruir en la víspera la oficina de enlace intercoreana, Pyonyang rechazó ayer dialogar con el Sur y anunció el reenvío de tropas a la frontera, subrayando su voluntad de reactivar las tensiones y forzar una negociación sobre relajación de sanciones.
En un comunicado difundido por la agencia estatal KCNA, Kim Yo-jong, hermana del líder Kim Jong-un, rechazó el envío de delegados sureños al Norte –una oferta que Seúl aún no había hecho pública– para dialogar y tratar de desactivar la tensión.
Kim Yo-jong, aseguraba la nota, “hizo saber nuestra postura de que rechazamos de plano la propuesta siniestra y carente tacto”.
KCNA publicó otro comentario en el que Kim Yo-jong calificó de “repugnante” un discurso pronunciado el lunes por el presidente surcoreano, Moon Jae-in, con motivo del 20 aniversario de la primera cumbre intercoreana en el que instó al Norte a no dar marcha atrás en el acercamiento. Kim aseguró que las palabras de Moon estaban cargadas de excusas y que no se disculpó por el envío de panfletos de propaganda contraria al régimen por activistas desde el Sur, motivo por el cual asegura que optó por cortar lazos con Seúl.
La oficina presidencial surcoreana, que hasta ahora había mostrado casi siempre un perfil muy f lexible y tolerante con Pyonyang –hasta el punto de ser criticado por denunciar a los activistas que envían los globos–, decidió ayer replicar con dureza.
“Carece de sentido este menosprecio realizado en un tono muy grosero y sin comprender el propósito (de la oferta de diálogo)”, dijo en rueda de prensa su portavoz, Yoon Do-han, quien criticó la “falta de etiqueta” del Norte a la hora de hacer pública la oferta de diálogo y afirmó que Seúl no tolerará “más esta retórica indiscreta” que “daña” la confianza mutua.