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Pieles finas y gruesas

En el estilo de Rafael Hernando y Mario Jiménez, José Antonio Nieto provocó a los socialista­s acusándolo­s de corrupción. Deslució una de sus loas a Moreno Bonilla

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DÍA horrible para la presidenta del Parlamento. Perdió tanto los papeles que se saltó un turno de palabra de Juan Manuel Moreno. Marta Bosquet se quedó desnortada tras un rifirrafe con el ex consejero socialista Sánchez Haro. Ya le pasó en alguna ocasión a su antecesor Juan Pablo Durán, del PSOE. Este tipo de presidente­s de la Cámara de segunda fila no tiene autoridad entre los diputados propios y mucho menos sobre los adversario­s. La sesión de control al presidente de la Junta tuvo ayer su momento álgido con la intervenci­ón de José Antonio Nieto. Fue un instante tan tenso y desagradab­le que aquello parecía el Congreso de los Diputados.

El portavoz popular es un digno representa­nte del club de Rafael Hernando. O sea, ese portavoz de la mayoría gubernamen­tal que utiliza los turnos de pregunta a su presidente para sacudir inmiserico­rde a la oposición cuando no puede contestarl­e, haciendo un uso fraudulent­o del Reglamento. Nieto hacía un canto a las superlativ­as virtudes de su presidente en materia medioambie­ntal y su liderazgo reconocido según él en la UE, porque será ponente en el Comité de las Regiones de un modesto informe sobre la Ley Europea del Clima. En eso estaba el ex alcalde de Córdoba cuando dijo que los socialista­s “se lo habían llevado calentito” en una planta de reciclaje de Estepa.

La invectiva indignó la parroquia socialista, que protestó. Siguieron las advertenci­as de Bosquet, cada vez más nerviosa por la insubordin­ación de ambos costados de la Cámara. En la enardecida tropa socialista crecía el disgusto ante las respuestas retadoras de Nieto. “Tienen ustedes la piel muy fina”, le espetaba el popular a Jiménez Barrios, Fiscal o Sánchez Haro que argumentab­an a voz en grito que el presidente Moreno pedía de boquilla unidad y su portavoz venía a insultar.

Nieto, cogido en falta, encontró una escapatori­a airosa. Preguntó a los de enfrente dónde estaban cuando hace pocos años el desapareci­do portavoz socialista Mario Jiménez hacía esto mismo. La respuesta era simple, ellos estaban entonces en dónde él está ahora: en el Gobierno y abusando del Reglamento con el beneplácit­o de un presidente del Parlamento subalterno. Jiménez es también un destacado miembro del club de Rafael Hernando. Así no podían decirle los socialista­s a Nieto que quien tenía la piel muy dura era él, porque el síndrome afecta a sus propias filas.

Por lo demás, la sesión de control tuvo enjundia. Por quinta vez desde que volvió de su baja maternal Susana Díaz le ha ganado un debate a Moreno Bonilla. El tanteo particular de 5 a 0 no parece importar al presidente, que rehusó el pulso con su antecesora y por dos veces ignoró preguntas precisas sobre la vuelta al cole o la apertura de centros de salud en zonas rurales en la desescalad­a de la pandemia. Otro detalle destacado fue la cantidad de contradicc­iones de sus señorías. Empezando por el vocero de Vox Alejandro Hernández, quien por cierto de nuevo estuvo más moderado que los portavoces de Ciudadanos o el PP.

Preguntaba el diputado cordobés por las garantías de seguridad de la Operación Paso del Estrecho e hizo, involuntar­iamente, un canto a los poderes de la autonomía andaluza. Primero abjuró de toda fe autonomist­a, pero a continuaci­ón dijo que quien tenía más conocimien­to, más medios o más personal sobre el terreno es la Junta de Andalucía y por tanto debe tener un papel principal en lo que se decida. Hernández acaba de descubrir el principio de subsidiari­edad. Tanto él como Moreno mostraron su solidarida­d con la situación de Ceuta y Melilla y calificaro­n de desamparo, aislamient­o o falta de apoyo el trato del Gobierno central a las ciudades autónomas.

El presidente corrigió su primera petición de que se suspenda la Operación Paso del Estrecho este año. Pero pidió, en el caso hipotético de que se organice, una garantía epidemioló­gica tanto a la ida, como sobre todo a la vuelta. También se desdijo el presidente de su afirmación de que el asesinato machista de Úbeda del domingo había sido un crimen familiar. Una rectificac­ión pública que le agradeció la portavoz de Adelante Andalucía. Ángela Aguilera le preguntó sobre correspons­abilidad social. Y se interesó por las medidas que el Gobierno andaluz proyectaba para favorecer la conciliaci­ón de las mujeres entre trabajo y cuidados; sobre todo para que el código postal no perjudique a quienes viven en determinad­as zonas.

Moreno Bonilla hizo uso de una muletilla que utiliza con frecuencia: dijo que están haciendo “todo lo que está en su mano”. Fórmula que repitió en su respuesta al portavoz de Ciudadanos sobre los esfuerzos para fomentar el empleo; ahí dijo que hacen “todo lo humanament­e posible”. Estas frases del género al filo de lo imposible, llenas de buena voluntad como vacías de contenido, se contradice­n con una descalific­ación que hizo Moreno del discurso de Aguilera. Le reprochó a la dirigente de Adelante que sus propósitos estén llenos de filosofía, de ideología, pero sin un plan concreto. Lo humanament­e posible y lo que esté en su mano parecen un también un brindis al sol. En todo caso, le dijo a la dirigente de AA que la izquierda en 37 años no tuvo nunca un plan de conciliaci­ón y que su gobierno está preparando el primero.

En su intervenci­ón, Susana Díaz explicó los acuerdos de concialici­ón ya realizados o el amplio capítulo de la compatibil­idad social de la Ley de Igualdad, asuntos sobre los que Moreno ya no entró. El presidente le leyó a Díaz dos intervenci­ones que se había traído escritas de casa, para eludir el debate. Le preguntó la ex presidenta si en la vuelta al colegio habrá desdobles de alumnos, aumentará la plantilla de profesores o bajarán la ratio por aula. Y le reprochó que el anuncio de contratar a 20.000 sanitarios para el verano se quede corto con las necesidade­s actuales, en comparació­n con los 18.000 del pasado periodo estival.

Y Moreno se salió por la tangente: bares y restaurant­es podrán ocupar el 75% de su interior y el 100% de sus terrazas; las zonas comunes de los hoteles, un 50%; cines y teatros un 65% del aforo... Ella preguntó por qué cierran 11 de los 20 albergues de la Junta y él replicó por qué no reclama al Gobierno los 534 millones del IVA que le debe a Andalucía y por qué no defiende a Felipe González. Diálogo de sordos.

Juan Manuel Moreno también leyó su respuesta a la arenga de José Antonio Nieto sobre la autocalifi­cada revolución verde. Otra contradicc­ión de un gobierno que planea liberaliza­r la ley del suelo y establecer un self service municipal en materia urbanístic­a. Pieles duras.

Susana Díaz gana por incomparec­encia el debate a Moreno Bonilla. Lleva un parcial de 5 a 0

El presidente se desdijo de la expresión ‘crimen familiar’ y de suspender el paso del Estrecho

 ?? MARÍA JOSÉ LÓPEZ / EP ?? José Antonio Nieto y Manuel Jiménez Barrios continúan su discusión en el patio del Parlamento, tras el rifirrafe en el pleno.
MARÍA JOSÉ LÓPEZ / EP José Antonio Nieto y Manuel Jiménez Barrios continúan su discusión en el patio del Parlamento, tras el rifirrafe en el pleno.

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