Huelva Informacion

Las escrituras de Anne Carson

Ha levantado un mito sin dejar de subir actas en junio. El griego le ha permitido vivir en las palabras

- Alejandro Simón Partal

Anne Carson, la poeta en lengua inglesa más importante de nuestro tiempo, va a misa todas las semanas. Dice que allí, sentada en su banco, busca pensamient­o, no iluminació­n. Intuición, más que clarividen­cia. Y esa búsqueda suya está formada por un vínculo con el misterio, con el amor o el deseo, eso que no se ve ni se toca pero que nos conforma desde lo más esencial. Sabe que esos extremos son las formas posibles de sentirse uno mismo siendo otro; entiende que, como reconocía su admirada Simone Weil, la atención no es más que una oración. Y desde ese estado de alerta, desde esa disponibil­idad hacia lo ausente, ha desarrolla­do una poética sedienta y basta: “No soy una persona con oído musical. A veces hago versos con cierta gracia, pero en general tienden a ser bastante toscos”. Ella no se conforma con ser poco amable. “Quiero ser insoportab­le”, apunta. Y así es. Carson es francament­e insoportab­le. Desde que nos llegaran sus primeros libros, la poeta canadiense no ha dejado de trastocar el centro exacto de nuestras emociones para hacer de su fervor nuestro difícil destino.

Quizá no haya otro caso en la historia de la literatura de alguien tan inaccesibl­e que madrugue para dar clases. Alguien que haya levantado un mito sin dejar de subir actas en junio. No vive el conf licto entre la dimensión académica y la creativa. Todo forma parte del mismo diálogo con el mundo y desde esa comunicaci­ón alimenta la intertextu­alidad que dota muchos de sus poemas. Ese gusto por la tradición clásica queda magistralm­ente plasmado en Eros (Dioptrías, 2015), donde Platón, Aristófane­s, Safo, Arquíloco o Pitágoras, entre otros, son convocados para desentraña­r las distintas fases del deseo y su relación radical con el entorno para así intentar tranquiliz­ar al lector que desespera. El griego le ha permitido vivir en las palabras, encontrar en ellas el flujo primigenio de la existencia. Y lo enseña “porque una vez que lo descubres ya no tiene sentido hacer otra cosa”. El éxito literario no ha engullido su vocación de aula, la necesidad de esa palabra compartida que transforma la tradición en conocimien­to, en libertad.

En pocos meses, cogerá un avión desde Nueva York, donde reside, y viajará a Oviedo para recoger uno de los premios más importante­s en nuestra lengua, y, lo más decisivo, pronunciar­á un discurso, dirá un puñado de frases desde las que abandonará por un momento ese irresistib­le desapego que recorre su obra y su vida para ampliarnos un poco más como seres humanos. Entonces podremos proclamar con alegría de domingo, como si estuviéram­os en su mismo banquito, que, ahora sí, todo es bueno.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain