Tesoro en peligro
Las pinturas del patio mudéjar de La Rábida están gravemente deterioradas por la humedad y la falta de medios
Cuando el monasterio de la Rábida vuelva a abrir sus puertas a las visitas nos encontraremos con el estado tan lamentable como preocupante en el que se muestran las pinturas del friso del patio mudéjar del siglo XV.
Las pinturas se están perdiendo, los muros se caen, el mortero está a la vista y lo que antes era un corredor con armonía ahora ofrece una sensación de abandono muy preocupante.
No es el mejor estado para presentar el monasterio, más cuando ahora se celebra el centenario de la vuelta de los franciscanos a la Rábida.
En 1920 se completaban aquellos esfuerzos iniciados en el IV Centenario con la restauración de Ricardo Velázquez Bosco, dándole vida a las paredes desnudas. Se le dotó de mobiliario y, lo más importante, de la presencia de los franciscanos que se vieron obligados en las primeras décadas del XIX a abandonar el monasterio por la desamortización.
Si bien es verdad, durante este tiempo el monasterio ha sido un lugar querido y mimado por toda la provincia de Huelva, por ser el epicentro más importante de su historia, la que la ha puesto en mundo. Hoy, sin embargo, en el monasterio franciscano habita la preocupación pero nunca la desilusión, pues se espera su restauración.
La situación de las pinturas del claustro múdejar es sencillamente alarmante, un deterioro que se ha visto en los últimos años y que ofrece una mala imagen de este lugar, referente de la historia de nuestra provincia y, en especial, de los Lugares Colombinos que con Palos de la Frontera en el centro conforma el punto de partida de las naves descubridoras.
Fray Miguel Vallecillo Martín es el actual prior, quien muestra su preocupación por el aspecto que ofrece, “por lo que significa para Huelva y España, como cuna de América y gloria de España”.
Asegura que “aquí nadie presta atención al monasterio, ni la Diputación Provincial ni la