El Eibar enfría el sueño del Getafe
Entre pelotazos, jugadas divididas, no más de tres pases consecutivos y un juego muy físico, el Eibar arrancó un punto valioso en sus aspiraciones de conseguir la salvación tras empatar 1-1 frente al Getafe, cuyo sueño de jugar la Liga de Campeones se diluye jornada tras jornada.
El Coliseum Alfonso Pérez reunió sobre su césped a dos de los equipos con más músculo de la Liga. El Getafe y el Eibar, unos abusones del pase largo en muchos de sus encuentros, se juntaron para crear una obra de arte poco vendible en las galerías más refinadas.
José Bordalás, desde su banquillo, y José Luis Mendilibar, desde la grada (cumplió uno de sus dos partidos de suspensión), propusieron un duelo poco atractivo, con poca calidad y con más pasión que cabeza. Y, con ese guión, los puntos se iban a decidir en detalles. Eso hizo el resumen de la primera parte sencillo: una ocasión para cada equipo y un 1-1 en la larga primera mitad.
El primer tanto lo hizo Etebo. A tres toques. Centro a la olla de Cucurella, volea en semifallo de Ángel y remate a placer del nigeriano. En el tiempo añadido, en una jugada similar, también con un pase al área, una prolongación y un cabezazo de Charles, llegó un empate justo el desarrollo del juego.
La segunda parte trajo el mismo fútbol crudo. Nada cambió. Se mantuvieron los duelos físicos al límite, el juego largo inagotable y el intento del Getafe y del Eibar de aprovechar alguna segunda jugada. Sólo pudieron marcar Arambarri con un zapatazo a las nubes, Escalante, que se topó con David Soria, y Pedro Bigas, a quien el VAR anuló un gol casi al final.