Huelva Informacion

Melquíades, el último confinado

Encontró la popularida­d con 92 años y junto a su esposa ha pasado estos meses en casa entre máximas medidas de seguridad

- Jordi Moltó · F. A. Gallardo

Hay veces que los trenes pasan con 92 años. Bueno en realidad él tomó el avión. Melquíades puso rumbo a Miami para participar en uno de los programas en español con más espectador­es en todo el mundo, Don Francisco te invita, en Telemundo. El chileno Mario Kreutzberg­er aparece cada semana desde 1962 y por una vez tenía de invitado estelar a alguien mucho más veterano que él. Melquíades no sale de su asombro de esta popularida­d nacida en El Hormiguero, por los vídeos virales como el rapero Daddy Melquíades.

No se imaginaba sentirse tan joven a sus 95 años, cumplidos el 5 de febrero. Pero aún menos que se iba a llevar tantos días sin salir de casa, sin saber cómo estaban todos sus amigos frente al coronaviru­s, que le ha tenido confinado hasta última hora. Todavía no se fía.

Melquíades sabe de sinsabores y penurias. Cuando estalló la Guerra Civil tenía 11 años y tuvo que hacerse cargo de sus tres hermanos pequeños. Se hallaban en Madrid y recuerda que pasaron “hambre extrema” con la contienda. Pero pese a la miseria y destrucció­n, nunca antes había estado sin poder salir de su domicilio.Si lo compara con la guerra “lo único bueno de ésto es que ahora hay alimentos, pero la guerra fue mucho peor, porque cuando terminó la comida estaba imposible de conseguir por los precios”.

A lo largo de estos días le lleva la comida su hijo Enrique. Llama a la puerta, la dejaba en el felpudo y se iba. Melquíades, con los guantes, ha venido limpiando todo en la terraza con un paño impregnado en lejía. Él y Teresa siguen dándole con saña los tiradores de las puertas, los armarios… todo con lejía. “Si tú no vas a buscar el virus, el virus no va a buscarte a tí”, es su consigna.

El rapero de mentirijil­las también destaca la cooperació­n que hay entre los vecinos de su escalera en una barriada madrileña con el tema de las compras. “Entre todos nos hemos ayudado”, reconoce. Pero el coronaviru­s ha interrumpi­do el implante de prótesis dental que iba a ponerse, así que se ha alimentado a base de purés. “No puedo decir lo mismo de mi mujer, que ha engordando en estos días”. Pero él no esta desanimado, lo que está es preocupado por tanta gente que ha trabajado en primera fila ante la enfermedad. En apoyo de todos ellos ha salido durante semanas al aplauso de las ocho. Y ahora mantiene su habitual optimismo, labrado durante tantos decenios de briega. “Nos volveremos a levantar, sobre todo la gente joven. Yo a lo mejor no lo veré, pero así será. Todo el mundo se emborracha­rá cuando ésto acabe del todo”, vislumbra Melquíades.

Y si se le pregunta por un sitio a donde le gustaría estar ahora mismo es Miami. Volver a Miami. A su edad, si pudiera, se iría sin pensárselo. A bañarse en Miami Beach. Tiene un recuerdo imborrable de aquel verano, el de 2017, cuando le vieron en todo el mundo.

Si se le pregunta por una canción con que se ha animado estos días, no le ha hecho falta el spotify, sino su tararero: La Chiclanera. De Cádiz para Chiclana, caminos sembraos de flores, encontré a mi chiclanera que penaba mal de amores, canturrea.

Critica la gestión del Gobierno, sin ensañarse. Cree que le faltó adelantars­e a los acontecimi­entos y que debería haber suspendido todo en vísperas del 8M. Para no volverse loco en estos meses de aburrimien­to se ha entretenid­o resolviend­o sopas de letras o leyendo. Encontró un libro titulado Terrorista­s que ni siquiera sabía que tenía en casa, una compilació­n de los grupos terrorista­s en la historia de nuestro país. Y también terminó Entre la espada y la televisión, que le regaló Don Francisco.

Se emociona cuando le llaman para preguntarl­e como está. En especial su nieta, que ya tiene 31 años. Se viene abajo cuando le dice “abuelito, cuánto te quiero”. El confinamie­nto no le volvió indolente. Se levanta y se asea cada día como si fuera a trabajar. Se viste de punta en blanco, con su pin del Real Madrid, como si saliera a pasear de domingo. Y en pleno confinamie­nto se cortó el pelo él mismo.

Con Teresa ha cumplido 67 años de matrimonio y 7 de noviazgo. Toda una vida. 74 años juntos. La conoció en Barcelona y nunca habían vivido algo así, por lo que si hubo alguna discusión en estos días Melquíades se iba a la otra habitación hasta que todo se amainara. “Quiero a mi mujer igual que el primer día”, aservera, y la “respeta muchísimo”. Para ponerse en forma anduvieron a diario por el pasillo de casa dando dando vueltas durante quince minutos.

Siguen pidiéndole fotos cada vez que le ven por el barrio y tiene unas ganas locas de volver a la televisión. Hace algo más un año protagoniz­ó el tutorial de Rosalía y como el influencer musical más veterano que ha habido quiere volver a ponerse delante de las cámaras.

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ATRESMEDIA Melquíades, en uno de sus vídeos como rapero para ‘El Hormiguero’.

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