La AVT denuncia 41 acercamientos de etarras con Sánchez en La Moncloa
Dos de los presos de la banda beneficiados están condenados por atentar contra un tren en la Nochebuena de 2003 y por secuestro
La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) denunció ayer la nueva política penitenciaria del Gobierno con los presos etarras, pues los dos acercamientos de reclusos a cárceles próximas al País Vasco comunicadas ayer suman 41 traslados de terroristas desde que Pedro Sánchez es presidente del Gobierno.
En un comunicado la AVT, recuerda que precisamente este cambio en la política penitenciara es la que ha motivado que la asociación no acuda al acto anual de homenaje del Congreso a las víctimas del Terrorismo el próximo sábado.
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias acordó ayer el acercamiento a prisiones próximas al País Vasco de otros dos reclusos de la banda: Garikoitz Arruarte Santa Cruz y Gorka Joseba Lupiáñez Mintegui.
En ninguno de los dos casos, censura la AVT, consta que hayan colaborado con la Justicia, en tanto que advierten de que el entorno de ETA y sus presos está utilizando esta nueva política penitenciaria como método de lucha para ser trasladados a prisiones próximas al País Vasco y para conseguir su libertad.
La asociación recuerda que
Arruarte Santa Cruz, que pasará del Centro Penitenciario de Almería a la prisión de Soria, fue condenado en 2005 por la Audiencia Nacional por haber colocado una bomba compuesta por 28 kilos de dinamita Titadyne en el Intercity Irún- Madrid el día 24 de diciembre de 2003.
El artefacto fue desactivado por artificieros en la estación de Burgos. La sentencia, que le condenó por 184 homicidios terroristas, señalaba que, aunque no hay pruebas de que ETA hubiera querido causar una masacre en la estación de Chamartín, ésta podría haberse producido.
Lupiáñez Mintegui, que será trasladado del Centro Penitenciario de Topas al de Logroño, fue condenado en 2019 a 50 años de cárcel por secuestrar a una familia española en Francia. Tras robar la autocaravana a esta pareja y su hijo de 4 años, fue utilizada por los etarras responsables del atentado de la T4 para atentar contra una torre de red eléctrica de Castellón en 2007.
Lupiáñez ingresó en prisión el 11 de diciembre de 2007, se encontraba en la prisión salmantina en calidad de preso preventivo. Extinguió su anterior condena, de 11 años y 11 meses de prisión, el 28 de octubre de 2019, y se encontrada en segundo grado por orden del Juez Central de Vigilancia Penitenciaria.
El preso de ETA Kepa Arronategi ha sido trasladado por su parte desde la cárcel de Zuera (Zaragoza) al hospital Aita Menni de Arrasate (Guipúzcoa), debido a su estado de salud, informó ayer la asociación de familiares de reclusos Etxerat.
La asociación de víctimas no irá al acto de homenaje anual este sábado en el Congreso