El populista Vucic refuerza su poder en Serbia con tintes autoritarios
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, acusado por sus críticos fuera y dentro del país de ser un dirigente autoritario, salió reforzado de las elecciones generales del domingo al obtener su partido, el populista conservador SNS, casi tres cuartas partes de los 250 escaños del Parlamento. Con el 60% de los votos obtenidos, el Partido Progresista Serbio (SNS) tendrá en la Cámara 189 escaños, mientras que su hasta ahora socio en el Gobierno, el Partido Socialista de Serbia (SPS), tendrá 32 diputados tras haber obtenido el 10% de los votos.
El único partido opositor que ha superado el umbral mínimo necesario del 3% de los votos es la nueva Unión Patriótica Serbia (SPAS), un partido de centroderecha, de Aleksandar Sapic, un ex jugador del waterpolo, que obtuvo 12 escaños. El resto de formaciones opositoras se han quedado por debajo del umbral
Sus dos grandes retos serán el conflicto en Kosovo y la crisis del Covid-19
exigido o han decidido boicotear las elecciones para protestar contra las formas autoritarias de Vucic.
El SNS tiene ahora todo el poder sin apenas oposición, con un Vucic más poderoso que nunca, a pesar de que su cargo presidencial solo tiene atribuciones protocolarias. “Para la democracia en Serbia no es buena noticia”, aseguró este lunes el analista Dragan Janjic. A pesar del control abrumador de Vucic en la Cámara, con o sin socio de Gobierno, la polarización política en la sociedad serbia se mantendrá, dijo el analista.
Aparte de tener que ganarse la legitimidad de la oposición, sea parlamentaria o extraparlamentaria, el gran reto del nuevo Gobierno serbio será alcanzar una solución al conf licto de Kosovo, su antigua provincia, independiente desde 2008. Además, deberá superar la grave crisis económica y social causada por la pandemia del coronavirus, cuyos efectos han sido por ahora moderados, con unos 12.500 contagios oficialmente registrados.