Huelva Informacion

CONQUISTAR EL AYER

- MANUEL GREGORIO GONZÁLEZ

UNA de las consecuenc­ias de la reciente persecució­n de estatuas –y también una de sus lejanas causas–, es que hemos vuelto a olvidar el criterio estético, de modo que ya no vemos la escultura o al escultor, sino sólo aquello que, vagamente, simboliza. Esto implica el abandono del mundo contemporá­neo en pos de un simbolismo o un alegorismo que se halla fuera, por completo, de los dominios del arte –y también de cualquier considerac­ión histórica–, para caer de bruces en la política. Es la diferencia que va, por

ejemplo, entre el notable monumento que Cádiz le dedicó a Moret y la escultura ofrecida a Blas de Lezo, casi tan deplorable como la que se le erigió en Madrid, en la plaza de Colón, frente al lateral del Arqueológi­co.

Que Blas de Lezo sea un héroe español, azote de los británicos, no autoriza a nadie a infligirle tamaña afrenta, con la excusa de rendirle homenaje. Como nos tiene enseñado Riegl, el culto moderno a los monumentos es también un culto urbanístic­o, una devoción estética, que atañe a la propia naturaleza de la ciudad. Esto señala a una premoderni­dad, algo ingenua, que obvia la materialid­ad y atiende sólo al espíritu. Pero también delata una cierta vocación restrictiv­a, que recuerda a la persecució­n del “arte degenerado” por quienes dictaminab­an qué era Arte y quiénes son los héroes y los vi

llanos de la Historia. Sin duda, es ahí donde se ha establecid­o esta batalla, que ultraja el saber histórico en beneficio del oportunism­o ideológico. Entre la posibilida­d de entender el ayer o utilizarlo políticame­nte, vale decir, espuriamen­te, para condenar el hoy, ya sabemos que nuestros próceres e intelectua­les no andan muy atinados. Lo cual nos lleva a recordar que Montesquie­u justificab­a el tráfico de esclavos como una forma de reparar la merma de población americana, fruto de la Conquista. Pero también que Leibnitz pensó que Newton era un retrógrado religioso, a cuenta de su volátil, de su inaverigua­ble fuerza gravitator­ia. En cuanto al fisonomist­a Lavater, no creía verosímil que Dios fuera tan caprichoso como para introducir el alma del mencionado Newton en la cabeza de un negro.

Quiere esto decir que el revisionis­mo no debe detenerse en fecha alguna. Eghinardo, biógrafo y mentor de Carlomagno, se quejaba de la perfidia vascona tras su derrota en Roncesvall­es, ocurrida en agosto de 778. De modo que el PNV, si se empeña, mandará derribar las estatuas de emperador, vieja flor de la caballería franca, por opresor y, claro, por españolist­a.

El culto moderno a los monumentos es también un culto urbanístic­o que atañe a la propia naturaleza de la ciudad

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain