El general de la polémica de los bulos, nuevo jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil
Santiago afirmó que el instituto armado trabajaba para “minimizar el clima contrario a la gestión del Gobierno”
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha ascendido al general de Brigada José Manuel Santiago Marín al frente de la Jefatura del Estado Mayor de la Guardia Civil, según publicó ayer el Boletín Oficial del Estado (BOE). Este mando protagonizó una polémica al referirse en abril a la persecución de los bulos que afectaban al Gobierno en una rueda de prensa en Moncloa durante el estado de alarma por el Covid-19.
El general Santiago ocupaba el cargo en la Jefatura del Estado Mayor de forma interina por la jubilación hace unos meses del anterior jefe, general José Luis Arranz. “Se trata de un procedimiento habitual, con el que el general Santiago ocupa ahora el puesto de pleno derecho”, han señalado fuentes de Interior.
El nombramiento se lleva a cabo a propuesta de la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, y con la conformidad del secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, y lo firma el ministro Grande-Marlaska en virtud del artículo 14.1 de la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, y de las atribuciones del artículo 79 de la Ley 29/2014, de 28 de noviembre, de Régimen del Personal de la Guardia Civil.
El general Santiago cobró notoriedad durante las ruedas de prensa de uniformados en Moncloa después de que sustituyera al director adjunto operativo (DAO), Laurentino Ceña, que dio positivo en las pruebas de coronavirus. Este último dimitió del puesto de máxima aspiración en la Guardia Civil días antes de
“susceptibles de generación de estrés social y desafección a instituciones del Gobierno”. El 21 de abril, 48 horas después de iniciarse la polémica y sin que el día anterior en Moncloa se diera paso a las preguntas sobre esta cuestión, el propio general Santiago matizó su orden.
Se refería, según aclaró el mando de la Guardia Civil, a “instituciones del Estado” y “en ningún momento se habló de crítica política o de ciudadanos amparados en sus derechos de libertad de expresión o de información”. “Hablamos de bulos y de desinformación de carácter incierto, con ánimo de generar desconfianza en la ciudadanía y alarma”, añadió.