Los Reyes, en el corazón de la pobreza
● Don Felipe y doña Letizia palpan los embates de la crisis y conocen las medidas sociales para paliarla en su visita al Polígono Sur de Sevilla, una de las zonas más pobres de España,
“¿El barrio no se limpia si no venimos nosotros?”, preguntó la reina Letizia ante los comentarios de algunos vecinos congregados en el Polígono Sur, primera parada en la visita a Sevilla de ayer. Jaime Bretón, comisionado para el Polígono Sur, terció para precisar que, precisamente, Lipasam hace un esfuerzo muy loable en el barrio. Si hay problemas de insalubridad es por otros motivos.
Fue uno de los momentos más comentados de la histórica visita de los Reyes a una de las zonas más humildes de España y con mayores problemas de seguridad, desempleo, sanitarios y educativos.
Los Reyes llegaron al Polígono Sur con puntualidad: a las once en punto de la mañana. Don Felipe llegó con guayabera. El objetivo oficial era conocer todas las medidas especiales que se han tomado en uno de los barrios más pobres de España en los casi cien días del estado de alarma. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, acompañó a los Reyes. Formaron parte de la comitiva el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno; el alcalde de Sevilla, Juan Espadas; la delegada del Gobierno de España en Andalucía, Sandra García; la presidenta del Parlamento andaluz, Marta Bosquet, y la consejera de Igualdad, Rocío Ruiz.
El fortísimo calor y un dispositivo de seguridad nunca visto en el Polígono Sur marcaron la visita. En la reunión, Espadas explicó los orígenes del Polígono Sur, que datan de los años 60 como solución a la infravivienda. El comisionado para la zona, Jaime Bretón, insistió no sólo en la labor que hacen las administraciones, sino las entidades privadas, en algunos casos desde hace más de 30 años. Citó el caso de La Caixa, que en 2019 invirtió 1,1 millones. Los Reyes recibieron información y datos precisos de diversos representantes de la comisión de emergencia. Por ejemplo, que 700 menores han recibido a diario el menú especial.
Bretón explicó algunos de los problemas que lastran esta zona. La inexistencia de herramientas digitales, el hecho de que la economía mayoritaria es sumergida y frágil, la escasa formación de sus habitantes que los relega a puestos de trabajo precarios y, sobre todo, la proliferación de cultivos de marihuana en pisos con todos los problemas que conlleva por los enganches eléctricos fraudulentos, la falta de salubridad, la ocupación de pisos para estos cometidos
y los efectos en la salud. Don Felipe se interesó especialmente por este problema y preguntó por las posibles soluciones, a lo que Bretón le planteó que es indispensable que la Fiscalía se implique, la compañía eléctrica denuncie y un endurecimiento de las penas del Código Penal.
Los representantes de varias entidades ofrecieron su testimonio a los Reyes. La Reina preguntó a Lourdes Prats, de Cáritas, si las empresas habían reducido sus ayudas antes la crisis económica, cosa que por fortuna no ha ocurrido. Tal vez este tipo de visitas ayude a impulsar las ayudas y acciones a favor de esta zona. Un grupo de vecinos aguardaba al exterior con proclamas al paso de los políticos: “¡Nosotros también somos Sevilla!”. Espadas se acercó a departir con ellos antes de la llegada de los Reyes. Después gritaron intensamente en varios momentos: “¡Más trabajo y menos caridad!”.
Tras la histórica visita al Polígono Sur, los Reyes se dirigieron al centro de la ciudad. El coche oficial llegó hasta la Puerta del Príncipe de la Catedral, donde fueron recibidos con vítores del público que aguardaba en las escalinatas del Archivo de Indias.Don Felipe y Doña Letizia no entraron en el templo, pero sí accedieron al atrio, donde fueron cumplimentados por el canónigo Luis Rueda. Don Felipe le preguntó al sacerdote: “¿Cómo va el turismo?”. Y don Luis le explicó que la Catedral estaba cerrada a la visita a la espera de que hubiera demanda.
A continuación pasearon hasta el Real Alcázar. Conocieron las dos Sevilla en cuestión de tres horas: de la barriada más pobre de España a pasear por un conjunto que es patrimonio de la humanidad. Don Felipe y doña Letizia no se pusieron las mascarillas al ser difícil guardar las medidas de seguridad. Ya en Alcázar, los Reyes mantuvieron un encuentro con treinta empresarios, liderados por el presidente de la patronal andaluza, Javier González de Lara. Para esta sesión el protocolo fue ya con chaqueta. Y a las 18:45 tomaron el AVE hacia Córdoba.