Huelva Informacion

Los colegios podrán dar clase por la tarde para evitar masificaci­ones

● El consejero de Educación se compromete al inicio presencial en septiembre ● La Junta realizará PCR a 143.000 andaluces antes del comienzo de las clases ● Los centros de Huelva trabajan contra reloj para garantizar la seguridad

- Eva Sánchez

El 1 de septiembre vuelven al cole los niños del primer ciclo de Educación Infantil, el 10 los del segundo ciclo más los de Primaria, y el 15 será el turno de los alumnos de Secundaria y Bachillera­to. Hasta ahí casi las únicas certidumbr­es para el curso 2020/2021, ya que a un mes escaso de la apertura de los primeros centros, éstos se afanan en diseñar sus planes para garantizar un entorno educativo lo más seguro posible.

El pasado 6 de julio la Viceconsej­ería de Educación emitió unas instruccio­nes relativas a la organizaci­ón de los centros docentes para la adaptación de estos a la situación de emergencia social por la Covid-19. Estas instruccio­nes han desatado toda una tormenta que ha derivado en una cascada de comunicado­s de asociacion­es de directores de centros, claustros de profesores y padres y madres de alumnos. Los

Cada centro debe diseñar su propio protocolo de acuerdo a sus caracterís­ticas

argumentos de los diferentes agentes educativos que se han pronunciad­o en contra coinciden en señalar falta de concreción en esas instruccio­nes de la Junta.

Los centros se ven abocados a darle un giro a su organizaci­ón como si de la vuelta a un calcetín se tratara, ya que tienen que replantear horarios de clases y recreos, el uso de sus instalacio­nes, la movilidad entre las distintas dependenci­as, el sistema de limpieza, el material higiénico-sanitario, los horarios de clases y recreos, entre otras cuestiones. Todas estas circunstan­cias parten de la premisa de que el curso 2010/2012 será presencial, algo que tanto la Consejería de Educación como los profesores y las familias apoyan. Es la primera gran incertidum­bre puesto que nadie está en disposició­n de garantizar­la.

La tarea es ingente y el tiempo apremia, así que cada centro se encuentra en pleno proceso de elaboració­n de su propio Protocolo de actuación Covid-19. Ese diseño, como indican las instruccio­nes, corre a cargo de la Comisión Permanente del Consejo Escolar, que actuará como Comisión Específica Covid-19. A ella se incorporar­á a la persona representa­nte del Ayuntamien­to, así como al coordinado­r de seguridad y salud y prevención de riesgos laborales del centro, si no es miembro de la comisión permanente, y a una persona de enlace del centro de salud de referencia. Como señala Rocío Giraldo, coordinado­ra en Huelva de Adian (Asociación de directoras y directores de instituto de Andalucía) y directora del IES Fuentepiña de la capital, “cada centro tiene su problemáti­ca” y hay que atender aspectos tan dispares, y necesarios, como “el control de las entradas y salidas, el acceso de las familias, la propia distribuci­ón del centro, el uso de los servicios, la limpieza” y suma y sigue. Un protocolo por tanto “bastante completo, complejo y lo que más nos preocupa es hasta qué punto somos expertos en prevención de riesgo para garantizar la salud a todo el personal”. Por eso, señala Giraldo, la preocupaci­ón principal es “garantizar una vuelta segura” y para ello pide “el respaldo y la correspons­abilidad de toda la sociedad”.

María Jesús Valle, de la Confederac­ión Católica de Asociacion­es de Padres de Alumnos de Andalucía en Huelva (Confapa), considera “una dejadez de la Consejería” la responsabi­lidad que recae sobre los centros y la “indefensió­n impresiona­nte de la comunidad educativa”. Valle reclama para los centros la bajada de ratios y una mayor dotación de personal especializ­ado.

Marina Vega, secretaria general del Sindicato de Enseñanza de CCOO alerta sobre los centros de la áreas metropolit­anas, donde es más complicado controlar las ratios de alumnos por unidad, por lo que, a su criterio, “no está garantizad­o el distanciam­iento social”.

Para las posibles reformas que deban acometer los centros de Secundaria y Bachillera­to, la administra­ción competente es la Junta de Andalucía. En este sentido, la Consejería de Educación ha anunciado una partida de 25 millones de euros para toda la comunidad autónoma. Hace una se

mana terminó el plazo de los institutos para enviar sus proyectos para las adecuacion­es que necesiten y ahora se encuentran en proceso de evaluación.

En el caso de los colegios de Infantil y Primaria, se hace necesaria la participac­ión de los ayuntamien­tos. Enrique Jabares, coordinado­r de Asadipre (Asociación Andaluza de Directoras y Directores de Centros Públicos de Educación Infantil y Primaria y Residencia­s Escolares) y director del CEIP El Puntal de Bellavista, ya avisa “que se les viene encima mucha tarea”. Jabares considera que “esto es ceder competenci­as, entre los ayuntamien­tos y [la Consejería de] Salud”. Además, muestra su preocupaci­ón ante la responsabi­lidad que acarrea la elaboració­n del protocolo en el propio centro porque, se pregunta, “¿quién visa esto?”. Otro asunto a tener en cuenta en el caso de los alumnos más pequeños es el de las mascarilla­s, ya que, según apunta, “en los colegios estaría todo resuelto si se obliga a usar la mascarilla de 9:00 a 14:00”, sin embargo, recuerda que “hasta los 6 años no es obligatori­a”.

Raúl Parrillo, coordinado­r de Asadipre en Huelva, es el director del CPR Adersa 4 de Cañaveral de León e Hinojales, un centro por tanto con dos sedes y 60 alumnos. Parrillo admite que su ratio “es muy buena, tenemos menos dificultad­es que otros centros que cuentan con hasta 600 alumnos”. No obstante, habla de una “papeleta complicada” por la falta de conocimien­tos técnicos en salud y en prevención de riesgos para la elaboració­n del protocolo. “Estamos deseando volver a la normalidad” porque desde el curso pasado, prosigue, “es un atropello de instruccio­nes una detrás de otra modificand­o una anterior que a lo mejor tenía tres días”.

Al glosario de expresione­s novedosas que ha traído consigo el coronaviru­s hay que añadir una nueva: grupo de convivenci­a escolar, el equivalent­e educativo a lo que se ha llamado burbuja en otros ámbitos. Esto es, los alumnos componente­s de ese grupo deben relacionar­se entre ellos de modo estable y usar el mismo espacio en la mayor medida posible, entre otras especifica­ciones que marca la Consejería. Esta medida de prevención puede tener otras derivadas, así, apunta Jabares, “como un familiar dé positivo en el rastreo tienen que poner en cuarentena a todo el grupo”, una decisión que debe decidir Sanidad. Cada centro tiene autonomía para organizarl­o según sus circunstan­cias, pero el director del CEIP El Puntal señala que “hay que darle una vuelta, a los horarios, a los recreos, a la entrada de los padres”, así como explicar bien todos estos aspectos antes del inicio del curso.

En el caso de la ESO y Bachillera­to, la formación de estos grupos de convivenci­a escolar es menos viable por el diseño curricular de estas enseñanzas, con asignatura­s optativas diferentes entre los propios estudiante­s de una unidad. La directora del IES Fuentepiña de Huelva apunta que la implantaci­ón de estos grupos “es más difícil” en centros como el suyo aunque “uno de los objetivos, como es limitar la movilidad del alumnado, eso sí, a través de aulas específica­s de manera excepciona­l para este año”. Además, señala la necesidad de contar con un equipo docente muy amplio.

¿Y si un nuevo confinamie­nto, que nadie desea, impidiera la enseñanza presencial? Para esta circunstan­cia los centros sí cuentan con la experienci­a del curso pasado y en unas instruccio­nes de la Consejería a la comunidad educativa del pasado 15 de junio se establecía realizar una doble programaci­ón. La Junta ya ha anunciado que pondrá a disposició­n de los profesores 150.000

Los equipos directivos muestran inquietud porque no son expertos en salud y prevención

La comunidad es unánime en apostar por la convenienc­ia de un curso presencial

dispositiv­os. Rocío Giraldo señala que “se ha avanzado en los centros porque el confinamie­nto permitió (a través de sus instruccio­nes del 23 de abril para abordar el tercer trimestre del curso pasado) adaptar la programaci­ón a la no presencial­idad” por lo que “ya tienen esa experienci­a, hay que prever esa posibilida­d y adaptarse a ella”.

El tiempo no perdona y el 1 de septiembre los niños del primer ciclo de Infantil (0 a 3 años) retoman sus mochilas. Rocío Giraldo apunta que hay aspectos como puedan ser “profesores de apoyo, material tecnológic­o e higiénico, reparto de mascarilla­s...”, para los que no hay una fecha concreta y “quedan en el aire”, que es el contenido de una burbuja.

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H. I. A partir del próximo 1 de septiembre los estudiante­s de las diferentes etapas empiezan a incorporar­se a las aulas.
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EDUARDO PARRA / EP La comunidad quiere un curso presencial, tras las dificultad­es por el confinamie­nto el curso pasado.

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