UGT y CSIF se suman a la petición de medidas para paliar los efectos del frío en las aulas
La obligación de ventilar para renovar el aire contra los contagios plantea un nuevo reto a los centros
El frío en las aulas por la bajada de temperaturas más la obligación de abrir las ventanas para garantizar la renovación del aire como medida para evitar los contagios por el coronavirus sigue suscitando las protestas en el seno de la comunidad educativa.
La semana comenzó con una carta de la Federación de padres y madres de alumnos (Fampa) a la Delegación de Educación de Huelva para pedir medidas contra el frío y el pasado martes la Junta de Personal Docente también hizo públicas sus protestas en torno al mismo tema.
Ayer se sumaron los sindicatos UGT y CSIF. El primero difundió una nota en la que calificó la situación actual de “insostenible” y solicitó “que se revisen y se refuercen los sistemas de calefacción en las aulas para garantizar una temperatura adecuada”. Según la Federación de Enseñanza, “más del 50% de los centros de la provincia no cuentan con los medios adecuados para mantener una temperatura mínima de salubridad en las aulas”.
CSIF exigió a través de un comunicado “una actuación inmediata ante el estrés térmico en las aulas” y aseguraron que éstas “se encuentran, en bastantes casos, a menos de 17º” y advirtió que “la exposición laboral a ambientes fríos puede causar serios problemas de salud”, prosiguió, “tanto de los profesionales docentes como del alumnado, ya no sólo frente a la Covid sino a otras patologías con efectos respiratorios o cardiovasculares”.
Entretanto, desde Educación se remiten a las últimas recomendaciones de la Consejería de Salud y Familias transmitidas a los centros en diciembre para adaptar la ventilación a diferentes circunstancias. En el caso del frío, se aconseja abrir las ventanas en cambios de clase o en recreos, cuando los alumnos están en el patio.