“Mi hijo llegó al punto de ponerse agresivo y empezó a faltar dinero en casa”
MADRE DE UN ADOLESCENTE TRATADO POR ADICCIÓN
Quizás no fue lo más llamativo, ni lo más grave, pero para Mónica el punto de no retorno, el momento en que decidió que “esto tenía que acabar” fue cuando una mañana su hijo mediano fue a buscarla al trabajo para decirle que “se había escapado de casa para ir al colegio” porque Raúl, su hijo mayor, no le dejaba ir para que se quedara en casa con él jugando. Raúl es el mayor de tres hermanos. Ahora tiene 17 años, estudia un módulo de Informática y desde el pasado mes de diciembre está dado de alta de su adicción a los videojuegos a los que accedía a través del móvil y del ordenador. “Desde los 11 o 12 años empezó a manifestar bastante interés pero fue a los 14 o 15 años cuando empezó a faltar a clase, a estar de peor humor, a cambiar... Mi hijo llegó al punto de ponerse agresivo y hasta de faltar dinero en casa”, explica la madre de esta familia residente en la Bahía de Cádiz y que acudió al programa Proyecto Joven de Proyecto Hombre en busca de una ayuda que “afortunadamente nos ha hecho mucho bien y, por eso, no me importa relatar nuestro caso”, dice generosa. Tampoco le importa reconocer a Mónica que, “al principio”, tuvo el prejuicio de “relacionar Proyecto Hombre con el tratamiento de las adicciones a sustancias” pero decidió “confiar” y se puso en manos de “unos grandes profesionales” que a través de terapias “grupales e indiviuales” ayudaron tanto a Raúl como a su madre.