La Razón (Madrid) - Innovadores

Fundación Seres se alía con Spain Nab para computar la inversión de impacto social

Seres se alía con Spain Nab para medir la innovación social. «La filantropí­a tiene que dar un paso más allá y volverse estructura­l con criterios contables», dicen sus impulsores

- JULIO MIRAVALLS

EstoEsto es un movimiento trans-formador. trans-formador. Aspiramos a transforma­r las empresas para que, a la vez que crean valor para la compañía, aumenten su im-pacto im-pacto social. Es un enfoque pragmá-tico. pragmá-tico. Ahora, con la crisis de la Covid-19, Covid-19, se fortalece la idea que tenemos del papel de las empresas en la socie-dad. socie-dad. Han reaccionad­o de manera rápida, unánime y comprometi­da». Habla Francisco Román, presiden-te presiden-te de la Fundación Seres (Sociedad y Empresa Responsabl­e), que agrupa a unas 150 compañías y cuatro es-cuelas es-cuelas de negocios. Incluye a «un 60% del Ibex y alrededor del 35% del PIB».

«Empezamos desarrolla­ndo he-rramientas he-rramientas para medir los proyectos de este tipo dentro de la empresa», añade Román. «Medirlos en térmi-nos térmi-nos tangibles, para poder comparar y tomar decisiones».

Seres acaba de establecer una alianza con Spain Nab, «el brazo del GSG en España», en palabras de Juan Bernal, presidente del Conse-jo Conse-jo Asesor Nacional [NAB] español, constituid­o en 2019 en el seno del Foro de Impacto. El GSG, Global Steering Group for Impact Invest-ment, Invest-ment, fue creado en 2013 como grupo de trabajo del G8. Reúne a 32 entes nacionales bajo la denomina-ción denomina-ción de Nabs y lo dirige el británico Ronald Cohen. Uno de sus grandes objetivos es codificar y convertir «la inversión de impacto social» en un concepto «medible» como «cuentas ponderadas» en la contabilid­ad de las compañías. Un criterio que sea «aceptado por las grandes auditoras» auditoras» como otro concepto de valoración, valoración, apunta el también director general de CaixaBank AM.

En el principio fue la «responsabi­lidad «responsabi­lidad social corporativ­a». La idea de que la actividad empresaria­l tiene tiene (o debe tener) un impacto en la sociedad, que suele recogerse en la memoria no financiera anual. El paso siguiente es computar la «inversión «inversión de impacto».

Bernal también lo explica en relación relación con el coronaviru­s: «Tras una crisis sanitaria suele venir una crisis económica. Es como un tsunami que entra en la tierra. La primera ola, la que entra, es muy destructiv­a, impactante y rápida. La segunda arrastra de vuelta y es cuando crece el impacto en el entorno. La ‘inversión ‘inversión de impacto’ se esfuerza en medir medir las inversione­s con un retorno a la sociedad y puede desempeñar un papel muy relevante en la recuperaci­ón. recuperaci­ón. Es invertir en innovación social, social, con respuestas a problemas reales. La sociedad e individuos anónimos se han volcado desde distintas distintas iniciativa­s y esto, que hasta ahora se entendía como filantropí­a, tiene que dar un paso más allá y volverse volverse estructura­l. Que sea una de las razones de ser de las empresas». El campo de acción lo ve «en la sostenibil­idad sostenibil­idad medioambie­ntal y todo lo que tenga que ver con inclusión social» social» y la aplicación de tecnología­s en «agricultur­a, educación, salud o bienestar».

Román habla de cómo las empresas empresas españolas han aportado su capacidad capacidad «en lo que son fuertes». Como las de telecomuni­caciones, cuyas redes han soportado «una sobrecarga». Y aunque evita dar nombres, se le escapa una mención específica a Inditex y su fuerza logística. logística. La evolución histórica se remonta al maquinismo del siglo XIX, cuando lo que daba valor a la empresa era el beneficio de los propietari­os. propietari­os. Con el crash de 1929 se añadió «el criterio del riesgo». El gran empeño del GSG, guiado por George Serafeim, profesor de la Escuela Escuela de Negocios de Harvard, es añadir un tercer concepto de «cuentas «cuentas ponderadas» para medir y anotar, anotar, en «una tercera columna» contable, contable, la inversión de impacto social y sus retornos.

«Las empresas generan una actividad actividad económica en un entorno», dice Bernal. «Empujamos para que se incluya ese tercer factor: qué retorno retorno tiene en la sociedad un proyecto proyecto interno. Y que un accionista, un inversor o un consumidor sea capaz de obtener una explicació­n medible, razonable, de por qué invertir invertir en esa empresa, si tiene un retorno social mayor que otras, o por qué comprar su producto en vez de el de otras. Todos, en nuestra pequeña pequeña escala, somos ‘inversores’ cuando compramos una determinad­a determinad­a marca».

El presidente de Spain Nab reconoce reconoce que le toca hacer un cierto papel de «evangeliza­dor». En 2020 se estima que habrá un esfuerzo mundial en torno a los 715.000 millones millones de dólares. Cuando se constituyó constituyó el grupo español y presentó su candidatur­a al GSG, Spain Nab identificó partidas por «90 millones de euros, que fue la cifra que dimos como inversión de impacto en España. España. Nos propusimos como objetivo objetivo multiplica­rlo por cuatro en dos años. Creo que ya lo hemos duplicado duplicado -nosotros, no; el mercado- y vemos que para final de año podría estar en tres veces lo que era en 2019», concluye Bernal.

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INNOVADORE­S El décimo aniversari­o de Seres en el Teatro Real de Madrid.

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