La Razón (Madrid) - Innovadores
Así es Warm, la ‘oreja’ mundial de radios que empodera a los músicos emergentes
El danés Jesper Skibsby monitoriza 28.000 emisoras y sigue las canciones por su huella de sonido, lo que le permite comercializar los datos. Atención: habla con INNOVADORES (y no bien) de la SGAE
TratamosTratamos de empoderar al 90% de la industria musical global, que necesita nuestra ayuda, porque hay muchos nuevos artistas que llegan, nuevos sellos de grabación y cada vez se produce más música. Creo que unas 50.000 canciones al día, o a la semana, no me acuerdo bien… Es una enorme cantidad, por-que por-que cada vez es más fácil producir música y publicarla. Hay un montón de nuevos distribuidores y agregado-res agregado-res para difundir música en las plata-formas, plata-formas, así que, obviamente, también hay muchos más artistas emergentes. Para ellos es importante tener algunos datos y algún sistema que pueda ayu-darlos…». ayu-darlos…».
El danés Jesper Skibsby habla de la música en tiempos digitales, en la que ha sido un poco de todo: «Manager, agente, promotor… he tenido un nightclub, un par de sellos discográfi-cos discográfi-cos y he organizado giras de artistas. He probado diversas cosas y he visto muchos aspectos de la industria».
«Hace unos años tuve una expe-riencia expe-riencia con una de mis bandas», re-lata re-lata Skibsby. «Tuvieron un montón de emisiones radiofónicas en Polonia y nadie sabía cuál era nuestra organi-zación organi-zación para gestionar derechos, como habría ocurrido si pertenecié-ramos pertenecié-ramos a un gran sello. En Dinamarca somos seis millones de habitantes, pero en Polonia son 30 millones. Es un mercado mucho más grande y si uno de mis artistas está funcionando bien en la radio quiero saberlo y po-der po-der explotar esa información. Quizás pueda hacer publicidad en redes so-ciales, so-ciales, promover más emisiones o hablar con las emisoras para hacer entrevistas… lo que sea. Pero no exis-tía exis-tía ese sistema de control y lo único disponible era supercaro, miles de euros al mes o al año. No está al al-cance al-cance de una pequeña organiza-ción». organiza-ción».
La transformación digital, hace unos 25 años, entró arrasando modelos modelos de negocio que se basaban en contenidos de comunicación, ideas y cultura. Para la música, la gran base de su negocio, la venta de discos, se desplomó. Lo más sólido que le quedó, quedó, actuaciones en directo aparte, es el cobro por derechos de reproducción reproducción en radio, televisión, plataformas digitales…
En abril de 2017, Skibsby puso en marcha Warm (World Airplay Radio Monitor), para controlar las emisiones emisiones radiofónicas en todo el mundo. Ha explicado su funcionamiento en el INO CON 2020 Music and Tech organizado por el Berklee College of Music de Valencia.
«Warm es una plataforma de monitorización monitorización de la radio a escala global», global», detalla para INNOVADORES. «La idea es que cualquiera pueda controlar las emisiones, cualquiera que sea el tamaño de la emisora o el lugar del mundo donde está. Un artista artista de México puede ver si su música música suena en una emisora de España, Croacia o Islandia. Monitorizamos unas 28.000 emisoras, pero la cifra crece cada día».
¿Necesitan receptores repartidos por los cinco continentes? «La mayoría mayoría de estaciones tienen también emisión emisión online, lo que optimiza nuestro trabajo», responde Skibsby. «Disponemos «Disponemos de una solución para radios que sólo funcionan en el aire, como una FM solitaria en medio de Australia, Australia, y no tiene web, pero mayoritariamente mayoritariamente hacemos la monitorización online ».
Warm no es una especie de Spotify Spotify radiofónico. «Lo que hacemos es vender datos basados en lo que está sonando en las radios. En Warm no
se oye la música, hacemos análisis de datos. Nuestro sistema trabaja de manera parecida a la tecnología que utiliza Shazam de huella de sonido y reconocimiento de música. Creamos esa huella de audio a partir de la grabación grabación de una canción y se compara con todas esas fuentes de emisión en tiempo real. Cada vez que hay una coincidencia en los patrones se verifica verifica la detección».
Su negocio se basa en la suscripción. suscripción. «Cualquiera puede usar Warm para hacer seguimiento de una canción canción y cualquiera puede seguir cualquier cualquier canción, porque no están implicados implicados los derechos. Los datos que vendemos son públicos, igual que las emisiones. Se puede hacer un primer seguimiento de una canción gratis, sin tarjeta de crédito». Seguir una canción por todo el mundo cuesta tres euros al mes.
La idea es que un músico puede registrar una, dos o «tantas como quiera» y pueda permitirse, para saber saber si se emiten en otros países, o en pequeñas emisoras. «Para un artista español que empieza puede resultar muy difícil entrar en el circuito de las emisoras nacionales, pero quizás no tanto en las pequeñas. Le ofrecemos datos que le dan oportunidades para hacer marketing y dirigirse a las audiencias audiencias correctas y concentrar sus energías… Probablemente se estará enfocando en España, sin tener emisiones, emisiones, y a lo mejor sí las tiene en México o en Nueva York. Queremos ayudar a cambiar la industria».
Y se trata de promoción… y de derechos de autor. Una materia en la que Skibsby tiene muy presente cómo funcionan entidades de gestión «supercorruptas». «supercorruptas».
Con mención expresa a la SGAE por «un sistema llamado ‘la rueda’. La radio y la televisión nacional, recibían recibían comisiones por la música que utilizaban, seleccionando autores muy poco conocidos». Y a horas de mínima audiencia.
«Lo que nosotros hacemos les da a los artistas las pruebas para reclamar reclamar por sí mismos. Si un autor miembro miembro de la SGAE tiene emisiones, digamos, digamos, en Italia, es la SGAE la que tiene que reclamar el dinero. Y quizás lo reciba, o quizás no. Las organizaciones organizaciones de derechos se reportan entre sí en vez de controlarse mutuamente, pero en algunos Estados son corruptas. corruptas. Y las que no lo son, también tienen tienen que trabajar con ellas. Es difícil mantener un sistema de pagos transparente transparente y justo. Ahora, con Warm, los propios artistas pueden aportar a SGAE, o quien sea, lo que ha ocurrido ocurrido en Italia. La hora exacta en que su canción fue reproducida en una determinada determinada radio, o en qué países y a qué horas concretas. El autor tiene la documentación y las pruebas para reclamar sus royalties».