La Razón (Madrid) - Innovadores
Lenz Instruments: el sistema que ayuda a curar el jamón... ahora recicla metales
La ingeniería Lenz Instruments es capaz de conocer la cantidad de grasa y sal de un jamón antes de probarlo y aplica ahora su tecnología al hierro y el aluminio
LenzLenz Instruments es una inge-niería inge-niería nada corriente. Nacida en Barcelona en 2011 y capi-taneada capi-taneada por Juan Manuel Rodríguez, ingeniero de telecomu-nicaciones telecomu-nicaciones y electrónica, y Jacobo Álvarez, doctor en física e ingeniero de materiales, ha dado otro sentido a la inducción magnética y la espec-troscopia espec-troscopia óptica hasta hacerse con un espacio de considerables dimen-siones dimen-siones en dos sectores que nada tie-nen tie-nen en común: la industria cárnica y el sector del reciclaje.
Los dos ingenieros han desarro-llado desarro-llado tecnologías rápidas de inspec-ción inspec-ción que adaptan según las necesi-dades necesi-dades de la industria. A través de la inducción magnética, la innovación de Lenz Instruments es capaz de determinar diversos parámetros de calidad y composición de la carne, que proporcionan a los elaborado-res elaborado-res los datos necesarios para obtener un jamón curado en su punto de sal o sabrosas lonchas de jamón cocido. «Las piezas de carne pasan en una cinta transportadora a través de un escáner de inducción magnética. En este momento, la carne modifica el campo magnético generado por el escáner y los datos que proporciona son los que nos indican la capacidad de retención de agua, la cantidad de grasa o cuánta sal necesitará un ja-món ja-món fresco para convertirse en un jamón curado en su punto», explica Rodríguez.
Para la industria cárnica es esen-cial esen-cial conocer en el menor tiempo posible la composición y la calidad de la carne, parámetros que deter-minaran deter-minaran el destino más óptimo para su procesado, es decir, la necesidad o no de incorporar aditivos o la can-tidad can-tidad de sal para un jamón que será curado o cocido, o bajo en este mi-neral. mi-neral.
Actualmente, este tipo de análisis se llevan a cabo de manera visual o mediante métodos de laboratorio que son lentos e impiden hacer un análisis pieza a pieza en tiempo real.
«En el caso del jamón curado, la cantidad de grasa y el peso determi-narán determi-narán el tiempo óptimo de salado, y nuestra tecnología indica exacta-mente exacta-mente los días que necesita para estar en su punto». Diversas empre-sas empre-sas de jamón curado de España y otras del sector cárnico de Francia e Italia ya la han incorporado a sus cadenas de procesado.
Pero antes de llegar a los elaboradores, elaboradores, los animales pasan por los mataderos. Ciertos parámetros de calidad requieren que la carne tenga tenga al menos 24h de evolución para poderla analizar de manera fiable. Nuestra tecnología, esta vez óptica, permite actuar de inmediato después después del sacrificio indicando, entre otros parámetros, los más decisivos: la retención de agua, la cantidad de grasa y su composición», comenta Rodríguez. Se trata de una tecnología tecnología basada en espectroscopia óptica, que utiliza el NIR (infrarrojo cercano), cercano), en la que la luz -y no el campo magnético- es la encargada de realizar realizar el análisis químico de la carne. «Cuando la luz atraviesa el tejido interacciona con éste y una parte de ella rebota. Este retorno es el que nos proporciona en menos de un segundo información sobre la carne». carne». En este caso, la tecnología «se aplica mediante una sonda de penetración penetración con fibras ópticas en su interior, que entra en el tejido cárnico». cárnico». Es mínimamente invasiva.
Y del procesado de carne a la selección selección de metales en el sector del reciclaje, utilizando la espectroscopia espectroscopia óptica, pero cambiando el haz de luz por el láser, y utilizando otro tipo de dispositivos detectores de luz, que en este caso cuentan fotones. fotones. Las piezas para reciclar pasan por una cinta transportadora que va a gran velocidad -hasta 3 metros por segundo-, donde un láser dispara a cada uno de los fragmentos para generar una chispa de luz. «A partir de esta emisión de luz de la chispa, la tecnología permite determinar el contenido químico del metal de desecho», desecho», explica Rodríguez, «y discrimina discrimina entre fragmentos férricos, no férricos así como los diferentes tipos de aluminio».