La Razón (Madrid) - Innovadores
SOSTENIBILIDAD
dudas, ese es la construcción. «El lugar hacia donde más tenemos que movernos es la arquitectura, la forma en la que diseñamos nuestras casas».
El principal problema de esta industria es que sus procesos no están integrados. «El diseño muchas veces no está ni digitalizado». Sin embargo, las tecnologías digitales están cambiando esta manera de trabajar. «Ahora es posible diseñar un edificio en 3D y obtener su gemelo digital una vez que está construido», explica. «El modelo cobra vida en la nube y tenemos muchas fuentes de datos sobre las que actuar». ¿Con qué fin? Por ejemplo, para la sostenibilidad.
«Al final, se puede obtener un 30% de eficiencia en el proceso de la construcción y en los costes de mantenimiento de un edificio que está totalmente digitalizado», subraya. «Si está conectado, primero ves el riesgo antes de que ocurra e, incluso si se produce el problema, sabes dónde está y qué hacer». El CEO también habla de obtener una guía con realidad aumentada al apuntar con el teléfono móvil hacia el panel de control de la instalación.
Pero no es solo una cuestión medioambiental. «La eficiencia en la construcción tiene que ver con la eficiencia en la gestión, la seguridad de las personas y la capacidad de anticipar los riesgos antes de que sucedan», expone.
El ‘empujón’ de la Covid
Aunque la Covid no ha traído nada bueno, Tricoire señala que «hemos aprendido que podemos hacer muchas cosas de una forma distinta». Un ejemplo se produce en su propia empresa, donde, en dos días, el 98% de la plantilla estaba trabajando desde casa. «En definitiva, la digitalización ha sido acelerada de forma masiva por la Covid», comenta.
Otra lección que ha traído la pandemia es que «los clientes se han dado cuenta de la importancia de la resiliencia». «Muchos países han tenido que producir su energía localmente, por ejemplo», añade. «Lo que hemos aprendido en los últimos meses es que tenemos que ser capaces de operar en remoto las instalaciones, desde un hospital a una fábrica, porque la gente no quiere entrar por temor al virus», explica. Y eso se consigue con tecnologías digitales. « Las personas que hace unos meses rechazaban la digitalización, hoy la están acelerando».
Las nuevas fábricas
Si hay un sector al que no le ha pillado desprevenido este cambio, ese es la industria. «Las plantas estaban más avanzadas en términos de digitalización», dice el directivo. « En Schneider hemos trabajado mucho en conectar más objetos para obtener más datos de la fábrica». Sus soluciones permiten desde el diseño y la construcción de una planta hasta su propia operación.
Por ejemplo, las empresas pueden formar a los nuevos operarios con realidad virtual sin poner en riesgo su seguridad y la de la fábrica gracias a un modelo digital de la instalación que tiene todos los objetos conectados en tiempo real. Su software también permite operar en remoto. «Con realidad aumentada, el mejor experto de un proceso que se encuentra en una ciudad puede guiar a otro compañero que está en otra planta si esta tiene un problema», explica. La automatización, incluso, se presenta como una «herramienta para la distancia social » . « Nosotros creemos en las personas en las fábricas, pero no muy juntas, sino con distancia social gracias a la automatización», destaca.
«Hemos aprendido que tenemos que ser capaces de operar en remoto las instalaciones»