La Razón (Madrid) - Innovadores
Las innovaciones en el sector cerámico se aplican para proteger superficies de bacterias
Mitigar la presencia de organismos patógenos en superficies cerámicas es uno de los retos del sector desde hace más de una década
LaLa cerámica es resistente al fue-go, fue-go, a los abrasivos, arañazos y roturas; también a la dilatación ante los cambios de temperatura. Por su composición orgánica tiene un ciclo de vida de aproximadamente 50 años, lo que la hace más sostenible que la mayoría de los materiales del sector de la construcción. Y, además, es inocuo por lo que no contribuye a la proliferación de organismos dañi-nos dañi-nos para la salud», detalla Alberto Echavarría, secretario general de AS-CER AS-CER a INNOVADORES.
La disponibilidad de esta última característica no es algo que ha ocu-rrido ocu-rrido de la noche a la mañana. En los últimos años esta industria ha introducido introducido cambios para reducir la presencia presencia de organismos patógenos en la cerámica. Entre ellos, la fabricación de placas más grandes que disminuyen disminuyen el número de juntas o el desarrollo desarrollo de componentes y esmaltes que limitan o mitigan su crecimiento.
Ejemplo de ello es la valenciana Keraben Grupo que, en colaboración con la empresa especializada en tecnología tecnología microbiana Microban, ha desarrollado un nuevo acabado. «Lifeker «Lifeker Plus+ altera el metabolismo de las bacterias, frenando la conversión de nutrientes en energía y ayudando a inhibir su supervivencia en los pavimentos pavimentos y revestimientos destinados a todo tipo de espacios. Se trata de un escudo protector que trabaja día y noche y no necesita luz solar o rayos ultravioleta para activarse. El acabado es funcional tanto en exteriores como en interiores, incluso con luz LED», explica Luis Guaita Delgado, jefe de I+D+i de la compañía.
Hasta hace unos años para lograr pavimentos antibacterianos se usaba el compuesto de dióxido de titanio mediante un proceso llamado fotocatálisis fotocatálisis (reacción química que convierte convierte la energía solar en energía química). Sin embargo, en 2006 la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo declaró declaró como un posible carcinógeno para los seres humanos por inhalación. De ahí que las investigaciones de las compañías compañías se reorientaran hacia otro compuesto: la plata.
En esta línea trabajan en Rosa Gres desde 2011. Como en la propuesta de Keraben, la plata es uno de los ingredientes ingredientes clave de su producto dirigido a inhibir bacterias, «no las mata», nos aclara Marcelino Sugrañes, presidente presidente de esta empresa de origen familiar. «Este metal ya lo utilizaban griegos y romanos para mantener el agua libre de microbios. Más tarde, era el componente componente principal de los cubiertos que se fabricaban para las clases más nobles. nobles. Nosotros la hemos combinado con material cerámico para crear el pavimento Biostop».
En su desarrollo se enfrentaron a un gran reto: mientras que la plata cuece a unos 900˚, el gres porcelánico lo hace a 1.200˚. «Para que este metal aguantara el proceso industrial tuvimos tuvimos que aplicar diferentes técnicas, como encapsularla, y ajustamos mucho mucho los costes, que tan solo se incrementan incrementan en un 5% respecto a un material material con un tratamiento estándar».
El producto está en el mercado desde desde 2014 y se utiliza en espacios donde han de tener un cuidado especial con la higiene, como los de la industria alimentaria, cocinas industriales, centros sanitarios, en vestuarios de instalaciones deportivas, e incluso en bodegas y fábricas de cerveza. En Rosa Gres también tienen una fábrica fábrica de morteros donde han desarrollado desarrollado una junta (la línea que une dos piezas porcelánicas) con las mismas nanopartículas de plata. «De esta forma, forma, toda la superficie tiene la misma protección. Sería ilógico que no fuera así», apunta Sugrañes.
No dejar ni un resquicio donde puedan crecer organismos patógenos fue uno de los retos de Gres Aragón hace 15 años cuando empezaron a trabajar con Aciker Plus, un material con función bactericida y fungicida en entornos industriales. «Conseguimos «Conseguimos estabilizar el compuesto de plata para utilizarlo, que estuviera en todo el cuerpo de la pieza para evitar su desgaste y que pudiera reaccionar en ausencia de cualquier tipo de catalizador», catalizador», relata Jose Manuel Grao, director director de Innovación de la compañía. «La baldosa consigue que en 24 horas muera el 96% de la colonia bacteriana depositada en ella».
La tecnología desarrollada para ello, Bioklinker, ya la aplican en otro tipo de espacios de uso doméstico, piscinas o fachadas ventiladas. Grao afirma que ya están haciendo pruebas para determinar su carácter virucida. «Todo hacer prever que los resultados pueden ser buenos». La razón es que «a un virus se le puede atacar cuando está en una superficie inerte por medio medio de oxidantes, como el alcohol. Y el compuesto de plata que tenemos se comporta como un oxidante».
La industria de la cerámica tiene una gran capacidad de innovación y resiliencia, tanto en desarrollo de productos productos como en su fabricación. «Esta situación de crisis nos está forzando a que también la llevemos a la promoción promoción y comercialización, digitalizando digitalizando procesos y virtualizando espacios para mantener nuestra presencia en el mercado internacional. Este parón lo estamos aprovechando para impulsar impulsar muchos de estos desarrollos», concluye Echavarría.