Primero, limpieza
Como toda dolencia de la columna vertebral se debe a años de desnutrición y hábitos alimenticios incorrectos, antes de emprender ninguna otra medida se debería empezar limpiando y estimulando el organismo.
• Para ese fin se tomará arcilla todos los días (una cucharadita disuelta en medio vaso de agua), bien por la mañana en ayunas, bien antes de alguna de las comidas.
• Puede alternarse con la infusión de fenogreco, una semana arcilla, la siguiente fenogreco, y así sucesivamente.
• El tratamiento básico debe complementarse con las siguientes medidas: breves baños fríos de caderas y emplastos de arcilla o de hojas de col sobre el hígado.
• Cualquier zona dolorida o lesionada (como, por ejemplo, la columna vertebral) debe tratarse con aplicaciones de arcilla que se mantendrán toda la noche; en caso necesario, hágalo durante varias semanas.
• Un descenso significativo del contenido de calcio de la sangre puede llegar a provocar trastornos del sistema nervioso (depresión, insomnio, neurastenia, etc.). Para conseguir una rápida estimulación, prepare el zumo de huevo y limón. Dos veces por semana, rompa el huevo por la mañana, mézclelo con el zumo y bébaselo todo. Como, por pequeñas que sean, son muchas las personas que muestran señales de descalcificación, todo el mundo debería probar estos métodos y beneficiarse de ellos.