El poder curativo de la naturaleza
«Cuanto menos voy al médico, menos tengo que ir…»
En este número repasamos una serie de remedios naturales de siempre junto a propuestas y estilo de vida próximas a la Naturaleza, con la idea de animar a todo el mundo a ser responsables de la propia salud. Encontraremos maneras de superar el dolor junto a otros temas, como el cuidado de los nervios y el estado de ánimo, y un pequeño dossier sobre el cuidado del hígado, órgano central del cuerpo humano.
El poder curativo de la propia Naturaleza, llamado también “Vis medicatrix naturae”, es la fuerza de la Naturaleza fundamental para la práctica de la medicina natural y significa una confianza profunda en la capacidad del cuerpo para curarse a sí mismo, si se le da la oportunidad.
Ante todo, y siguiendo a Hipócrates, se trata del “primum non nocere”, el “ante todo no hacer daño”. Es decir, evitar con sumo cuidado tanto las prácticas que debilitan la capacidad del cuerpo para curarse a sí mismo como las terapias que sustituyen una función del cuerpo.
No hace falta decir que esta filosofía tiene sus límites y, a veces, el cuerpo necesita algo más que una ayuda de apoyo. El objetivo del terapeuta o médico naturista, en tales situaciones, es utilizar la intervención menos invasiva que produzca el efecto terapéutico deseado.
Este enfoque filosófico necesita una amplia gama de técnicas de diagnóstico y terapias y explica los intereses eclécticos del médico o terapeuta naturista, que, si bien ha evolucionado hacia un sistema primario de cuidado de la salud que proporciona servicios que van desde el parto natural y medicina familiar a través de medicina preventiva terapéutica, mantiene los mismos principios: educación del paciente en las leyes de la vida sana, apoyo a las propias posibilidades del cuerpo para curarse a sí mismo y el uso de terapias naturales y no tóxicas.
Esperamos que las propuestas de este número extra de Integral os sean útiles. ¡Salud!