El árbol de la vida
Nuestra edad, en la columna vertebral
Nuestra edad, en la columna vertebral
La columna vertebral sufre las consecuencias de nuestras actividades cotidianas, gestos repetidos, deportes competitivos, abuso de los medios mecánicos de locomoción (se recurre al coche para recorrer unos cuantos metros, en lugar de ir a pie), así como de la mala alimentación. En la mayoría de casos, las personas aquejadas de problemas de columna intentan atenuar los síntomas sin buscar la forma de eliminar la causa. En cuanto se descubre la existencia de una descalcificación, se toma calcio directamente, porque una mayoría de personas lo ve todo así de simple. Pero habría que pensar, siquiera por un momento, que si la columna vertebral adolece de calcio, probablemente se debe más a un desequilibrio en la distribución de diversas sustancias nutritivas que a una falta de suministros.
EL PERFIL DE LA COLUMNA
Si observamos el perfil de la columna vertebral, veremos dos curvas claramente marcadas. Ambas cumplen la función de absorber y neutralizar los shocks: sin ellas, nuestro cerebro no sería capaz de soportar ni siquiera el sencillo movimiento de andar. Pero, en otros casos, la columna vertebral presenta curvas distintas, de origen anormal; por ejemplo, cifosis. Esta deformación dorsal puede encontrarse situada en la región lumbar, en cuyo caso se la denomina cifosis lumbar. De ser convexa por delante, la curva pasa a ser anormalmente convexa por detrás. La exageración de esta curva, su proyección excesivamente acentuada hacia delante, se llama lordosis. Cuando se mira de frente y presenta curvas, se dice que la columna tiene escoliosis. En muchos casos estas deformaciones tienen su origen en una mala nutrición; puede ocurrir que la alimentación no sea suficientemente variada, también que los residuos no eliminados y que se van acumulando en las mismas vértebras contribuyan a desplazarlas y deformarlas.
HERNIA DISCAL
Todo el peso de la columna vertebral descansa sobre cinco grandes vértebras, las lumbares; y de ellas, la quinta (la situada encima del sacro) es la que carga con la mayor parte del mismo. La hernia de disco o hernia discal se produce cuando queda desplazado el disco nervioso situado entre la cuarta y la quinta vértebras, lo que ocurre muchas veces a finales del invierno, ya que la imposibilidad de conseguir alimentos frescos y “vivos” contribuye a la desvitalización de todo el sistema vertebral. Pero tenemos buenas noticias: son pocas las personas que no pueden encontrar solución a sus problemas en la medicina natural. Muchos pacientes en principio condenados a un corsé ortopédico, a una intervención quirúrgica o a la inmovilización, han podido reanudar sus actividades normales al cabo de unos cuantos meses de tratamiento natural. La hernia discal suele ir acompañada de ciática; en cuyo caso conviene complementar los emplastos de arcilla con baños calientes de pies: hervir 4 litros de agua con 3 puñados de salvado de trigo y 2 de hojas de nogal. El baño frío de caderas alivia los ataques de ciática, pero la cura no será verdaderamente eficaz si, al mismo tiempo, no se cuida la región lumbar.
LOS TENDONES Y LA ARCILLA CURATIVA
Algunas veces los tendones se debilitan. Pueden compararse a las cuerdas de un mástil: mientras permanezcan todos firmes, contribuirán a sostener el palo, a que las vértebras permanezcan imbricadas unas en otras; pero si se aflojan o debilitan, las vértebras perderán su estabilidad. Uno de los remedios más eficientes que se conocen es la arcilla. Aunque algunas dolencias necesitan un tratamiento más prolongado, seis meses de aplicaciones
diarias bastarán generalmente para curar aun las más tenaces y dolorosas. Raymod Dextreit cita como ejemplo el caso de un chico de once años aquejado de adenitis cervical y de descalcificación de la columna. El tratamiento que se le aplicó consistió en emplastos de arcilla sobre el bazo y los ganglios y en la ingestión de arcilla por vía oral. Primero reventó un ganglio, luego otro, y su estado general comenzó a mejorar también. El tratamiento había empezado a finales de octubre, y para la primavera siguiente sus padres consideraron que el niño estaba ya completamente curado. En la mayoría de casos basta con aplicar arcilla todas las noches antes de acostarse; el emplasto debería tener de 18 a 24 mm de grosor y 15-20 cm de anchura, mientras que su longitud deberá cubrir toda la zona afectada. Si no se soporta la arcilla fría, que es como da mejores resultados, aplíquese ligeramente tibia, calentándola al vapor. Siempre que sea posible, mantenga el emplasto toda la noche; pero si provoca la menor sensación de frío dentro del cuerpo, se deberá quitar inmediatamente. La arcilla debe prepararse de forma que permanezca en todo momento flexible, para ajustarse bien al cuerpo. Debe ser compacta; es decir, ni demasiado líquida ni demasiado seca.
Si hay que tratar dos zonas distintas (como ocurre por ejemplo en los casos de escoliosis doble o de cifosis asociada con lordosis), se alternará las aplicaciones, una noche sobre una zona y la siguiente sobre la otra.
GRANDES PROPIEDADES CURATIVAS
Que la arcilla posee unas increíbles propiedades curativas lo sabemos bien gracias a la obra de Dextreit, que cita otro caso concreto, un paciente aquejado de una dolencia de la columna vertebral que había llevado un fuerte corsé dorsal que le cubría todo el pecho. Anteriormente se había sometido a numerosos tratamientos (injertos, inmovilización sobre una tabla, escayola, etc.), pero la mejoría se había visto dificultada por la continua aparición de abscesos en los sobacos. Esos abscesos desaparecieron rápidamente gracias a un tratamiento basado en la ingestión de arcilla por vía oral, tras lo cual se pudo aplicar emplastos sobre la columna vertebral. Al cabo de cuatro meses de tratamiento, el paciente empezó a quitarse-el corsé durante una hora al día. Al terminar el séptimo mes, lo abandonó completamente, y el “ex paciente” pudo reanudar todas sus actividades, especialmente físicas (de profesión labrador). La parte cervical de la columna vertebral constituye muchas veces la sede o asiento de una artrosis, que puede terminar en un bloqueo de las vértebras de dicha zona y causar persistentes e intensos dolores de cabeza. En ese caso se aplicará regularmente emplastos de arcilla sobre la nuca hasta que los trastornos desaparezcan por completo. Los masajes con aceite de alcanfor y ajo (en la proporción de 2 a 1) son también muy recomendables para combatir esta enfermedad. Durante una crisis, la persona afectada no debería moverse mucho, y sobre todo abstenerse de levantar ningún peso. No obstante, es importante recordar que, si no hay movimiento alguno, puede producirse la anquilosis. Para prevenirlo, conviene hacer ejercicio con la ayuda de otra persona. El paciente se echará y un amigo le tirará suavemente de las manos hasta hacerle adoptar la posición de sentado; luego le ayudará a girar el cuerpo hacia la derecha y la izquierda. Cuando haya mejoría, intente subir por una escalera de mano utilizando sólo los brazos, lo que contribuirá a fortalecer sus músculos. Vaya reforzando otros poco a poco, llevando pesos sobre la cabeza. Todos estos tratamientos externos deberán administrarse y darán buenos resultados siempre que vayan acompañados de una apropiada alimentación natural.
ZAPATOS CON TACÓN EXTRA, TABLAS DURAS…
Algunas veces, el desequilibrio pélvico que suele acompañar a las deformaciones de columna se contrarresta poniendo un tacón extra en uno de los zapatos. Pero esto sólo es recomendable en muy pocos casos, pues equivale a aceptar de entrada una situación anormal. Si se considera inevitable llevar un zapato más alto que otro, deberá intentarse que sea sólo temporalmente. Tampoco se recomienda dormir sobre una tabla u otra superficie dura, porque presupone que la persona en cuestión estará todo el tiempo echada sobre la espalda. La dureza de la superficie hará que el paciente experimente dificultades para conciliar el sueño, dolores en todo el cuerpo y otras molestias. Lo que quizá se puede hacer es colocar una plancha de madera debajo del colchón, pero puede ser preferible un colchón firme, aunque lo suficientemente flexible como para adaptarse a las formas del cuerpo. Tampoco es recomendable en estos casos dormir sin almohada, a menos que se haga siempre totalmente boca arriba o boca abajo. Es preferible dormir de costado, porque ayuda a relajar los mús- culos, y utilizar una almohada ni demasiado fina ni demasiado gruesa.
¿MÁS CALCIO?
La calcificación no consiste simplemente en tomar más calcio; los químicos lo han comprendido ya y hablan del complejo fósforo/calcio. Pero sigue tratándose de una simplificación, porque, en realidad, para asegurar la asimilación del calcio y su fijación, lo que se necesita es todo un grupo o conjunto de sustancias. Para solucionar una carencia no basta con introducir en el cuerpo la sustancia en cuestión, sino que hace falta que ésta sea debidamente fijada y asimilada. El calcio que recetan los médicos sirve primero como estimulante de diversas funciones; pero tras un período de euforia, esa estimulación deja paso a una eventual depresión. Ese calcio químico es desconocido para el organismo y prácticamente inasimilable. Deja sedimentos alrededor de los huesos. La imitación de la verdadera calcificación se realiza de manera anárquica y contribuye al endurecimiento prematuro de los ligamentos de la columna. La espina dorsal constituye la reserva de calcio del organismo, que extrae de ella el que va necesitando. Si estos suministros superan un determinado límite, se produce una falta o deficiencia de calcio; y la situación empeora si se introduce calcio químico, pues ese elemento extra sirve únicamente para obstruir el organismo. El calcio suele introducirse a través del recto o inyectándolo directamente en las venas, lo que provoca un estado relativo de esclerosis en las paredes del recto o en los vasos sanguíneos.
DESCALCIFICACIÓN DE LA COLUMNA
Existe sólo un tipo de calcio absorbible por el organismo, y es el que se encuentra de manera natural en los alimentos, combinado con otros elementos. Todo el mundo reconoce que, cuando se está sometido a una cura a base de calcio médico o químico, los excrementos contienen más calcio de lo normal. Debido al esfuerzo que realiza para librarse de ese calcio no fisiológico, el organismo conoce un período de estimulación. Pero a ese período de euforia le sigue otro en el que el estado suele agravarse, con depresión y decaimiento. El organismo aprende tan bien a librarse
del calcio que elimina automáticamente incluso el que forma parte de sus reservas naturales. Es curioso que, en los tejidos enfermos, sean unos pulmones con tuberculosis, una arteria con arteriosclerosis o unos intestinos lesionados, se den siempre dos síntomas: una falta de sílice y un exceso de calcio, exceso provocado por una exagerada ingestión del mismo. Antes de buscar la causa de la deficiencia o falta de sílice, conviene tener en cuenta que los excesos y las deficiencias van siempre juntos, pues una cosa conduce inevitablemente a la otra. El aumento de sustancias alimenticias lleva a una sobrecarga del organismo que tiene que asimilarlas y fijarlas, de lo que se deriva una desaceleración de las funciones de asimilación y fijación. Es por tanto imposible diagnosticar que el estado es sólo pletórico (exceso de elementos) o sólo deficiente. Todos esos males se suelen deber siempre a la desmineralización. No obstante, es erróneo referirse únicamente a la “descalcificación” o incluso a la “desmineralización”, pues lo que se echa en falta no son sólo sales minerales, sino también enzimas, fermentos y vitaminas.
ÁCIDO CÍTRICO
Existe un informe, de los profesores italianos Rossi y Gremoncini, en el que demuestran la eficacia del ácido cítrico para el proceso de recalcificación. Un elemento natural, el limón, contribuye al mismo tiempo a la disolución de los ácidos cálcico y oxálico y a la de otras sedimentaciones, y a la utilización del calcio y el fósforo. Combinando el ácido cítrico, el fósforo, el calcio y la vitamina D, los doctores Rossi y Gremoncini han obtenido algunas curaciones espectaculares, especialmente entre niños muy pequeños. Observaron que el ácido cítrico, presente en todos los tejidos, aparece como un elemento esencial del proceso de mineralización. Al activar el proceso de calcificación de los cartílagos, se combate el raquitismo. También refuerza las proliferaciones del complejo proteínico en el que tiene lugar la calcificación. Limitándose a añadir ácido cítrico a su alimentación habitual, Rossi y Gremoncini obtuvieron un aumento regular de peso de los niños de pecho. Esto se debe a que, en presencia del ácido cítrico, el calcio no se combina con los ácidos grasos presentes en el aparato digestivo y, por tanto, se absorbe más fácilmente.
ÁCIDO FÍTICO Y PAN INTEGRAL
Se comete un gran error cuando se afirma que un antinutriente, el ácido fítico del pan de trigo integral se opone a una buena utilización del calcio. La prueba es que, en los niños que llevan una forma sana de vida y comen cereales integrales, no se observa la menor señal de descalcificación, que sí se da en aquellos otros atiborrados de pan blanco, caramelos y otros alimentos poco naturales. Los únicos productos que favorecen la calcificación son los procedentes del reino vegetal, el queso, los huevos y la miel, que son aceptables y aprovechables para el organismo. Y el aceite puro de oliva y las verduras y hortalizas, sobre todo las verdes, aportan los elementos necesarios para la producción de las distintas vitaminas D, que se obtienen, o bien tomando baños de sol, o de la transformación de los esteroles.
SOL
Tomar el sol a las horas (amanecer y atardecer) y con la duración adecuadas, permite un uso racional del colesterol, que sólo resulta peligroso cuando no se expone uno suficientemente a sus rayos o cuando existe una falta o deficiencia de sílice. Además, hoy sabemos suficiente sobre el colesterol bueno y el malo o LDL y los alimentos que nos convienen y los que no, que basta con un poco de fuerza de voluntad para evitar este tipo de trastornos.
MASAJES Y EJERCICIOS
Las personas aquejadas de dolencias de la columna encontrarán alivio en los masajes, distensiones y otras manipulaciones del masajista; no obstante, eso equivale a tratar sólo los síntomas, y el alivio será por tanto únicamente momentáneo. Es conveniente tomar un baño frío de caderas todos los días, pues estimula los procesos de asimilación y eliminación del organismo. En períodos de intensos dolores, masajee toda la columna vertebral con una mezcla de 2 partes de aceite de alcanfor y 1 de ajo rallado. Los ejercicios de rotación y movilización de las articulaciones son efectivos cuando van acompañados de la alimentación adecuada; ambas cosas unidas corregirán cualquier defecto de columna que se padezca. Conviene realizar todos los días determinados movimientos destinados a mover las vértebras en todas direcciones. Caminar, montar en bicicleta, las labores de jardinería y horticultura, etc., constituyen excelentes ejercicios que contribuyen a fortalecer la columna vertebral. Pero deberían realizarse con suavidad y teniendo cuidado de no prolongarlos más de lo necesario. El corsé ortopédico lo reservamos para casos más serios. En todos los demás deberá evitarse, pues cualquier medio mecánico destinado a sujetar la columna conduce muchas veces a la atrofia de los músculos. Si, antes del inicio del tratamiento natural, se ha adoptado un corsé, quíteselo únicamente en los momentos en que no haya que realizar muchos esfuerzos. Los períodos sin corsé deben irse prolongando poco a poco hasta que no resulte ya necesario.