Comer como un yogui
En Occidente los practicantes y seguidores del yoga son gente sana que procura mejorar practicando un determinado estilo de vida. En Oriente se refieren mucho más a la unión del alma con lo divino y a una integración absoluta de cuerpo, mente y espíritu. Ambos coinciden en la importancia de la alimentación para la práctica diaria, si bien en lugares como la India la elección de la comida suele ser más estricta y relacionada con el Ayurveda tradicional. GRANDES MAESTROS EN OCCIDENTE
Sabemos del yoga por lo menos desde hace 2.300 años, gracias a los Sutras de Patanjali, pero las prácticas de yoga se comenzaron a conocer en Occidente a través de los relatos de grandes viajeros desde hace poco más de cien años.
Ramakrishna (1836-1886) fue uno de sus discípulos y Swami Vivekananda (1863-1902), daría a conocer la doctrina en Occidente; por eso se le considera uno de sus principales primeros introductores. Por otro lado, Sri Aurobindo (1872-1950), que tradujo textos de los Upanishad y del Bhagavad Gita. Paramahansa Yogananda (1893-1952), que vivió desde 1920 en EE.UU. y es el célebre autor de Autobiografía de un yogui, un libro que todavía hoy se sigue publicando.
También encontramos otros autores bien diversos, como B.K.S. Iyengar (19182014) creador de un estilo de yoga radical, o como Amma (Mata amritanandamayoi Devi (1953) la popular yoguini que abraza.
Entre todos ellos destacamos la obra de Swami Sivananda ( 1887-1963), médico y yogui que en Rishikesh, un pueblecito de los Himalaya (India), creó la Divine Life Society y escribió más 300 libros y manuales sobre yoga, religión, espiritualismo, hinduismo, moral, higiene y salud, muchos de los cuales siguen vigentes hoy en día.
Sivananda tuvo numerosos discípulos, dos de ellos bien conocidos en Occidente, como Swami Satchidananda (1914-2002), que en California daría un gran impulso en 1966 al Flower Power (movimiento de las flores frente a la guerra de Vietnam), uno de los orígenes de los hippies. Y también Swami Vishnu Devananda (1927-1993), fundador de los centros de yoga Sivananda en todo el mundo y buen conocedor del hatha y raja yoga.
Puede decirse que gracias a, entre otros, Emilio y Carlos en San Sebastián (Sadhana), y a Francisco López (con las visitas de Swami Vishnu Devananda) y Ramiro Calle en Madrid, el yoga comenzó a popularizarse aquí a mediados de los años 70 (hasta entonces su práctica era realmente muy aislada, si bien el profesor Antonio Blay ya enseñaba yoga en Barcelona a finales de los años 50). Hoy podemos disfrutar de los grandes beneficios del yoga gracias a aquella labor pionera de todos ellos (y, probablemente, alguno más).
CUATRO SENDEROS, CINCO PRÁCTICAS
Existen muchos tipos de yoga –Sivananda realizó en su momento una gran labor para integrarlos–, si bien en realidad pueden considerarse variantes de un tronco esencial común con Cuatro Senderos: Karma Yoga (la Acción), Bhakti Yoga (Devoción, amor divino), Jñana Yoga (Conocimiento, sabiduría) y Raja Yoga (el Control de la mente y de lo físico).
Las populares asanas o posturas del Hatha Yoga, son una práctica cotidiana y común para esos cuatro senderos.
Existen también cinco prácticas aconsejables para la vida cotidiana:
• Ejercicio adecuado.
• Respiración adecuada.
• Alimentación adecuada.
• Relajación adecuada.
• Meditación (o pensamiento positivo). Vamos a fijarnos un poco más en la comida adecuada (saludable).
DIETA ADECUADA, ENERGÍA DIRECTA
La alimentación sana es una de las bases esenciales en el yoga tradicional. La dieta yóguica es vegetariana y consiste en alimentos puros, (sáttvicos), simples y naturales, que se digieren en forma sencilla y promueven la salud.
Se trata de comer alimentos recién cosechados, frescos, provenientes de la naturaleza, preferentemente de cultivo ecológico, sin procesar o refinar. Y también sin cocinar en exceso (destruye la mayor parte de su valor nutritivo).
PROTEÍNAS
Todos los alimentos naturales, como las frutas y verduras, semillas, frutos secos, cereales y legumbres… poseen proteínas,
aunque en distintas proporciones. Como fuente proteica son fácilmente asimilables el valor alimenticio de la carne como fuente nutritiva es inferior.
La carne se desaconseja, entre otros motivos, porque es un alimento de «segunda mano», rico en putrescinas y cadaverinas (podéis ver lo que son y suponen en Internet). La carne animal es más difícil de digerir y su valor y riqueza vital son menores en el metabolismo corporal.
¿A que nos referimos con «de segunda mano”? Como se sabe, el Sol es nuestra fuente de energía vital: nutre las plantas (el vértice de la cadena alimenticia) que luego son ingeridas por animales (vegetarianos), que a su vez son comidos por otros animales (carnívoros). Los alimentos en el vértice de la cadena alimenticia, nutridos directamente por el sol, poseen mejores cualidades vitales.
Mucha gente se inquieta por si aportan o no proteína suficiente al organismo, pero no tienen en cuenta que la calidad de la proteína es más importante que la cantidad. Y los productos lácteos, las legumbres, los frutos secos y las semillas nos proveen de proteínas en cantidad y calidad adecuadas.
Hay que tener en cuenta también que las cifras sobre requerimientos proteicos que aún se usan en muchas tablas y departamentos de salud, se basan en datos antiguos, que desde hace años han sido severamente cuestionados por investigaciones de laboratorio publicadas en revistas científicas serias.
CAMBIOS GRADUALES
Comer ayuda a suministrar al organismo fuerza vital (prana, para los para los yoguis). Para ellos, la mejor dieta es simple, con alimentos naturales y frescos; pero en sentido estricto es más selectiva: el yogui se preocupa por el efecto sutil que los alimentos ejercen sobre su mente y su cuerpo astral. Por eso evita alimentos excitantes o demasiado estimulantes y prefiere aquellos que le dejan la mente en calma y el intelecto agudo.
Y por eso también los seguidores del camino del yoga evitan la ingesta de carnes, pescado, huevos, café (que se sustituye por deliciosas tisanas sin excitantes), alcohol o drogas. También evitan los ajos y cebollas, por considerarlos rajásicos (excitantes).
Para avanzar por este camino cualquier cambio en la dieta se hará de forma gradual. Comenzaremos sustituyendo grandes porciones de carne y pescado por sabrosas recetas a base de cereales y legumbres, hortalizas, semillas y frutos secos, hasta que al final todos los productos cárnicos se hayan eliminado de la dieta.
LAS TRES GUNAS
Para comprender el enfoque yóguico en la alimentación y sus beneficiosos efectos sobre la salud y serenidad personal, hay que tener en cuenta la tradición ayurvédica de la India y Las Tres Gunas, o cualidades sutiles de la Naturaleza que forman parte del Universo:
• Sattva (bondad contemplativa).
• Rajas (pasión activa).
• Tamas (ignorancia inerte).
Se considera que forman parte de los poderes del alma que mantienen la materia, la vida y la mente, así como el karma y los deseos que nos impulsan nacimiento tras nacimiento. Son energías que actúan en nuestra mente superficial y en nuestra conciencia profunda. Todo, en el universo, posee varias combinaciones de las tres gunas:
LAS TRES DOSHAS
En medicina ayurvédica existen tres Doshas o «temperamentos»: Vata (aire), Pitta (bilis), Kapha (flema) y cada uno de estos temperamentos o constituciones de la persona (y sus variantes, ya que todo el mundo tenemos algo de cada una de las tres doshas) indican un camino a seguir en las comidas y en las terapias. Se trata de una sabiduría compleja y muy interesante, si bien los yoguis no suelen poner tanto énfasis en ella, porque valoran más la práctica diaria de lo que comemos. «Un gramo de práctica vale más que toneladas de teoría», decía el maestro Sivananda.
QUÉ ALIMENTAN LOS PENSAMIENTOS
Desde siempre, la alimentación yóguica se ha basado en principios de pureza (sattvas), no-violencia (ahimsa) y en una vida equilibrada. En su origen, el yoga sólo se practicaba para lograr la iluminación espiritual; el fin último en un yogui era lograr una conciencia elevada y el despertar supremo de la mente, la «iluminación», a través de una serie de actos puros, entre ellos la comida.
La filosofía del yoga y la meditación enseñan que el cuerpo y la fuerza vital, el prana, provienen del aire, el agua y los alimentos... pero también de los pensamientos. Comer alimentos puros, como los de la agricultura ecológica, aumenta nuestro prana, nuestra fuerza vital y la esperanza de vida. Pero los pensamientos son un alimento no menos importante: por eso conviene elegir los mejores y evitar que pensamientos inútiles o negativos puedan entrar en nosotros mismos.
El yoga ayuda a cultivar un cuerpo magnífico y una mente despierta y un espíritu sin velos. Incluir alimentos puros en la dieta ayuda a que la mente se clarifique y el espíritu mantenga la calma. También ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, cáncer, obesidad, diabetes, desequilibrios hormonales y otras enfermedades crónicas.
COMER COMO UN YOGUI. PRIMEROS PASOS
Algunos consejos para empezar a comer como un yogui o como una yoguini.
• No matar animales: no hay que ser vegetariano para hacer yoga, pero a medida que uno se va haciendo más consciente del propio cuerpo se da cuenta de que comer carne convierte las digestiones en una pesadez. En cambio los cereales, hortalizas, frutas… ayudan a mantener esa agradable sensación de ligereza, de luz y de energía que aporta la practica del yoga. Es interesante si queremos elevar nuestra conciencia y nuestro amor y compasión por todos los seres.
• Hidratación: la cantidad de agua que se necesita varía bastante en función de cada persona y estilo de vida. Una recomendación es de 6-8 vasos, sobre la base de 2000 calorías al día. Al principio, y además de agua, se puede tener en cuenta el té verde: es rico en antioxidantes, muy poco excitante y ayuda a lograr el equilibrio de líquidos. También podemos consumir habitualmente los licuados de cereales (arroz, avena…) o de soja, y los alimentos que hidratan, como las frutas frescas y casi todas las verduras.
• Incluir nuevas fuentes de proteínas: la no violencia es una de las esencias del yoga; no hacer daño a uno mismo ni a los demás. Por eso muchos practicantes de yoga no comen carne, ni huevos e, incluso, algunos evitan los lácteos. Es una decisión personal, pero comer tofu (ahora se puede obtener mucho más sabroso), tempeh, seitán, frutos secos y semillas, arroz o legumbres es una buena manera de fijar las proteínas y sus beneficiosos efectos. También podemos añadir algas en ensaladas,
sopas y verduras (como la sopa de lentejas).
• Cereales y legumbres:si hay mucha hambre siempre es mejor comer un puñado de almendras que una bolsa de patatas fritas… El prana (vida) que contiene un solo grano de cereal nos invita a evitar los alimentos procesados o elaborados con edulcorantes artificiales. La comida rápida está desvitalizada, carece de prana y reduce la fuerza vital al que la come.
• ¿Qué hago si tengo que comer fuera de casa cada día?: hay bastantes trucos para evitar las comidas poco recomendables. A modo de ejemplo: 1) controlar el tamaño de los platos, 2) tomar los alimentos crudos al principio de cada comida, 3) no tomar alcohol, 4) no comer todo lo que nos ponen, 5) evitar el postre final, sobre todo si se trata de fruta cruda (en general la fruta debería comerse siempre con el estómago vacío) y si se trata de zumos de frutas y verduras, beberlos siempre a sorbitos.
• Vitaminas, minerales y oligoelementos: hay que tener en cuenta cada día la vitamina B6: como nutriente produce más de 100 reacciones químicas y regula (con las enzimas) todo tipo de procesos necesarios en el organismo. La encontraremos sobretodo en el germen de trigo, pero también en las legumbres, los frutos secos y el pan y cereales integrales.
• Antioxidantes, como la vitamina E: conviene comer también alimentos ricos en vitamina E natural, y otros importantes antioxidantes que ayudan a evitar trastornos y enfermedades, y a ralentizar el proceso de envejecimiento, fortaleciendo las células que combaten infecciones. La encontraremos en los frutos secos, aceites vegetales, legumbres y cereales integrales (incluida la súper nutritiva quinoa). Conviene elegir alimentos que contengan flavonoides, importante sustancia antioxidante que se encuentra en abundancia en los frutos rojos, entre ellos la granada.
Muchos nutricionistas recomiendan también incluir en la dieta un suplemento multivitamínico. Podemos valorarlo, sobre todo al principio de nuestro camino en el yoga. También puede ser interesante el reforzar el sistema inmunitario, por ejemplo con equinácea (Echinacea purpurea), y vitamina C (en hortalizas de hoja verde, kiwi y toda clase de cítricos).
• Los aceites esenciales, como el Omega 3, reducen inflamaciones, revierten los signos de envejecimiento, previenen las enfermedades del corazón y ayudan a mantener los niveles de colesterol. Se encuentran en las nueces y otros frutos secos, en la soja y en las semillas de lino.
Y TODO ESTO, ¿PARA QUÉ? COMIDA Y AMOR
Nuestra conciencia está apresada en la repetición de hábitos (pensamientos, deseos, impulsos y hábitos alimentarios), lo que crea una personalidad compleja a la que llamamos «yo». El yoga ayuda a romper esos hábitos y a liberar energías para «repartirlas» hacia un proceso más interior. Tradicionalmente se conoce como la práctica en la que cada uno aprende a separar Purusha (Ser o Espíritu) de Prakriti (o energía).
El deseo de comer es un deseo muy difícil de controlar. Comer en exceso no deja de ser una deformación del deseo de ser amado. Todos queremos ser felices, pero seguimos llenándonos de alimentos poco recomendables y que suelen conllevar todo tipo de trastornos.
El deseo del amor o la búsqueda del amor se transforma en el deseo compulsivo de estar saciado (y la comida es un muy buen ejemplo de ello). La verdadera felicidad consiste en llenarnos de nuestra propia dicha, pero antes hay que ganar el control o la batalla a uno mismo y entre otras cosas la batalla del comer.
CUATRO FORMAS DE COMER
Desde el lado psicológico del yoga se pueden identificar tres formas de comer:
El Camino del Glotón: aquí la persona expresa plenamente su deseo de comer y se entrega a los alimentos sin mesura, cuando y donde le sea posible.
El Camino de Epicuro: los cambios personales empiezan a notarse y las personas comienzan a consumir como si fuese una forma de arte. El paladar se va educando, lo cual es bueno como camino, aunque no sea el objetivo de un yogui.
El Camino Ascético: el asceta suprime el deseo de comer y rechaza el sabor como parte de una de las disciplinas más duras. Puede causar problemas de salud, pues la represión de los deseos introducidos en el subconsciente hace que más tarde surja la enfermedad como debilidad reprimida.
Buda y otros maestros recomendaron el Camino de la Ecuanimidad” (Samatha),
donde se come sin renunciar conscientemente o reprimir el deseo de comida: «El que come o duerme demasiado o demasiado poco no puede convertirse en un yogui».
Evitaremos las dietas estrictas y saltarnos comidas (el ayuno es una buena práctica, pero consiste en otra cosa). Los cambios tan positivos que produce la práctica del yoga nos llevan a disfrutar de una conciencia más despierta, de una mirada más despejada.
Da pequeños pasos, sé consciente de todo lo que finalmente pones en tu boca, tanto si se trata de alimentos físicos o de palabras. Comer como un yogui significa también gratitud por la generosidad ante todo lo que la vida nos pone delante y ser amable y compasivo, con uno mismo y con los que compartimos la comida.
Ommmmm…
RECETAS PARA COMER COMO UN YOGUI
Todas son sencillas, fáciles de preparar y adecuadas para la cocina y comunitaria.
SOPA DE REMOLACHA Y COCO
PARA 1-2 PERSONAS 20 MINUTOS INGREDIENTES: •1 REMOLACHA. • LECHE DE COCO. •1 PEDACITO DE JENGIBRE. •1 CEBOLLA. •1 ZANAHORIA. •2 CUCHARAS DE ACEITE DE FREÍR. • UN POCO DE JUGO DE LIMÓN O LIMA. • SAL Y PIMIENTA. • CREMA DE CEBOLLETA FRESCA ( OPCIONAL).
1. Pela los vegetales, ralla el jengibre y calienta el aceite de freír en una sartén, añadiendo poco a poco las verduras y el jengibre rallado. Sofríe luego a fuego lento 5 minutos, moviéndolo constantemente.
2. Añade la leche de coco y un litro de agua. Cuando empiece a hervir baja el fuego al mínimo. Cuece hasta que las verduras estén muy tiernas y se mezclan con la sopa suave. Ponle pimienta al gusto, el zumo del limón.
3. Sírvelas con cebolla picante y una cucharada de crema fresca para darle un color impactante.
ENSALADA DE AGUACATES GRATINADOS
POR PERSONA. 20 MINUTOS MÁS TIEMPO DE ENFRIADO. INGREDIENTES: •2 TOMATES MADUROS. •1 AGUACATE MADURO. •1 CEBOLLETA. • ALBAHACA, TOMILLO FRESCO. • QUESO RALLADO. • ALMENDRAS TRITURADAS, PIÑONES O AVELLANAS. • SEMILLAS DE GIRASOL.
1. Corta los tomates maduros en ocho cortes. Pela un aguacate maduro y córtalo en trozos también.
2. Pon un molde a calentar en el horno.
3. Pica la cebolleta y añádela, mezcla bien con tomillo fresco y albahaca. Déjalo enfriar en la nevera durante unas horas.
4. Justo antes de servir, espolvoréalo con queso rallado, cúbrelo con almendras trituradas, semillas de girasol, piñones o avellanas. Pon en una parrilla no muy caliente hasta que el queso comience a derretirse y las nueces tomen color, remuévelo constantemente y ponlo en la ensalada.
5. Rocía y mezcla con aceite de oliva.
LENTEJAS VERDES CON ESPINACAS Y JENGIBRE
Para 4 personas. 60 minutos. INGREDIENTES: •½ KG DE ESPINACAS. • 40 G DE LENTEJAS VERDES. •1 RODAJA DE JENGIBRE. •2 DIENTES DE AJO. • ZUMO DE LIMÓN. • ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA. • SAL Y PIMIENTA NEGRA. • 150 G DE ARROZ INTEGRAL COCIDO.
1. Hierve las lentejas verdes durante 40 minutos a fuego lento. Cuélalas y lávalas.
2. En un wok o una olla, calienta una cucharada de aceite de oliva, jengibre rallado y dos dientes de ajo (a elección). Sofríelo por unos segundos y añade las espinacas frescas. Revuélvelo hasta que la espinaca esté cocida.
3. Añade las lentejas y dos cucharadas de sal y cuécelo a fuego lento durante 15 o 20 minutos.
4. Añade la pimienta negra, zumo de limón al gusto y sirve de inmediato en una cama de arroz integral.
CORONA DE ARROZ Y ZANAHORIA
4 PERSONAS. 20 MINUTOS MÁS TIEMPO DE HORNEADO. INGREDIENTES: •1 TAZA DE ARROZ COCIDO AL DENTE. •1 TAZA DE LECHE. •2 TAZAS DE ZANAHORIAS RALLADAS. •3 CUCHARADAS DE AOVE. •½ CUCHARADITA DE SALVIA PICADA. • SAL Y NUEZ MOSCADA RALLADA AL GUSTO.
1. Mezcla todos los ingredientes en un bol y déjalo reposar durante 15 minutos.
2. Vierte la mezcla en un molde para horno con forma de corona, previamente aceitado.
3. Déjalo hornear a 160º C durante 45 minutos aproximadamente.
4. Desmoldea con cuidado en un plato plano grande y sírvela.
ENSALADA ARCO IRIS
INGREDIENTES (TODO EN CRUDO): •6 HOJAS DE LECHUGA VARIADA ( TROCADERO, ROMANA, LOLLO, HOJA DE ROBLE…) •6 HOJAS DE ESPINACAS. •6 HOJAS PEQUEÑAS DE ACELGA. • HOJAS DE BERRO Y DE APIO. •1 CALABACÍN MUY TIERNO. •½ PIMIENTO ROJO Y ½ PIMIENTO AMARILLO. • UNOS BROTES TIERNOS DE COLIFLOR. •1 REMOLACHA. •1 ZANAHORIA. •1 AGUACATE. •1 PEPINO. •1 TOMATE. •5 CUCHARADAS DE LENTEJAS HERVIDAS. • GERMINADOS AL GUSTO.
PARA EL ADEREZO:
Prepararemos una salsa con 3 cucharadas de aceite de oliva, 1 cucharada de salsa de soja, 1 cucharada de zumo de limón (opcional), y 1 cucharada de gomasio (sésamo molido con sal marina).
Podemos ponerlo en un recipiente, o bien aliñar cada bol de ensalada con este aliño ya preparado.
1. Preparamos los ingredientes (enteros, cortados, rallados, picados, etc.) en varios recipientes.
2. Los colocamos en cada bol, con el aderezo preparado.
También se pueden mezclar todos los ingredientes en una ensaladera y servirse con la salsa aparte.
TORRE DE TORTILLAS SIN HUEVO
PARA 8 TORTILLAS. 25 MINUTOS MÁS TIEMPO DE REPOSO. INGREDIENTES PARA LA PASTA BASE: •1 VASO DE LECHE. • 250 G DE HARINA. •1 SOBRE DE LEVADURA ROYAL. •3 CUCHARADAS DE AOVE. • SAL Y PIMIENTA A GUSTO. PARA LAS DISTINTAS TORTILLAS: • 250 G DE ESPINACAS HERVIDAS Y ESCURRIDAS. • 250 G DE CHAMPIÑONES COCIDOS. • 250 G DE GUISANTES COCIDOS. • 250 G DE ZANAHORIA RALLADA. • 250 G DE PIMIENTOS ROJOS Y BERENJENAS COCIDAS AL HORNO Y PELADAS. • 250 G DE PATATAS Y CALABACINES SOFRITOS. • 250 G DE PIMIENTOS ROJOS CORTADOS A CUADRITOS.
Se trata de preparar varias tortillas, para las que necesitaremos una pasta base e ingredientes de distintos colores.
1. Mezclar bien la pasta base y dejarla reposar media hora antes de utilizarla. Mientras tanto, prepararemos los ingredientes para las distintas tortillas.
2. Para hacer cada tortilla necesitamos el ingrediente base y un cucharón de la pasta base de tortilla. Se mezclan ambos ingredientes en un bol y se colocan en una sartén pequeña untada con aceite.
3. Este tipo de tortilla se trabaja igual que las tradicionales, por lo que, una vez cocida la base le damos la vuelta para cocer la otra cara.
Se sirven con lechuga cortada bien fina y lactonesa (o “tofunesa”; mayonesa sin huevo).
TOFU AL HORNO
4 RACIONES. 30 MINUTOS. INGREDIENTES: • 450 G DE TOFU ( UN BLOQUE). • MANTEQUILLA O MARGARINA NO HIDROGENADA. • SALSA DE SOJA TAMARI. • LEVADURA DE BUEN SABOR.
1. Derretir la mantequilla en una cacerola y añadir tamari al gusto.
2. Cortar el tofu en 10 a 12 porciones.
3. Cubrir con el tofu una bandeja de horno o sartén grande y verter la mezcla de mantequilla y el tamari. Espolvorear un poco de levadura por encima del tofu y cocer en el horno a 190 ºc durante 20 minutos, o hasta que el tofu esté ligeramente tostado y crujiente.
COLIFLOR Y GUISANTES AL CURRY
4-6 RACIONES. 15 MINUTOS APROXIMADAMENTE. INGREDIENTES: •2 TAZAS DE GUISANTES FRESCOS ( RECOMENDADO) O CONGELADOS. •3 TAZAS DE COLIFLOR CORTADA. •4 CUCHARADAS DE ACEITE. •2 CUCHARADITA DE SEMILLAS DE COMINO. •1 CUCHARADITA DE SEMILLAS DE MOSTAZA NEGRA. •2 CUCHARADITA DE SAL.
1. Calentar el aceite en una sartén pesada y agregar las semillas de mostaza. Cuando veáis que se abren las semillas, agregar las hortalizas y un poco de sal.
2. Saltear ligeramente, bajar el fuego y tapar. Se deja cocinar a fuego lento, revolviendo ocasionalmente hasta que las verduras estén tiernas (unos 5 minutos).
TÉ VERDE ESPECIADO
POR PERSONA. 10 MINUTOS APROXIMADAMENTE. INGREDIENTES: •1 CUCHARADA DE TÉ VERDE BIO. •3 VAINAS DE CARDAMOMO VERDE. • UN TROCITO DE JENGIBRE MOLIDO.
1. Pon un vaso de agua a hervir. Cuando arranque el hervor, pon en ella el té verde y las 3 vainas de cardamomo. Al final le añades el jengibre.
Este té despeja, es bueno para hacer la digestión y clarifica el pensamiento: mejor no tomarlo por la noche.
Konxa Pinós (Karma Yeshe Drolma) es yogui meditadora. Junto a sus clases de Yoga y Relajación, enseña Calma Mental y Comida y consciencia. www.psicologia-contemplativa.com y fourblessings.blogspot.es
Jaume Rosselló es escritor y editor.