FRICCIONES EN SECO
Las fricciones en seco favorecen la irrigación sanguínea de la epidermis y las capas celulares subyacentes. Además, ayudan a suavizarla piel y a desprender células muertas. Utiliza un cepillo seco que no sea demasiado duro ni demasiado blando y que tenga una empuñadura por la que puedas pasar los dedos para que sea más fácil de manejar. Pasa el cepillo suavemente por los senos y los tejidos circundantes con movimientos circulares hasta que la piel se sonroje un poco. Después, aplica un aceite hidratante con un suave masaje también circular. Extiende el aceite sobre los pechos, los pezones y los tejidos de alrededor siguiendo el perfil de los pechos y sin estirar los tejidos. Aplica el aceite (de almendras dulces, por ejemplo) desde el pecho hasta el cuello siguiendo la dirección de las fibras y los ligamentos que sostienen naturalmente el busto y esparce el aceite por la zona entre el cuello y el pecho con amplios movimientos de la mano hasta llegar a los hombros.