LA AVENA, UN ALIADO PARA LAS PIELES SENSIBLES
Las pieles fácilmente irritables, sensibles, finas y con tendencia a descamarse o a sufrir reacciones alérgicas encuentran en la avena una solución natural para la higiene diaria.
En las últimas décadas vemos un interés creciente por los cosméticos con avena, gracias a sus propiedades hidratantes y protectoras. La avena es un cereal rico en sales minerales y oligoelementos como el fósforo, el magnesio, el silicio, el hierro, el cinc y el selenio, que ayudan a reestructurar la membrana celular, lo cual es particularmente interesante para las pieles más delicadas, que se descaman con facilidad. A la vez, estas sustancias actúan como antioxidantes, con lo que retrasan el envejecimiento cutáneo. La avena es también el cereal más rico en grasas y proteínas.
CÓMO ACTÚA LA AVENA EN COSMÉTICA La avena es una solución natural para el cuidado de todo tipo de pieles, aunque resulta especialmente útil para epidermis sensibles, irritadas o intolerantes a los cosméticos habituales, ya que actúa a a tres niveles:
1. Limpieza de la piel. Las partículas de avena, asociadas a un gel limpiador, tienen la propiedad de absorber la suciedad y los residuos celulares, respetando y cuidando la estructura cutánea. Debido a su contenido en fósforo, la avena contrarresta
la dureza del agua, lo que supone una acción suavizante y relajante en la limpieza diaria.
2. Mantenimiento del efecto barrera e hidratación rápida de la piel. Utilizada en crema o loción, sus lípidos y grasas, así como las sustancias capaces de absorber el agua que contiene, ayudan a evitar la deshidratación de la piel y contribuyen a mantener una barrera protectora frente a las agresiones externas.
3. Efecto calmante y antiinfiamatorio. Las proteínas que contiene la avena actúan como un sistema tapón, es decir, mantienen el ph fisiológico de la piel en 5,5. Si a ello unimos su acción hidratante y emoliente, encontramos en ella un gran aliado para calmar las irritaciones y el picor de la piel, tanto de origen alérgico como de cualquier otra causa.
CÓMO SE APLICA Existen en el mercado muchos productos que contienen avena, pero no todos ofrecen las mismas posibilidades cosméticas. Debemos leer las etiquetas y asegurarnos de que tanto los geles limpiadores como las lociones hidratantes o las cremas faciales contengan un mínimo de un 1% de avena, aunque lo ideal es que contengan entre un 2 y un 5%.
En el caso de pieles secas, sensibles o irritadas, será necesario hidratar la piel a diario con preparados a base de avena al menos durante dos o tres meses, aunque no
existe ningún inconveniente en usarlos de forma habitual. Para la higiene de los niños muy pequeños, podemos adquirir en farmacias unos preparados con un 30% de avena, ideales para usar con el agua del baño. Estos mismos productos pueden usarse a nivel terapéutico en caso de congestiones solares o reacciones alérgicas.
Para hacer en casa Además de los cosméticos mencionados, la avena nos brinda la oportunidad de usarla directamente en casa, ya sea en baños hidratantes o en mascarillas para el rostro, por ejemplo.
• Baño suavizante de avena Se ponen 100 gramos de harina de avena molida en un saquito de tela de algodón, lino o hilo. Se coloca dentro de una olla con un litro de agua y se deja hervir un mínimo de diez minutos. Quedará en la olla un líquido blanquecino que podemos añadir al agua del baño con un chorrito de aceite de almendras.
• Mascarilla de avena Esta receta es ideal para hidratar las pieles más sensibles. Se mezclan dos cucharadas soperas de harina de avena con una cucharadita de miel y dos o tres de infusión de manzanilla o de agua de azahar. Se aplica la mezcla sobre el cutis, se deja actuar unos 15 minutos y se retira suavemente con una toallita humedecida en infusión de manzanilla.
(Más información sobre la piel en página 44).