Piel limpia y radiante
Cuidados básicos
La hidratación y la nutrición de la piel diarias son prácticamente imprescindibles. La pérdida del equilibrio en el grado de humedad acelera su envejecimiento prematuro y la va volviendo frágil, arrugada y falta de luminosidad. En una piel deshidratada pueden aparecer, además, rojeces, irritaciones, escamas e incluso grietas.
Por la noche, un buen tratamiento nutritivo que le procure el alimento que precisa para regenerarse ayuda a compensar las agresiones sufridas durante el día y las huellas propias de la edad.
Todas las pieles necesitan hidratarse, desde las más secas hasta las más grasas. En una piel grasa el exceso de tar agua por lo que es recomendable utilizar cosméticos seborreguladores que a la vez hidraten y protejan.
ciente sebo, necesitan productos que aparte de proporcionar agua ayuden a retenerla formando una película que evite su evaporación.
Limpiar antes de empezar
La higiene facial diaria, por la mañana y por la noche, es básica tanto para eliminar la suciedad acumulada, como para que los productos que se apliquen se absorban mejor. Pero hay que tener en cuenta que la limpieza también elimina grasas naturales que protegen la piel, por lo que no vale saltarse el paso de hidratarla y nutrirla después.
Es importante limpiar sin agredir. Para el día a día una leche limpiadora natural, al no contener ingredientes químicos, es la mejor opción. Para el contorno de ojos pueden usarse desmaquillantes especiales para esta zona, pues al poseer un ph similar al de las lágrimas no irritan.
Una exfoliación periódica evita, por otro lado, que se acumulen sobre la piel células muertas, que espesan genación, lo que favorece la deshidratación. La mayoría de exfoliantes contienen partículas diminutas que actúan arrastrando esas células muertas. Al retirarlas se estimula la producción de células nuevas y los cosméticos surten mayor efecto porque penetran mejor. Además, la exfoliación estimula la circulación local, ayuda a mantener los poros limpios y prolonga el bronceado.
Hidratar por la mañana
Aplicarse una crema hidratante por la mañana no solo aumenta las reservas de agua de la piel sino que crea una barrera de protección frente a los agentes del entorno. No obstante, no hay que olvidar que hidratar la piel desde fuera sirve de poco si no se hidrata también desde el interior, abundante fruta y verdura.
La crema que se elija ha de ser de textura ligera, sobre todo en pieles grasas. En pieles adultas ha de paliar las carencias vitamínicas y reforzar las defensas naturales, aparte de aportar luminosidad.
Si a pesar de utilizar una buena crema hidratante, se sigue teniendo esa desagradable sensación de tirantez que avisa de que se necesita más agua, se puede recurrir a un sérum o a un tratamiento intensivo. Estos suelen tener efectos combinados, de modo que, además de hidratar, completan las necesidades de la piel: la nutren, favorecen la regeneración celular, la oxigenan.
El sérum, de textura más o menos líquida pero no untuosa, no debe sustituir a la crema sino aplicarse antes, sobre la piel limpia. Los tratamientos intensivos -ampollas o mascarillas hidratantes- se pueden realizar periódicamente.
Otro aliado para conseguir una buena hidratación son los aceites vegetales, que forman una barrera que retiene la humedad sin obstaculizar la transpiración. Además contienen ácidos grasos esenciales y vitaminas piedades adicionales. Los aceites de rosa mosqueta, argán, aguacate o almendras dulces son algunos de los usarlos es añadir unas gotas a la crema hidratante.
Nutrir por la noche
Nutrir la piel es la mejor forma de prevenir la aparición prematura de arrugas. Los agentes nutritivos han de aportarse tanto de día como de noche, aunque mientras dormimos la piel trabaja incesantemente para lograr una mayor regeneración celular, con el objetivo de recuperarse del desgaste sufrido durante el día. Por eso, por la noche, la piel está más receptiva y los principios activos se absorben mejor.
Al utilizar una crema nutritiva antes de acostarse se aprovechan mejor Debe evitarse el contorno de los ojos.
LOS MEJORES INGREDIENTES BÁSICOS PARA CUIDAR TU PIEL
No es difícil encontrar productos cosméticos con buenos ingredientes, ya que hay cientos de opciones. Lo difícil es elegir uno que nos agrade en todos los sentidos y que sea natural y de calidad. Cada vez hay más que son verdaderamente naturales, aunque todavía hay algunos que dicen serlo sin base alguna. Por ello, conocer los ingredientes que suelen utilizarse en su formulación es importante para saber elegir. Si tenemos en cuenta su función, podemos distinguir cuatro categorías fundamentales:
1. BASES
La base de un cosmético es la grasa en la que se diluyen los otros ingredientes. Suele ser de origen vegetal, y además de dar «forma» al producto, posee cualidades individuales que más utilizadas, destacan:
Aceite de almendras.
Es un aceite de absorción fácil pero no rápida, por lo que es adecuado para el masaje. Además, se mantiene en la piel mucho tiempo, respetando su humedad natural.
Aceite de aguacate.
Es muy denso e hidrata la piel intensamente, por lo que resulta ideal para pieles muy secas o tras exponerse al sol. Además, es muy rico en vitaminas A, Bi , B2 y B5 (ácido pantoténico), y aporta mucha elasticidad.
Aceite de jojoba.
Es muy hidratante y está especialmente indicado para las pieles que se escaman con facilidad. Además, es ligero, por lo que no tapa los poros y no deja sensación grasa. A todo ello suma una acción antibacteriana.
Aceite de coco.
Es uno de los ingredientes fundamentales de las leches y aceites bronceadores, y aporta una hidratación máxima a pieles muy secas. Sin embargo, es algo denso, por lo que para algunas personas puede resultar demasiado pesado para aplicarlo en la cara. Ayuda a prolongar el bronceado y si se aplica en el pelo la noche antes de lavarlo conseguiremos una hidratación máxima, tante, si se usa para tomar el sol con
viene no excederse en el tiempo de exposición, ya que los rayos UVA y UVB pueden dañar la piel.
Aceite de rosa mosqueta.
Aunque muchos lo confunden con un aceite esencial, este aceite es, en realidad, una base. Muy rico en ácidos grasos, constituye un ingrediente excelente en productos indicados para pieles dañadas, ya que regenera la piel. Posee muchas cualidades: se usa para mejorar cicatrices, manchas solares y para tratar pequeñas arrugas. Además, no resulta graso, aunque no se recomienda para pieles grasas o con acné. Ofrece muy buenos resultados en el tratamiento de las cutículas, una zona de las manos que tiende a estar seca y se daña a menudo. Poner unas gotas de aceite en ellas una vez a la semana ayudará a mantenerlas sanas y cuidadas.
2. ACEITES ESENCIALES
Son muy utilizados en aromaterapia por la multitud de cualidades que poseen. El aceite esencial es el extracto de la planta obtenido me - millas, raíces, resinas, etc. Se llama esencial porque recoge la esencia de la planta, pero no son realmente aceites, ya que carecen de ácidos grasos. Son muy importantes en cosmética ya que, a diferencia de otros ingredientes, penetran en las capas más profundas de la piel, pero hay que tener cuidado porque en general son muy fuertes y algunos están contraindicados para personas sensibles.
Los más utilizados son el de lavanda, que es bastante suave y tiene una acción astringente, indicado en pieles grasas y con acné; el de caléndula, que se suele incluir en productos para pieles sensibles, y la menta piperita, muy refrescante y de acción antiséptica y sedante, por lo que es el ingrediente más usado en productos para el cuidado y relajación de los pies y piernas cansados. También destacan el de camomila, eucalipto, naranja y árbol de té.
3. AGUAS FLORALES (HIDROLATOS)
extracción de los aceites esenciales. Resultan más suaves que el aceite, por lo que son útiles en circunstancias especiales de la piel.
- la, aunque también pueden sustituir al agua destilada en los cosméticos más utilizadas son las de rosa, camomila y lavanda.
4. PRODUCTOS VEGETALES
Al igual que el cuerpo, la piel necesita nutrirse. Este grupo de ingredientes, en que podemos incluir los frutos secos, semillas, las frutas y las plantas, aporta todos los nutrientes necesarios.
Los frutos secos y semillas son, por su consistencia gruesa y algo ruda, el ingrediente idóneo para crear exfoliantes naturales. Aunque también son ricos en ácidos grasos, como es el caso de las semillas de cáñamo, que se utilizan en la formulación de cremas hidratantes y protectores labiales.
Las frutas, por su parte, contienen alfa y beta-hidroxiácidos. Estos dos químicos naturales desligan las células muertas y disuelven las escamas de piel, respectivamente. Limpiar la piel de estos desechos estimula la generación de células nuevas. Las más utilizadas en cosmética son el plátano, el aguacate, la papaya, la manzana y los frutos del bosque. Otros ingredientes de este grupo que merecen destacarse son:
Aloe vera.
Se utiliza en cremas hidratantes y tónicos para la cara, e incluso puede ingerirse su jugo. Se aplica para calmar quemaduras y curar cortes y moratones. Uno de sus usos más valiosos es como hidratante tras la depilación o afeitado. Estas operaciones eliminan una capa de piel, realizando una acción exfoliante, por lo que es importante limpiar y curar la zona para conservar su elasticidad y prevenir infecciones.
Manteca de karité.
La manteca que se extrae de este fruto de origen africano hidrata la piel de forma duradera y la protege contra el frío y el viento. Además, apor concentración de vitamina F. Se puede usar en bebés para prevenir irritaciones. Si se aplica en el cabello, da brillo.
5. OTROS INGREDIENTES
Además de los ya citados, existen muchos otros ingredientes que se utilizan habitualmente en cosmética, como por ejemplo:
Arcilla.
Constituye una buena base para todo tipo de mascarillas. Desintoxica la piel y la limpia. La más utilizada como componente es la blanca y, por sí sola, la verde. La blanca se usa para pieles sensibles, con tendencia a la sequedad. La verde es bastante astringente, por lo que es mejor para pieles ya algo grasas. Si se aplica una mascarilla hay que asegurarse de que la piel no esté reseca e hidratarla profundamente después.
Lanolina.
La lanolina es la grasa de la lana de las ovejas. Se obtiene centrifugando la lana, tras haber esquilado al animal. Es un potente emoliente que mantiene la humedad natural de la piel y la protege del frío y el viento, y
una de las pocas grasas animales compatibles con la piel humana, aunque puede provocar alergias. Se usa como base para cremas hidratantes.
Hamamelis.
El hamamelis es una planta originaria de Norteamérica. Los indios nativos creían que la belleza se la había dado un dios para que el hombre la encontrase y disfrutase de sus propiedades medicinales. Los colonizadores ingleses quedaron asombrados de los poderes de esta planta, con la que los indios curaban todo tipo de heridas y problemas cutáneos, y la trajeron a Europa.
El extracto de esta planta es astringente y tónico, por lo que tradicionalmente se ha utilizado para reducir hinchazones, aliviar picaduras de insectos y limpiar pequeños cortes. En cosmética se usa como base para cremas limpiadoras o en la formulación de tónicos tras la exfolicación, ya que cierra los poros y calma la piel. Por este motivo se recomienda aplicar su extracto diluido después de depilarse o afeitarse, a fin de prevenir posibles irritaciones.
Tocoferol, vitamina E.
El tocoferol es un nombre menos genérico para la vitamina E. En cosmética se suele utilizar como conservante natural, ya que es un antioxidante. Pero si las cantidades de vitamina E efecto protector frente los radicales libres en la piel. Es importante leer las etiquetas, ya que hay dos tipos de - ca como d-tocoferol, y el sintético, como dl-tocoferol. La vitamina E se hace más potente cuando se usa en conjunto con la vitamina C.