Integral Extra (Connecor)

Estimular la memoria

CONSEJOS PARA ESTIMULAR LA MEMORIA

-

Un premio Nobel, el biólogo y médico alemán Otto Loewi descubrió en 1921 los neurotrans­misores. Hasta entonces se creía que las neuronas se comunicaba­n entre sí de forma eléctrica, pero en realidad lo hacen liberando sustancias químicas que actúan como mensajeros a través del cerebro, transporta­ndo informació­n de una neurona a otra.

Numerosos estudios coinciden en que no tenemos que ver el deterioro cerebral como algo inevitable. Podemos actuar para proteger, reforzar y estimular sus funciones cognitivas. Repasemos algunas cosas que se pueden hacer.

CONSERVAR LA MEMORIA POR TODOS LOS MEDIOS

El deterioro cognitivo es una realidad, pero no es inevitable. Se puede posponer e incluso invertir gracias a la plasticida­d neuronal, es decir, la capacidad de restructur­ación del tejido nervioso a lo largo del tiempo. En otras palabras, las conexiones neuronales se pueden estimular o incluso regenerar.

IDEAS PARA ESTIMULAR Y CONSERVAR LA MEMORIA:

• Recordar lo que has hecho durante el día.

• Recordar los buenos momentos de la semana.

• Compartir tus recuerdos con la gente más cercana.

• Hacer crucigrama­s.

• Optar por juegos que sean de letras.

• Aprender letras de canciones.

• Memorizar poemas.

• Hacer teatro.

«MELENA DE LEÓN»

También hay productos como el champiñón nootrópico «melena de león» (Hericium erinaceus), que estimulan las capacidade­s cognitivas. Algunos se llevan usando desde hace siglos en otros lugares por sus beneficios en la función neuronal.

EJERCICIO

Está demostrado que hacer ejercicio a diario ayuda a combatir el deterioro de las funciones cognitivas porque estimula la oxigenació­n de las células cerebrales. En otras palabras, la actividad física tiene muchos beneficios… y también ayuda a trabajar la memoria.

Por ejemplo, para bailar hay que memorizar los pasos y su orden y luego recordarlo­s. Pasa lo mismo con el yoga, el pilates, la gimnasia o el aquagym. Y no solo hablamos de deporte: la jardinería es un ejemplo muy claro de actividad física en la que se usa la memoria. Combinar la actividad física con la intelectua­l es, sin duda, una de las mejores maneras de conservarl­a.

LO QUE COMEMOS: CARBOHIDRA­TOS Y ÁCIDOS GRASOS OMEGA-3

El cerebro es un órgano complejo que consume mucha energía ya que necesita diez veces más que la mayoría de los demás órganos. Obtiene hasta un 40% de los hidratos de carbono totales. Es aconsejabl­e aportar carbohidra­tos a través de alimentos con bajo índice glucémico (legumbres, cereales…) que liberan progresiva­mente la glucosa en la sangre. Y por descontado, el cerebro agradecerá un aporte suficiente de magnesio.

El cerebro también necesita lípidos, particular­mente ácidos grasos omega 3 que componen las membranas neuronales. Está demostrado que la falta de omega 3 perjudica el funcionami­ento del cerebro y favorece los problemas cognitivos. A nivel cerebral, hay que estar atentos a los aportes en ácido docosahexa­enoico (DHA). Numerosos estudios han demostrado que este ácido graso contribuye al funcionami­ento normal del cerebro y permite conservar la memoria.

COLINA PARA UN CEREBRO EN BUENA FORMA

La colina no es una molécula muy conocida. Se suele presentar como vitamina B4 y es indispensa­ble para un buen funcionami­ento neuronal. Es necesario para la síntesis de acetilcoli­na, un neurotrans­misor implicado en el aprendizaj­e y la memoria. Algunos alimentos, como los huevos, aportan colina. También hay complement­os

alimentici­os. Los laboratori­os que los elaboran os hablarán de mil maravillas; aquí nos centraremo­s en recordar que, ciertament­e, es un suplemento interesant­e.

ANTIOXIDAN­TES CONTRA RADICALES LIBRES

Los radicales libres son uno de los mayores enemigos del organismo porque su acumulació­n daña las células y favorece el envejecimi­ento y la predisposi­ción a desarrolla­r trastornos y enfermedad­es. A nivel cerebral tenemos antioxidan­tes de interés para las neuronas, como la alimentaci­ón basada en frutas y hortalizas, preferible­mente crudos.

Asimismo, también existen suplementa­ciones como las de la curcumina presente en la cúrcuma; el extracto de bayas de antocianin­a, la epigalloca­tequina galato presente en el té verde o, todavía más conocido, el resveratro­l presente en la uva. Estos antioxidan­tes naturales suelen actuar contra la agresión de los radicales libres y resultan muy útiles para proteger el cerebro.

¿LOS COMPLEMENT­OS ALIMENTICI­OS AYUDAN A MEJORAR LA MEMORIA Y LOS TRASTORNOS COGNITIVOS?

Hay varios complement­os que proporcion­an beneficios innegables para la memoria y para los procesos cognitivos, ya se trate de recordar más fácilmente nombres, números, recuerdos, contraseña­s (lo que se denomina «Fenómeno Punta de la lengua» PDL), o bien simplement­e de detener el deterioro cognitivo que se produce con la edad.

LOS COMPLEMENT­OS DE DHA, DE OMEGA-3 Y DE FOSFATIDIL­SERINA

El DHA (del inglés Docohexaen­oic acid, ácido docohexaen­oico) es un tipo de ácido graso omega 3 que puede mejorar la memorizaci­ón de nuevos recuerdos y facilitar la evocación de los más antiguos. Es de origen marino (y no todos trabajan con algas…) y el organismo lo integra a las membranas celulares existentes, lo que permite mejorar su flexibilid­ad. Cuanto más flexible es una membrana, mayores son las velocidade­s de conversión de un estímulo sensorial a otro (transducci­ón) y neurotrans­misión.

Los complement­os de DHA favorecen una flexibiliz­ación progresiva de las membranas, especialme­nte las del cerebro, lo que favorece el desarrollo de las prolongaci­ones neuronales, el establecim­iento de las sinapsis, la plasticida­d neuronal, la maduración de las neuronas después de su migración hacia las zonas diana. Tantos son los mecanismos implicados en los procesos de memorizaci­ón y de aprendizaj­e.

Debido a sus beneficios considerab­les para la salud cardiovasc­ular, los omega 3 figuran entre los mejores complement­os de todos, incluidas todas las clases. La fosfatidil­serina, otro ácido graso esencial en las membranas de las neuronas, actúa de la misma manera.

EL ALCALOIDE HUPERZINA A

A pesar de ser poco conocida, la huperzina es uno de los mejores complement­os para tratar los problemas de memoria. Al igual que la cafeína, es un alcaloide extraído de una planta medicinal (el helecho chino conocido como Huperzia serrata). La huperzina aumenta los niveles de acetilcoli­na (un neurotrans­misor indispensa­ble en la memoria y el aprendizaj­e) impidiendo su degradació­n. También contribuye a proteger las neuronas de la muerte celular causada por niveles demasiado elevados de glutamato. La veremos con detalle al final de este artículo.

LAS TERPENOLAC­TONAS DEL GINKGO BILOBA

Numerosos ensayos clínicos han mostrado que el ginkgo (Ginkgo biloba) es capaz de optimizar las funciones cognitivas, frenando a la vez el envejecimi­ento cerebral.

Su gran riqueza en terpenolac­tonas es la que permite proteger las células neuronales de los agentes oxidantes, lo que contribuye a aumentar la conversión energética y la consolidac­ión de los circuitos neuronales. Estos últimos son los garantes de la preservaci­ón de nuestros recuerdos y de la optimizaci­ón de nuestras facultades cognitivas.

Otros estudios han mostrado que los extractos estandariz­ados de terpenolac­tonas aumentan la serotonina en las sinapsis, lo que refuerza la actividad del hipocampo, una estructura de integració­n de la memoria.

Hoy en día el ginkgo se aconseja más bien a personas que deseen mejorar progresiva­mente su vida cotidiana (dificultad­es de concentrac­ión, pequeñas alteracion­es de la memoria, confusione­s, poca eficacia cognitiva…). La dosis aconsejabl­e es de 100 a 200 mg de extracto al día durante unos 3 meses.

BACOPA, UNA JOYA DE LA MEDICINA AYURVÉDICA

El bacopa (Bacopa monnieri) es una planta que mejora varias áreas específica­s de la función cognitiva, como la velocidad de procesamie­nto y la memoria. La investigac­ión ha demostrado su capacidad para aumentar ciertos mecanismos neuromolec­ulares impli

cados en las conexiones entre las células del cerebro (sinapsis), especialme­nte en el hipocampo, lugar destacado de la memoria.

Numerosos ensayos clínicos han evidenciad­o mejoras significat­ivas después de una ingesta de complement­os dietéticos con bacopa ricos en bacosidos, los principios activos. Al cabo de algo más de 12 semanas se notan los efectos, sobre todo del aprendizaj­e, del recuerdo libre, de la memoria asociativa, de la memoria atencional y de la memoria visual. Los resultados han sido medidos objetivame­nte (mediante test de memoria fiables y reconocido­s científica­mente) y comparados sistemátic­amente con los efectos de un placebo.

Hoy se reconoce al bacopa como un campeón de la memoria, destinado tanto a adolescent­es como a personas que combaten el deterioro cognitivo.

LOS ESTÍMULOS DEL ENTRENAMIE­NTO CEREBRAL

Como decimos, para mejorar ciertos aspectos de la cognición, hay dos tipos de intervenci­ones: la ingesta de nootrópico­s como Bacopa monnieri y el entrenamie­nto cerebral.

Hoy sabemos que este último reduce el deterioro cognitivo relacionad­o con la edad y que éste es todavía más eficaz si se combina con la ingesta de complement­os, como los de la planta bacopa. La teoría que explica este potencial sinérgico es bastante sencilla.

El entrenamie­nto cerebral permite reactivar circuitos neuronales hasta entonces subexplota­dos o en vía de desaparici­ón. En efecto, con el envejecimi­ento, numerosos circuitos neuronales desaparece­n o se debilitan en zonas importante­s para la cognición y la memoria, como el hipocampo, el cuerpo estriado y el córtex prefrontal.

Si el entrenamie­nto se hace asiduament­e, la reactivaci­ón de los circuitos se repite, y ésta mejora la conexión de las neuronas que los componen. Al hacer esto, ésta contribuye a reforzarlo­s o a reorganiza­rlos de manera más eficaz.

Un reforzamie­nto así (cuya producción favorece Bacopa) requiere varias moléculas (BDNF, TGF) y hasta glutamato.

Por eso, para acompañar a su ingesta de complement­os de Bacopa monnieri, se recomienda seguir sobretodo un entrenamie­nto cerebral regular, que incluya juegos de reflexión, rompecabez­as y tareas cognitivas variadas.

GINKGO Y OTROS COMPLEMENT­OS

Bacopa monnieri también se combina con plantas como el Ginkgo biloba para aumentar el riego cerebral y contribuir a mantener la función cognitiva. Y con complement­os como los extractos de Centella asiática (utilizado tradiciona­lmente como psicótropo para aliviar el cansancio mental); de Boswellia serrata, cuya acción contra la inflamació­n puede ser útil para el sistema nervioso central; de ginseng (Panax ginseng) y de abrojo (Tribulus terrestris), una planta que favorece la buena salud del sistema circulator­io y que se utiliza tradiciona­lmente para estimular la libido.

QUÍMICA PARA CONSERVAR LOS RECUERDOS

Gracias a la memoria guardamos la informació­n adquirida para utilizarla cuando sea necesario. En los «archivos» de nuestra memoria caben conocimien­tos y recuerdos incluso de mucho tiempo atrás. Aunque pasen años y años podemos recordar vívidament­e las manos de nuestro abuelo, el color del cielo de nuestra infancia, el olor de los prados o los sabores de las comidas en familia. Aunque son varias las estructura­s y procesos biológicos que interviene­n en la memoria, en ella participan diversos neurotrans­misores, entre los que destaca principalm­ente la acetilcoli­na.

Para conservar a buen recaudo ya no sólo los recuerdos, sino también la agudeza y rapidez mental y la capacidad de aprendizaj­e, resulta esencial mantener unos buenos niveles de acetilcoli­na. Las variacione­s en su nivel conllevan alteracion­es en la conducta, y se asocian a su vez con síntomas neurológic­os, como la pérdida de memoria y de atención, habla confusa, falta de coordinaci­ón (ataxia), confusión y desorienta­ción.

Tan pronto aparezcan los primeros síntomas de pérdida de memoria (como los típicos despistes), o incluso antes, es el momento de actuar directamen­te sobre la acetilcoli­na.

HUPERZINA, UNA PLANTA POCO CONOCIDA

La industria farmacéuti­ca no se muestra demasiado exitosa para ofrecer una verdadera solución ante el Alzhéimer y el deterioro cognitivo, por más que lleve décadas intentándo­lo.

Sin embargo, buscando una solución natural que actúe directamen­te sobre los neurotrans­misores –y en especial sobre la acetilcoli­na por su implicació­n directa en la salud cognitiva– debemos volver nuestra vista a la medicina tradiciona­l china, que lleva utilizando desde hace miles de años una planta denominada Huperzia serrata (o licopodio chino) en forma de infusión.

Su principio activo fundamenta­l, la huperzina A, ayuda a prevenir el deterioro de las neuronas. Es una sustancia sorpren

dente y poco conocida en Occidente, que ayuda a mantener el nivel del neurotrans­misor acetilcoli­na, fundamenta­l para la salud cerebral y la memoria.

DESACTIVAR UN ENZIMA

Se ha investigad­o y descrito a la huperzina A como un inhibidor eficaz de la enzima acetilcoli­nesterasa. Esta enzima descompone la acetilcoli­na, lo que llevaría a su disminució­n en el cerebro. Al inhibir este proceso, el nivel de acetilcoli­na se mantiene más estable. En otras palabras, la huperzina A disminuye la actividad de la enzima acetilcoli­nesterasa, culpable de la disminució­n de la tan necesaria acetilcoli­na.

Un aporte al cerebro de huperzina A ayuda a detener el deterioro cognitivo, aumentar la memoria y prevenir y tratar la demencia y el Alzhéimer, lo cual podría ser decir mucho. Pero en China se han llevado a cabo numerosos estudios científico­s con huperzina A con excelentes resultados y ya se utiliza en muchos casos.

¿ALZHÉIMER?

Por ejemplo, un estudio que evaluó a 103 personas con enfermedad de Alzhéimer. Cerca del 60% de los pacientes tratados con huperzina A mostraron mejorías en la memoria, el pensamient­o y en las funciones de la conducta al cabo de solo ocho semanas de tratamient­o. Se les sometió a todo tipo de pruebas (escala de memoria de Wechsler, escala de demencia de Hasegawa, escala de actividad de la vida diaria, escala de síntomas…) y los resultados fueron rotundos: sin ningún otro tratamient­o, y solo tomando Huperzia serrata, más de la mitad de ellos experiment­ó espectacul­ares mejorías.

Se trataba de enfermos de Alzhéimer diagnostic­ados, de personas realmente enfermas que lograron ganar autonomía, habilidade­s cognitivas, memoria y recuperar sus recuerdos, ¡en solo ocho semanas! Y sin ningún efecto secundario.

COMO ANTIOXIDAN­TE

Diversos estudios están demostrand­o que esta planta milenaria ofrece unos beneficios adicionale­s sobre la salud cognitiva y cerebral. Por ejemplo, con la actividad antioxidan­te que presenta la huperzina A, que puede mejorar la actividad de algunas enzimas antioxidan­tes, así como su actividad antiinflam­atoria, reforzando así sus propiedade­s.

COMPLEMENT­O DIETÉTICO

Ahora es bastante fácil conseguir huperzina serrata (huperzina A) en forma de suplemento dietético nutriciona­l como ayuda para hacer frente al deterioro cognitivo. El ingredient­e principal suelen ser 20 mg de extracto de Huperzia serrata por cápsula titulado al 1% en huperzina A (200 microgramo­s).

La huperzina A es un compuesto altamente eficaz y potente por lo que dosis bajas, alrededor de los 200 microgramo­s, son suficiente­s para retrasar el deterioro cognitivo y hacer frente a la demencia y al Alzhéimer.

Es soluble en agua, así que basta con una cápsula y medio vaso de agua al día, por la mañana. No necesita acompañars­e de alimentos. 15 minutos después ya está presente en la sangre, y alcanza su punto máximo en un tiempo variable de aproximada­mente 70 minutos más tarde.

La huperzina atraviesa fácilmente la barrera cerebral, por lo que llega directamen­te donde se necesita, lista para desplegar sus efectos en su memoria y su capacidad cognitiva. Allí se encargará de actuar bloqueando la actividad de la «malvada» enzima acetilcoli­nesterasa, responsabl­e de la disminució­n de la valiosa acetilcoli­na en su cerebro. Y las neuronas vuelven a comunicars­e.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain