Acupuntura
CUANDO LA MEJOR SOLUCIÓN SON LAS AGUJAS
Hace miles de años, sin tener los conocimientos actuales de anatomía, fisiología o fisiopatología, los médicos chinos descubrieron que aplicar agujas en determinadas partes del cuerpo podía aliviar todo tipo de malestar. Esta práctica tardó mucho en llegar a Europa, pero hoy día miles de pacientes ya utilizan la acupuntura como un método terapéutico más.
Desde su aplicación para el dolor de espalda o las alergias hasta su uso en casos de depresión o como apoyo en tratamientos contra el cáncer, son muchos los estudios científicos que han confirmado los beneficios de esta terapia poco invasiva y sin efectos secundarios. Su popularidad en España va en aumento, y en la actualidad la ejercen unos 1.200 médicos acupuntores y miles de especialistas en medicina tradicional china.
Este artículo recoge informaciones de una conversación con el médico acupuntor Dr. León Siboni Balday (Madrid).
¿CÓMO FUNCIONA LA ACUPUNTURA?
Aunque en un primer momento la idea de los pinchazos de las agujas pueda provocar cierto rechazo (hay gente que les tiene auténtico pavor), los beneficios de esta terapia ancestral son tan notables que merece la pena enfrentarse a cualquier miedo (¡ya lo verá!).
Además, no solo se basa en la aplicación de agujas, sino que el tratamiento suele acompañarse también de moxibustión, una técnica en la que se aplica calor sobre el cuerpo para activar la circulación de la sangre y oxigenar la zona tratada. Ambas técnicas trabajan el sistema nervioso a través de ciertos puntos que se corresponden con terminaciones nerviosas para influir sobre el sistema neuroinmunoendocrino.
«Todo el cuerpo está cubierto por terminaciones nerviosas sensitivas, algunas de las cuales se corresponden con un punto de acupuntura en el que se aplica la aguja para producir un impulso que va directo al cerebro.
El cerebro está íntimamente relacionado con el sistema inmunitario y el sistema endocrino, por lo que la acupuntura puede ser capaz de corregir las alteraciones en ambos».
Hay 365 puntos de acupuntura en todo el cuerpo, y para referirse a ellos existe una nomenclatura internacional basada en números. Estos puntos, también llamados «resonadores», están ubicados a lo largo de los canales energéticos del cuerpo, llamados meridianos (los cuales, según la medicina china, conducen la energía o soplo vital –Chi o Qi– a través de todo el cuerpo). Aplicando agujas, calor o masajes sobre esos puntos es posible regular o armonizar la energía (para la medicina tradicional china el flujo del Chi por el cuerpo es lo que mantiene los órganos y las estructuras corporal y psíquica en unas condiciones adecuadas).
Cada uno de los puntos resonadores se identifica con el nombre del órgano que atraviesa el meridiano en el que se ubica. Por ejemplo el punto 4 del intestino grueso (IG4) es el que está situado en la prominencia que se forma en la unión del dedo pulgar con el índice (una zona donde se halla la red de las venas del dorso de la mano y la rama superficial del nervio radial). Se trata del punto más analgésico del cuerpo y está indicado para tratar muchas dolencias como cefaleas, dolores oftálmicos, insomnio, dolores maxilofaciales, constipados, parálisis facial, amigdalitis, vómitos, diarrea, calambres, etc.
Sin embargo, los acupuntores más tradicionales utilizan para cada resonador un nombre poético, además del numérico. Así, la «divina indiferencia terrestre» corresponde al canal del estómago, el punto 4 del meridiano del bazo es la «ofrenda universal»...
UN EFECTO CASI INMEDIATO
La acupuntura provoca la liberación de endorfinas, que proporcionan un importante efecto analgésico gracias a que su núcleo es parecido al de la morfina. Al aplicar las agujas, la sensación no tarda en notarse: a los 7 minutos el paciente ya la percibe, si bien el punto álgido se alcanza 72 horas después de la sesión.
«Todos los pacientes terminan muy relajados. El que viene con un dolor de cabeza se va sin él después de una sesión, y eso fuera cual fuera el origen del dolor; cefaleas, migrañas, jaquecas... Independientemente de la edad o el estado del paciente».
Ahora bien, los resultados dependerán también del problema que se deba tratar. Por ejemplo, en casos de «hombro congelado» (una condición crónica que causa dolor y rigidez en el hombro y que afecta especialmente a personas de entre 40 y 60 años) la movilidad mejora notablemente tras solo una sesión. De hecho, si el paciente tiene dificultades para vestirse solo, por ejemplo, suele superarlas con mucha rapidez. Eso sí, el tratamiento debe ser regular.
Por otro lado, la acupuntura no presenta efectos secundarios. Lo único que puede desencadenar es la liberación de ciertas emociones ocultas, dependiendo de la sensibilidad del paciente.
¿CUÁNTO DURA EL TRATAMIENTO?
Existen diferentes escuelas o formas de entender la acupuntura. Según el enfoque de los médicos acupuntores, que sigue Siboni, el mayor efecto se suele obtener a las 10 sesiones, a razón de una por semana. Cada una de ellas dura 1 hora, incluyendo la anamnesis o charla inicial con el paciente, así como la aplicación y actuación de las agujas durante 30 minutos y un nuevo diálogo final con el paciente, en el que se resuelven sus dudas y se comenta la sesión.
A lo largo del tratamiento, la cantidad de agujas que se utilizan va disminuyendo progresivamente: «Hay una dosis de ataque y luego de mantenimiento. Del mismo modo, la pauta inicial es semanal y después el tratamiento se va espaciando».
Pero hay otros enfoques más tradicionalistas. Por ejemplo, la escuela Neijing (fundada por el doctor que introdujo la acupuntura en España) aplica el principio de menos es más. Así, siguiendo otro tipo de protocolo, esta rama apuesta por una duración de las sesiones de entre 10 y 15 minutos, según la condición del paciente y la experiencia del acupuntor.
Además, la acupuntura también sirve como tratamiento preventivo. De ahí que «una vez solucionado un determinado problema de salud, los pacientes regresen para evitar una recidiva. Puede ser una sesión cada 3, 6 o 12 meses, por ejemplo, dependiendo de la patología».
¿QUIÉN PUEDE BENEFICIARSE DE LA ACUPUNTURA?
El perfil de los pacientes es amplio: personas con ansiedad y depresión, con dolor de cabeza, dolor lumbar, osteoporosis, dolor en la cadera, ciática, problemas gástricos, de fertilidad, alergias, asma…
El caso que más impactó al Dr. Siboni fue el de una mujer de 32 años con menopausia precoz. Todas las pruebas y analíticas concluían que no podía tener hijos. Sin
La acupuntura puede tratar problemas de ansiedad y depresión, así como dolor de cabeza y lumbar, ciática, osteoporosis, diversas alergias, asma…
embargo, tras cinco sesiones de acupuntura se quedó embarazada. «De acuerdo con la medicina occidental era imposible lograr este resultado, pero la medicina china tiene otros criterios», apunta el doctor.
Asimismo, el efecto de la acupuntura se ve confirmado en las analíticas. Y es que por ejemplo en caso de anemia el nivel de glóbulos rojos en sangre aumenta casi de forma inmediata tras las sesiones de acupuntura.
En este sentido, muchos estudios confirman sus resultados y los de la medicina china en general para mejorar la calidad de vida de muchos pacientes. Así, basándose en la evidencia científica recogida hasta ahora sobre el cáncer de mama, la propia Sociedad Europea para la Oncología Médica (ESMO) reconoce los beneficios de la acupuntura, entre otras técnicas, como terapia complementaria a los tratamientos convencionales.
La percepción de la acupuntura ha cambiado: «La gente cada vez quiere medicarse menos, por lo que opta por las medicinas complementarias, incluyendo la acupuntura. Y vienen pacientes muy informados; oyen, ven y conocen que la acupuntura es útil para muchas cosas».
Ahora bien, su gran efectividad es, precisamente, algo con lo que hay que tener cuidado en según qué casos, como por ejemplo el de las personas mayores con movilidad reducida.
Y es que la acupuntura puede mejorar tanto su situación que, si el terapeuta se excede con la aplicación y su estado mejora demasiado, su renovada movilidad puede terminar empeorando la patología de base. Es decir, que en un caso de artrosis podría eliminar la sensación de dolor hasta el punto de que el paciente se pase haciendo ejercicio y agrave el daño en sus articulaciones.
Lo positivo es que, al margen de eso, la acupuntura no tiene por lo general ninguna contraindicación y puede aplicarse incluso en caso de llevar una prótesis o un marcapasos. Eso sí, las mujeres embarazadas deben comentar su estado para que el experto pueda valorar si conviene o no aplicar esta técnica.
MÉDICO ACUPUNTOR: LA COMBINACIÓN GANADORA
Desde el punto de vista del médico acupuntor, medicina y acupuntura son inseparables. «Solo un médico puede diagnosticar una enfermedad. Un acupuntor tiene que ser un médico acupuntor titulado».
Y es que hay que diferenciar entre médicos acupuntores y otros profesionales que ejercen la acupuntura: «Los que no son médicos no conocen las bases de las enfermedades orgánicas. Pueden tratar ansiedad y para relajarse está bien, pero el acupuntor que no es médico, no está capacitado para aportar nada más. El tratamiento de enfermedades debe ejercerlo un médico acupuntor».
Cualquier médico puede especializarse en acupuntura y moxibustión después de terminar la carrera a través de másteres de formación continua impartidos por colegios médicos y que suelen durar dos años.