Tratar las anginas de forma natural
Las anginas (amigdalitis) son una enfermedad frecuente en los niños. Cierta apatía, malestar y unas décimas de fiebre anuncian lo que puede convertirse en una amigdalitis mucopurulenta (con placas blancas), vómitos y fiebre de hasta 40 ºc. Algunos niños las sufren más a menudo que otros, en relación directa con la exposición al frío y su tendencia constitucional.
• OPERAR NO AYUDA.
Antiguamente, los cirujanos no se lo pensaban dos veces ante un niño con más de tres o cuatro anginas al año: operaban y en paz. Sin embargo, hoy se sabe que una persona operada tiene la misma tendencia a padecer faringitis de por vida, con dolor al tragar y fiebre, pues las amígdalas cierran la entrada a microorganismos externos y, sin ellas, estos campan a sus anchas. Aunque algunos centros de salud usan kits para averiguar si el causante es una bacteria y no un virus, casi siempre el tratamiento con antibióticos se hace de forma empírica y la mitad de las veces no sirve, pues no elimina los virus.
• EL ENFOQUE NATURISTA.
El tratamiento alternativo consiste en aplicar gotas de zumo puro de limón sobre las anginas (véase «Aliviar la faringitis»), aplicar compresas derivativas sobre la garganta (en el tronco si hay fiebre alta) y reposo en cama. Es bueno seguir una dieta depurativa, con infusiones de tomillo y cola de caballo, y abundantes zumos y caldos vegetales. La homeopatía propone utilizar Belladona, Apis mellifica, Kalium bichromicum y Arsenicum album a la potencia 4 CH, tomando los gránulos dos veces al día, al.t!:i ados.
• VEGETACIONES
En caso de adenoides, antes de recurrir a cirugía se puede intentar un tratamiento homeopático: Drosera rotundifolia, Euphorbia resinifera, Suphur iodatum y Silicea, cinco gránulos una vez por semana hasta que desaparezcan.