María Borràs Blancafort
DIRECTORA DE INTEGRAL
Estimados lectoras y lectoras: El último número de Integral Salud se publicó a las puertas del verano y esperamos que pudierais descansar, desconectar y cargar pilas. A la hora de cerrar estas páginas, el otoño ya está instalado entre nosotros, a pesar de que en ciertas zonas continúa el calor. Las vacaciones quedan lejos, la rutina se ha impuesto, hay menos horas de luz… Pero lo hemos dicho otras veces: el otoño está considerado por muchos la más bella de las estaciones y vale la pena disfrutar de la explosión cromática que nos ofrece la naturaleza. Sin olvidar la rica gastronomía otoñal, desde las setas o los boniatos hasta las castañas, los caquis, las granadas, las uvas… Frutos que acumulan todo el calor y la luz del verano y que constituyen un estallido de salud en nuestro interior.
Las frutas y verduras estacionales nos ayudarán además a prevenir catarros, gripes estacionales y sea lo que sea el covid19. No dejemos que el estrés cotidiano merme nuestro ánimo, ni que se se impongan las pantallas, el sedentarismo, la falta de estímulos del mundo exterior. Lo ilustra muy bien Saray Santana, licenciada en Botánica y máster en Fitoterapia en un bello libro recién publicado por Oberón, El alma de las plantas medicinales. Tu piel es la huella de lo que sucede por dentro: «El ser humano tiene que volver a redescubrir la naturaleza, los mercados, las calles, los río, las montañas, el mar, el olor a sal, la lluvia cayendo sobre su cuerpo, tiene que oler los bosques, probar alimentos que caen de los árboles sin miedo, hablar con la Madre Tierra, sin sentir que está loco. Tenemos que regresar a lo natural y despegarnos de la realidad virtual. Desconectar pantallas, abrazar a las personas, a los animales, a los árboles, sin temer a lo que puedan pensar o decir de nosotros.»
Feliz otoño, felices fríos, feliz salud.